Dan cadena perpetua a reconocido escalador por agredir sexualmente a mujeres en el Parque Nacional Yosemite

Usó la fama que gozaba como escalador y escritor de guías de turismo para agredir sexualmente a mujeres que se acercaban a él. En 2016 atacó a una mujer durante un viaje de fin de semana en el Parque Nacional Yosemite, luego de ser juzgado, recibió una sentencia de cadena perpetua.

Se trata de Charles Barrett, un hombre de 40 años que gozaba de popularidad en su rubro, hasta que fue condenado por dos cargos de abuso sexual agravado y un cargo de contacto sexual abusivo, según dio a conocer Phillip A. Talbert, fiscal federal para el Distrito Este de California.

Como ocurre con los depredadores sexuales, Barrett usó su posición para cometer abusos sexuales, pues aunque fue juzgado por un caso específico, en el juicio testificaron otras tres mujeres que fueron sus víctimas, a quienes tras agredirlas las amenazó e intimidó, agregó el fiscal.

Aunque los casos de las mujeres que testificaron en el juicio no fueron imputados a nivel federal por estar fuera de jurisdicción, sí sentaron el precedente del historial de agresiones sexuales, lo cual fue determinante para que se le diera cadena perpetua.

Sin embargo, sus abogados defensores, Timothy Patrick Hennessy y David A. Torres, consideran que la sentencia fue excesiva, por lo que presentarán un recurso de apelación, según informa The New York Times.

El medio señala que el caso es la representación de la creciente preocupación por el riesgo de acoso y abuso sexual que enfrentan las mujeres que practican cada vez más el deporte del montañismo.

El caso por el que fue sentenciado

En agosto de 2016 Charles Barrett trabajaba y vivía en el Parque Nacional Yosemite, un fin de semana una joven de 19 años llegó para pasar esos días ahí realizando caminatas, y él fue su guía.

Durante su paso por el bosque fue agredida sexualmente en tres ocasiones, además fue estrangulada, al punto que temió morir. Su identidad no ha sido revelada.

Los fiscales señalaron que tenía un historial de “atacar públicamente con amenazas e intimidación” a sus víctimas y citaron un ejemplo, cuando en 2017, siete años después de haber atacado a una de sus víctimas, fue al gimnasio de escalada donde entrenaba.

La mujer ya había advertido al dueño sobre lo que le ocurrió, con el fin de proteger al resto de las personas del atacante. Los siguientes años los pasó “acosándola y amenazándola”. En 2022 fue declarado culpable de amenazas criminales.

En el caso por el cual fue sentenciado aplicó la misma técnica de intimidación, mientras estaba preso realizó cientos de llamadas telefónicas intimidatorias, en las que “no mostró remordimiento ni arrepentimiento”, y en cambio “amenazó con usar violencia y demandas vengativas contra las víctimas, alegando que diseñaron una conspiración para arruinar su vida”.

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