De un día de compras a un pastel: Los descuidos de grandes narcos que provocaron sus arrestos
Aunque los narcotraficantes más buscados manejan un bajo perfil para pasar desapercibidos ante las autoridades, siempre cometen un descuido que culmina con su arresto
Muchos son los nombres que se han escrito en la historia del narco en México, varios capos de la droga han hecho una larga carrera criminal logrando esconderse de las autoridades por años, hasta que un día sus vidas dan un giro que los lleva justo al lugar que intentaron evitar, y todo por un descuido.
Capturarlos ha sido todo un éxito para las autoridades mexicanas, estos personajes se convierten en monedas de cambio pues algunos son extraditados a Estados Unidos para cumplir con los acuerdos binacionales, otros se quedan en su país, para mostrar que todo crimen es castigado.
Tras convertirse en los hombres más buscados deben llevar una vida de bajo perfil y esconderse constantemente, pero tarde o temprano muestran su talón de Aquiles y eso los vuelve vulnerables para las autoridades.
El caso más reciente que ilustra esto es la detención del líder de la Unión Tepito, un cártel que opera en la Ciudad de México, entidad donde fue detenido Eduardo Martínez Tiburcio, alias “El Chori”, quien fue seguido durante meses, mismos en los que el criminal modificó su aspecto físico para confundir a las autoridades.
Por ello, optaron por seguir a su esposa Emily Getsemaní, y un día el objetivo estaba a la vista, ya que la familia -compuesta por la pareja y su hijo– se dispuso a salir a comer quesadillas. En ese momento el hombre fue detenido por la Policía.
Compras, corridos y pasteles
Nadie se resiste a un día de compras, ni siquiera los criminales más sangrientos, uno de ellos era poco conocido, hasta el secuestro de cuatro estadounidenses en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Pertenecía a Los Escorpiones, una facción del Cártel del Golfo y tras el hecho violento se volvió un objetivo prioritario.
Su nombre es José Alberto García Vilano, alias “La Quina”, quien encarnó cruentas luchas por el control de Matamoros, y además tenía costosos gustos, mismos que quiso darse un día, por lo que emprendió un camino sin retorno en San Nicolás de los Garza, Nuevo León.
De acuerdo con el diario Milenio, el capo acudió a un centro comercial exclusivo que tenía tecnología de reconocimiento facial, el lujo lo hizo caer, pues los operativos para capturarlo no habían rendido frutos. Sobre el también conocido como “el verdadero gobernador de Tamaulipas” pesaba una recompensa de 2.5 millones de dólares.
Néstor Isidro Pérez Salas, alias “Nini”, mostró talento y sangre fría, se volvió el jefe de seguridad de Los Chapitos, pero quiso mostrar su estilo de vida, incluso se le ha relacionado con el cantante Peso Pluma, quien lo menciona en su más reciente canción “La People II”.
Sus costosos gustos lo pusieron en la mira de las autoridades, algo que a sus jefes no les agradó mucho. Se dice que mandó componer un corrido con Los Tucanes de Tijuana, y el mismo día que se estrenó la canción fue detenido en Culiacán, estaba en ropa interior sobre el techo de una casa.
Servando Gómez Martínez era un profesor rural de Michoacán, conocía las necesidades de su gente y se unió a las autodefensas, pero el poder lo sedujo y se pasó al bando contrario, uniéndose a La Familia Michoacana, para luego formar su propio cártel: Los caballeros Templarios, lo que lo convirtió en el hombre más buscado en 2015.
Usando la religión para imponerse, “La Tuta” construyó un imperio de narcotráfico y sangre, sus crímenes hicieron que las autoridades pusieran los ojos en él, y al rastrearlo encontraron una propiedad en Morelia donde iban sus colaboradores con frecuencia.
Fue así como un 6 de febrero, día de su cumpleaños, vieron a un pistolero entrar al lugar con un pastel. Esa fue la clave para saber que ahí se encontraba el narcotraficante, por lo que se llevó a cabo un impresionante operativo que culminó con su arresto.
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