Inmigrantes enfrentan acoso sexual y laboral, pero tienen opciones de ayuda

Las inmigrantes, principalmente sin documentos en EE.UU., pueden ser víctimas de acoso sexual y laboral, pero hay leyes que las protegen, como indica la organización Justice for Migrant Women

La organización Justice for Migration Women lideró un evento en la ONU contra acoso sexual.

La organización Justice for Migration Women lideró un evento en la ONU contra acoso sexual. Crédito: Jesús García | Impremedia

NUEVA YORK.- Se estima que unos 27 millones de inmigrantes son empleados en los Estados Unidos, pero una cifra menor es de personas indocumentadas, quienes son potenciales víctimas del abuso sexual, laboral, incluso de trata de personas.

La organización Justice for Migrant Women (Justicia para las Mujeres Migrantes) se enfoca en ayudar a este grupo vulnerable y evitar o luchar contra el abuso sexual y laboral.

“Yo era, formalmente era inmigrante, trabajaba en la labor, yo estoy familiarizada con todas las violaciones que se hacen, se hicieron y se continúan haciendo, entonces es muy importante venir a saber, tener conocimiento de los derechos que tienen [las inmigrantes], que tenemos para pasar la voz para que otras mujeres puedan defenderse y sepan cómo defenderse y no tomar ninguna de estos abusos y acosos [como normales]”, dijo en entrevista Anita Cortez, quien es parte del Consejo de la organización.

Según un reporte del Tahiri Justice Center, los inmigrantes indocumentados corren un riesgo “particularmente alto” de sufrir agresión sexual, además de tener más dificultades para acceder a servicios de atención médica y psicológica.

Los abusadores a menudo utilizan el estatus migratorio como herramienta para controlar a sus víctimas, amenazando con destruir documentos, controlando el acceso a documentos como pasaportes o no solicitando estatus legal para su cónyuge inmigrante”, dice el reporte del 2023.

En tanto, el Kaiser Family Foundation (KFF), que analiza las políticas públicas y acceso a la salud,los trabajadores indocumentados pueden enfrentar desafíos laborales mayores, debido a la falta de autorización de trabajo.

“[Esa condición] aumenta el riesgo de posibles abusos en el lugar de trabajo, violaciones de las leyes salariales y horarias y malas condiciones de vida y de trabajo”, se indica.

Anita Cortez es integrante del Consejo de la organización Justice for Migrant Women.
Crédito: Jesús García | Impremedia

Cortez acudió a las Naciones Unidas al aniversario del Convenio 190, el cual fue impulsado por la organización a la que pertenece. Ella trabaja con poblaciones migrantes en Freeman, Ohio.

Especialmente si son mujeres que no tienen documentos, tienen miedo y ellas creen que todo lo que pasa, [se lo tienen] que callar, [que] es normal, [que no tienen] el derecho de decir lo que está pasando”, dijo. “Ahorita trabajo con el sistema escolar de la ciudad de Freeman, trabajo con las familias de habla hispana que están en el sistema del trabajo, de la labor, que vienen de México, que no tienen mucho conocimiento total de sus derechos”.

El Convenio 190

Como parte del Mes de Concientización sobre la Agresión Sexual en 2024, la violencia y el acoso de género siguen siendo un problema, particularmente para grupos más vulnerables, como las mujeres.

Mónica Ramírez, fundadora y presidenta de la organización Justice for Migran Women, lideró un equipo que tuvo un papel crucial en la creación del Convenio 190, reconocido por la Organización Internacional del Trabajo.

“[El Convenio asegura] protecciones específicas para personas migrantes”, dijo Ramírez en entrevista en la ONU. “Segundo, que reconoce diferentes tipos de trabajo; entonces no importa si está trabajando para una compañía, si está limpiando casas, o si estás trabajando en una finca chiquita o por su propia cuenta, tiene protecciones en contra del acoso y violencia en el lugar de trabajo”.

Agregó que no importaba quién era el empleador, porque las mujeres tienen derechos a defender.

“¿Quién tendría que estar como implementando o dando seguimiento a estos procesos, digamos un poco de vigilancia para que las mujeres no sufran, sobre todo las migrantes no sufran este tipo de acoso u otro tipo de discriminación o agresiones?”, expresó la activista, quien lamentó que EE.UU. no haya suscrito el convenio.

Mónica Ramírez preside la organización Justice for Migrant Women.
Crédito: Jesús García | Impremedia

Agregó que a pesar de la falta del reconocimiento por parte de EE.UU., hay leyes estatales y federales que protegen a las trabajadoras.

“Tenemos derechos en los Estados Unidos en contra de discriminación en el trabajo, contra de acoso”, acotó. “Pues el convenio es para todos los que trabajan, no solamente para trabajadores migrantes, es importante que hay una parte que tiene que ver con migrantes de nuestra perspectiva, pero aunque los Estados Unidos no ha ratificado este convenio, sí tenemos derechos en contra del acoso sexual, hay una Ley que se llama Título 7 que es Ley Federal en contra de discriminación que incluye el acoso sexual”.

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