¡No! Por supuesto que Sheinbaum NO planea cerrar la Basílica de Guadalupe
Se trataba de un mensaje cadena por WhatsApp a un grupo familiar o de amigos, advirtiendo y aterrorizándo con una pifia así de demencial...

Basílica de Guadalupe Crédito: Agustin Durán | Impremedia
La oposición llegó a inventar que AMLO iba a cancelar la propiedad privada y que de pronto, los dueños de una casa en México tendrían que alojar a varias familias en su hogar.
¡Puras patrañas!
Se trataba de un mensaje cadena por WhatsApp a un grupo familiar o de amigos, advirtiendo y aterrorizándo con una pifia así de demencial, con una situación inverosímil, disfrazada de una noticia muy mal redactada y hasta con faltas de ortografía.
Le adelanto que no, la Dra. Claudia Sheinbaum no cerrará la Basílica de Guadalupe en caso de que, como plantean las encuestas serias, gane la presidencia de México el próximo 2 de junio.
El martes 7 de mayo, la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados tuvo que subir un video a sus redes sociales para desmentir esa inconcebible fake news, asegurando que es una de las más absurdas que ha visto.
La indignante falsedad se publicó por un pseudomedio que se identifica como “Veracruz Sur Informativo” con el dominio veracruzsurinformativo.com, en una especie de nota francamente escrita con las patas, con una redacción muy pobre y faltas de ortografía. El vínculo fue compartido en varias redes sociales y el resto es historia.
Cualquier persona con dos dedos de frente (por cierto, que esa expresión idiomática tiene su origen en la pseudociencia conocida como la “frenología”) podría haberse percatado de la mentira que tenía ante sus narices. Tenga en cuenta que una declaración así de excesiva, de inmediato le hubiera dado la vuelta, no solo a México, sino al mundo, y estaría resonando en todos los medios corporativos… Pero solo se publicó en el muy reconocido portal “Veracruz Sur Informativo” (nótese el sarcasmo).
Aun así, hubo personajes públicos de lo más abyectos que compartieron el embuste en sus redes sociales, como el sinvergüenza de Manuel Clouthier, hijo, uno de los representantes de lo peor que la política mexicana puede ofrecer hoy en día, cuyo único mérito ha sido detentar el apellido de su señor padre, de quien no es ni un remedo. El exdiputado incluso cuestionó en una red social con la patanería grotesca que lo caracteriza, que si Sheinbaum también proponía “a cambio un centro de culto al mesías tropical”.
Hace unos días, una querida amiga que radica en San Bernardino, California, me escribió un mensaje de texto para hacerme una serie de preguntas sobre los planteamientos y “noticias” que le llegan vía WhatsApp, Facebook, Instagram o de propia voz de familiares y amigos; rumores de los más inauditos que circulan en estos tiempos electorales. ¿Y sabe qué? No es la primera vez que alguien me pregunta sobre este tipo de majaderías.
Hablamos por teléfono y me contó que personas con educación universitaria, empleos estables en los Estados Unidos y en México le han compartido una serie de planteamientos de lo más absurdos (como la mamarrachada de decir que Sheinbaum va a cerrar la Basílica) bajó la lógica de que todo lo que huela a López Obrador está mal o es réprobo… Y mire, ni el presidente de México tiene esa perfección que solamente es propia del Creador, ni tampoco es el peor de los demonios como lo han querido pintar sus adversarios, en medio de la desesperación, por la gran aprobación de los mexicanos que ha mantenido a lo largo del sexenio.
Pero hablar del dogma con el que un sector de la sociedad concibe al presidente López Obrador al grado de expresar un odio patológico y absurdo, no es del interés de esta columna, sino el identificar esas noticias falsas que envenenan el discurso político en medio de una verdadera guerra de narrativas.
Sepa que el periodismo, incluso de opinión, debe estar sustentado siempre con datos duros y fehacientes, pruebas y testimonios. Las mismas reglas que se utilizan en el método científico aplican para cualquiera de los géneros periodísticos: La observación (el cuestionamiento de las principales preguntas del periodismo conocidas en inglés como “The Five Ws and H”.- Quién, qué, cuándo, dónde, porqué y cómo), la formulación de una hipótesis, el diseño y realización de experimentos (en este caso sería la conducción de la investigación periodística mediante entrevistas y cotejo de información), el análisis de datos y conclusiones, y la comunicación de los resultados.
Simple y llanamente es el “rigor periodístico”, el gran adversario y enemigo de la especulación y la mentira.
(*) Antonio Ruiz es un periodista mexicano egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García; cuenta con título por esa institución y cédula profesional expedida por el Registro Nacional de Profesionistas de la SEP. Actualmente, es el director general de Noticias en Sin Censura TV, en donde además colabora con sus comentarios al aire como conductor del programa “Al Despertar con Antonio Ruiz”.