Tu cuerpo cambia el uso de las grasas saturadas cuando haces ejercicios

El ejercicio modifica la forma en que el cuerpo metaboliza las grasas saturadas e insaturadas. Un nuevo estudio ofrece una visión clave sobre la relación entre el estilo de vida activo y la salud cardiometabólica

reducir la cintura

Los ejercicios pueden ayudarnos a aumentar el tono muscular del abdomen para reducir la cintura. Crédito: Shutterstock

Un estudio innovador realizado por investigadores de la Universidad de Aberdeen, publicado en Nature Communications, ha arrojado luz sobre cómo un estilo de vida activo puede influir en la forma en que el cuerpo quema grasas saturadas e insaturadas. Esta investigación proporciona nuevos conocimientos sobre la relación entre el ejercicio, el metabolismo de las grasas y la salud cardiometabólica.

El estudio se centró en dos grupos específicos: atletas masculinos considerados “súper sanos” y hombres con diabetes tipo 2 que llevaban a cabo poco o ningún ejercicio.

Durante ocho semanas, ambos grupos intercambiaron sus regímenes de ejercicio, los atletas experimentaron un período de “descondicionamiento”, mientras que los hombres con diabetes tipo 2 se sometieron a un programa de entrenamiento de resistencia.

Antes y después del cambio en sus estilos de vida, los participantes recibieron pequeñas cantidades de diferentes tipos de grasas a través de una inyección intravenosa, y se les realizaron resonancias magnéticas para observar cómo se comportaba la grasa dentro de sus células musculares.

El grupo de hombres con diabetes tipo 2 experimentó una serie de mejoras significativas, incluida la pérdida de peso, una mayor sensibilidad a la insulina y la reducción de los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa en ayunas. Esto sugiere que el ejercicio, incluso en cantidades modestas, puede tener un impacto positivo en la salud cardiometabólica de las personas con diabetes tipo 2.

La profesora Dana Dawson, quien lideró el equipo de investigación, destacó que los atletas mostraron una intensa utilización de grasas saturadas como fuente de energía durante la actividad física vigorosa.

Además, el entrenamiento de resistencia aumentó el almacenamiento y la utilización de grasas saturadas en las células musculares de los hombres con diabetes tipo 2, lo que los hizo similares a los atletas en términos de metabolismo de grasas después de las 8 semanas de entrenamiento.

No quemamos grasas de la misma forma

Este hallazgo desafía la noción de que existe una “talla única para todos” en lo que respecta al metabolismo de las grasas y destaca la importancia de considerar la salud cardiometabólica individual al evaluar la eficiencia con la que se utilizan diferentes tipos de grasas como combustible.

El profesor Bryan Williams, director científico y médico de la British Heart Foundation, elogió el estudio como un refuerzo de los beneficios del ejercicio para la salud del corazón. Subrayó que la actividad física regular puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular al mejorar el perfil lipídico y la sensibilidad a la insulina, además de contribuir al mantenimiento de un peso saludable.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que este estudio no abordó el impacto del consumo de grasas en la dieta, y el consejo existente sigue siendo reemplazar las grasas saturadas con grasas insaturadas.

Williams enfatizó la importancia de adoptar una rutina de actividad física que sea agradable y sostenible, con recomendaciones de hasta 150 minutos de actividad de intensidad moderada por semana.

La investigación de la Universidad de Aberdeen ofrece una perspectiva nueva y valiosa sobre cómo el ejercicio y el metabolismo de las grasas están interconectados, subrayando los beneficios de un estilo de vida activo para la salud cardiometabólica y destacando la importancia de la individualización en la atención médica y en la promoción de la salud.

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