Emprendedor latino inicia su negocio de joyería a los 21 años

Lugo de un año y medio de haberse encontrado un anillo de oro y enfocar todos sus esfuerzos en aprender sobre la industria, el joven ya abrió las puertas de su primera tienda de joyas

Frank Rivera muestra algunas de las joyas que vende en BSS Jewelry, en Corona.

Frank Rivera muestra algunas de las joyas que vende en BSS Jewelry, en Corona. Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

Todo empezó con un anillo de oro que Frank Rivera encontró en el parque durante una caminata con su novia, Sofia Ceja, hace año y medio.

Rivera vio el anillo brillando en el pasto y pensó que se trataba de oro de verdad, mientras Ceja pensaba que tal vez era de oro falso. 

“Empecé a interesarme mucho por la joyería gracias al anillo que tenía pequeñas estrellas y un sol. Así que siempre me preguntaba ¿cómo hicieron eso? ¿Cómo pudieron meter esos detalles en un anillo pequeño”, dijo Rivera. “Realmente pensé que era algo increíble”.

Después de ese día, Rivera se apasionó de las joyas y pasó mucho tiempo investigando y aprendiendo del negocio que nunca imaginó lo mucho que le gustaría.

Frank también diseña las joyas para personalizarlas.
Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

Ahora a los 21 años tiene su propia joyería llamada BSS Jewelry, negocio donde ha tenido éxito en solo un año y medio, e inclusive, acaba de abrir su primera tienda de joyería en la ciudad de Corona.

Pero de acuerdo con Rivera, el negocio de joyería es difícil para entrar si no conoces alguien que tenga experiencia.

El emprendedor dice que dedicó muchas horas viendo precios de otros joyeros en línea como TraxNYC que es reconocido por sus videos virales donde regala joyas, oro, plata y más, en las calles de Nueva York. 

“Estábamos dando vueltas tratando de consumir la mayor cantidad de información posible porque no sabía nada sobre este negocio”, dijo Rivera que seguido iba a diferentes joyerías con su novia Ceja.

“No soy como otras personas que tienen familiares que han hecho esto. En esta industria soy muy afortunado de tener gente a la que le agrade, pero gran parte de la industria es muy cerrada”. 

Por varios meses, Rivera trabajó horas extra en su trabajo de almacén para poder ahorrar los $10,000 que necesitaba para lanzarse en la industria.

Gracias a la amabilidad de la familia Eliahozadeh, en el distrito de joyería en Los Ángeles, Rivera aprendió todo lo que necesitaba para iniciar en la industria como vendedor de joyas y también como diseñador. 

Cuando empezó a vender joyas, sus precios eran tan bajos que nadie creía que su oro o joyas fueran de verdad, fue entonces que tuvo que subir sus precios para convencer a la gente.

Lo que más vende el joven empresario son collares de oro para hombres. Recientemente ha vendido y diseñado anillos de matrimonio, pero también busca y vende collares o anillos únicos diseñados por él o al gusto del cliente.

Por suerte, su pareja también le ayuda con el negocio y vende joyería de mujer a sus amigas y familiares.  Rivera dice que es una gran ayuda para correr la voz del negocio y de esa forma va creciendo poco a poco.

Cuando empezó la mayoría de sus clientes venían del mercado de Facebook o la aplicación de ventas llamada OfferUp, pero Rivera no se sentía cómodo vendiendo joyas más lujosas desde su casa y en febrero decidió abrir su tienda para atender a sus clientes en persona.

En su tiempo como joyero, Rivera también ha enfrentado algunas dificultades. 

Recientemente, el emprendedor vendió unas joyas a un cliente pero después de recibir el depósito y no recibir el primer pago mensual, aprendió que tenía que implementar un mejor sistema para evitar quedarse sin el pago.

Otra dificultad que ha encontrado Rivera es la falta de respeto por ser joven, ya que muchas veces los joyeros en la industria son mucho mayores que él.

“La gente trata de tomarme por tonto, incluso si voy a Los Ángeles todos los días. Entiendo todo y sé de lo que estoy hablando”, explicó Rivera. “Iré a una joyería e intentaré hablar y todavía intentarán demostrar que estoy equivocado, sólo porque soy joven me tratan como si no supiera nada”.

A pesar de las dificultades, Rivera dice que la lección más importante que ha aprendido es el valor de ser amable con cualquier persona. Además, se siente muy agradecido de la amabilidad que ha recibido en un negocio tan difícil.

De acuerdo con Rivera, la joyería BSS Jewelry es solo el primer negocio que piensa tener. En el futuro le gustaría tener tres negocios adicionales: servicio de alquiler de coches, servicio de grúa y negocio de guardias de seguridad.

“Me encanta que ahora los latinos se están convirtiendo en emprendedores, cuando quizás antes en los años 80 y 90 trabajábamos para la gente y éramos chalanes”, dijo Rivera. “Pero ahora somos dueños de negocios”.

Hoy en día, el anillo de oro que Rivera encontró en el parque, es parte de su colección personal y dice que siempre lo va valorar por introducirlo al mundo de la joyería.

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