¿Qué impacto tendrá la condena a Trump en las elecciones presidenciales de noviembre?
Durante ocho años, expertos y opositores han estado prediciendo el inminente colapso político de Trump y han estado equivocados. ¿Puede ser diferente esta vez?
La condena penal de Donald Trump presenta una notable colección de primicias históricas.
Es el primer presidente estadounidense o expresidente declarado culpable de un delito. Es el primer virtual candidato de un partido importante que también se convierte en un delincuente convicto.
Mientras Trump planea su apelación en el caso de la falsificación de documentos, para ocultar pagos a la actriz porno Stormy Daniels, y espera una sentencia el 11 de julio que -en teoría- podría incluir pena de prisión y una multa considerable, no es demasiado pronto para considerar las consecuencias políticas.
Sin embargo, esto será difícil, ya que nunca antes había ocurrido.
“A menudo miramos la historia para encontrar algún tipo de indicio de lo que va a suceder”, dice Jeffrey Engel, director del Centro de Historia Presidencial de la Universidad Metodista del Sur. “Pero no hay nada en el pasado que se acerque siquiera a esto“.
Trump consiguió la nominación presidencial republicana a principios de este año y está previsto que sea proclamado como candidato oficial en la convención del partido pocos días después de su sentencia.
Las encuestas indican que está en un empate estadístico con el presidente Joe Biden y mantiene una ligera ventaja en muchos estados clave que decidirán las elecciones. Pero esas encuestas también proporcionan evidencia de que esta condena podría cambiar todo eso.
En las encuestas realizadas durante las primarias republicanas de este invierno, un número notable de votantes (más de 10%) dijo que no votarían por el expresidente si fuera declarado culpable de un delito grave.
Una encuesta de abril realizada por Ipsos y ABC News encontró que el 16% de quienes respaldan a Trump reconsiderarían su apoyo en tal situación.
Sin embargo, se trataba de condenas hipotéticas. Y en ese momento enfrentaba cuatro casos penales, incluidos cargos relacionados con una supuesta conspiración para anular el resultado de las elecciones de 2020 y su manejo de documentos clasificados una vez que abandonó la Casa Blanca.
Ahora esos votantes pueden emitir su juicio basándose en una condena real.
“El verdadero veredicto será [el] 5 de noviembre, por parte del pueblo”, dijo Trump, momentos después de abandonar la sala del tribunal.
Una elección reñida
Doug Schoen, un encuestador que trabajó con el presidente demócrata Bill Clinton y el alcalde independiente de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg, dice que para el momento de votar, tal vez los votantes estadounidenses se sientan menos influenciados por el caso de la falsificación de documentos porque se relaciona con eventos que tuvieron lugar hace ocho años.
“Mientras puede que no es gran cosa ser condenado por un delito, en lo que los votantes estarán pensando en noviembre es en la inflación, la frontera sur, la competencia con China y Rusia y el dinero que se está gastando en Israel y Ucrania”, dijo.
Sin embargo, incluso una ligera caída en el apoyo a Trump podría ser suficiente para tener importancia en el tipo de carrera reñida en la que podría convertirse esta contienda presidencial.
Si unos pocos miles de votantes, que de otro modo hubieran apoyado al expresidente, se quedaran en sus casas en un estado clave como Wisconsin o Pensilvania, eso podría marcar la diferencia.
“Creo que tendrá un impacto y lo dañará como candidato”, dice Ariel Hill-Davis, cofundadora de Mujeres Republicanas para el Progreso, un grupo que ha tratado de alejar al partido de Trump.
Ella dice que los votantes más jóvenes y aquellos que tienen educación universitaria y viven en los suburbios han estado preocupados por la conducta de Trump y su enfoque para gobernar.
“Esos votantes realmente dudan en volver a alinearse con el Partido Republicano encabezado por Donald Trump. El veredicto de culpabilidad reforzará aún más esas preocupaciones”, afirma.
Pero los líderes republicanos, muchos de los cuales asistieron al juicio en una muestra de lealtad al candidato del partido, se apresuraron a apoyarlo.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, lo calificó como un día vergonzoso en la historia de Estados Unidos. “Este fue un ejercicio puramente político, no legal”.
Durante ocho años, expertos y opositores han estado prediciendo el inminente colapso político de Trump y ha quedado demostrado que estaban equivocados.
Su campaña presidencial de 2016 estuvo marcada por escándalos que probablemente habrían derribado a un político típico, incluida la conversación grabada de Trump en el programa televisivo Access Hollywood sobre manosear a mujeres a la que se hizo referencia varias veces en este juicio.
El partido de Trump se mantuvo en gran medida a su lado durante dos juicios políticos y el caótico final de su presidencia, cuando el Capitolio de Estados Unidos fue atacado por una turba de sus partidarios.
Todo esto no impidió al expresidente emprender un relanzamiento político que lo ha colocado en una posición que le podría permitir recuperar la Casa Blanca en noviembre.
“Es algo axiomático en este momento, pero el apoyo continuo de Trump, a pesar del tipo de escándalo que habría hundido literalmente a cualquier otro candidato anterior en la historia de Estados Unidos, es realmente asombroso”, dice Engel.
¿Suceso extraordinario o pie de página?
Esta histórica condena penal puede resultar diferente, sobre todo si las apelaciones de Trump fracasan y se enfrenta a la perspectiva de ir a prisión.
O podría ser simplemente el último de una larga serie de acontecimientos aparentemente perturbadores que, en retrospectiva, sólo han sido obstáculos en el camino de Trump hacia el poder.
Allan Lichtman, profesor de la American University, ha elaborado un modelo político que ha predicho con éxito quién será el ganador de todas las elecciones presidenciales desde 1984.
Sin embargo, admite que la condena penal de Trump podría ser el tipo de giro “cataclísmico y sin precedentes” que lance el modelo en un bucle y cambie el curso de la historia.
“Los libros de historia registrarán esto como un acontecimiento verdaderamente extraordinario y sin precedentes, pero mucho dependerá de lo que suceda después”, afirma.
La valoración final sobre la importancia de la condena de Trump llegará de manos de los votantes en noviembre. Si el expresidente es derrotado, es probable que su veredicto de culpabilidad sea visto como una de las razones.
Si gana, puede convertirse en una simple nota a pie de página en la tumultuosa pero trascendental carrera política de Trump.
“La historia la escriben los ganadores, como todos sabemos”, afirma Engel.