Para este verano de temperaturas extremas, California tiene energía limpia suficiente para cubrir la demanda de electricidad
Organizaciones que luchan por la energía limpia y la justicia ambientan consideran que es buen momento para cerrar plantas viejas y contaminantes que afectan a comunidades de bajos recursos y de color
El estado de California, el más progresista de Estados Unidos, se está preparando para otro verano con temperaturas sin precedentes que están superando las del año pasado y que se espera sean las más calurosas del planeta desde que se tiene registro.
Y para muestra un botón, el domingo 7 de julio, a dos semanas de haber iniciado el verano, ya se registró uno de los días más calurosos en el condado de Los Ángeles.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), ese día en Palmdale los termómetros alcanzaron los 114 grados Fahrenheit (F), arriba de los 110 grados registrados en 1989; mientras que en Lancaster los termómetros llegaron a los 115 grados, superando las marcas de 110 grados registradas en 1989 y 2017.
A pesar de este clima extremo, este verano el estado de California no espera apagones como los registrados en años anteriores, gracias a que hay un aumento de la presión sobre la red eléctrica para mantener con buena calefacción los hogares y las áreas de trabajo.
Esta información se confirma con el análisis dado a conocer por el Operador Independiente de Sistemas de California (CAISO), que supervisa el 80% del flujo de energía del estado y que mencionó que se tiene un “excedente” de energía en el estado, incluso para los meses de más calor.
Este superávit proyectado es una excelente noticia para las organizaciones que luchan por las energías limpias y una mejor justicia ambiental para todos, ya que les permite solicitar al gobernador cerrar las plantas de energía más antiguas y contaminantes del estado.
Estas plantas que se pide cerrar son operadas con refrigeración única (OTC) porque utilizan agua del océano para enfriar el vapor que genera la electricidad. Se estima que el estado planea gastar hasta $1.2 mil millones de dólares para extender los contratos de tres plantas OTC, mismas que se alimentan con gas para mantenerlas trabajando durante los momentos de más calor y demanda de electricidad este verano.
No obstante, los defensores que se oponen a que se sigan manteniendo estas plantas activas, subrayan que su contaminación impacta de manera desproporcionadas a las comunidades de color y de bajos ingresos, no son confiables y además, se planeaba que cerraran sus puertas desde el 2023.
Una de las razones de las organizaciones para cerrar estas tres plantas, es que un informe de PSE Healthy Energy reveló que el 84% de las plantas de gas (OTC) están ubicadas en vecindarios desfavorecidos y terminan afectando la salud de forma desproporcionada de las personas que viven en dichas zonas, y que son de bajos ingresos y de color, en su mayoría.
Entre los impactos a la salud por vivir cerca de una de estas plantas de gas, incluyen un mayor riesgo de ataques de asma, ataques cardíacos, aumento de visitas a las salas de emergencia de un hospital y nacimientos prematuros. Recordemos que la quema de gas natural emite óxidos de nitrógeno que pueden contribuir a la contaminación
Los impactos en la salud por vivir cerca de una planta de energía incluyen un mayor riesgo de ataques de asma y ataques cardíacos, aumento de visitas de emergencia al hospital y nacimientos prematuros. La quema de gas natural emite óxidos de nitrógeno, que pueden contribuir a la contaminación del ozono y de las partículas que respiramos.
Según un informe de la Asociación Americana del Pulmón, el estado de California cuenta con la mayoría de las ciudades con ozono y partículas más contaminadas del país. Casualmente, la mayoría de la población en esas ciudades son de origen latino o personas de color.
Una de las razones del superávit energético proyectado en California es el crecimiento de la energía limpia y el almacenamiento de baterías. En el mes de abril el gobernador Newsom anunció que el estado había multiplicado por 10 su capacidad de almacenamiento de baterías en cinco años y, a principios de este año, el estado batió récords al satisfacer casi el 100% de su demanda de electricidad con energía solar y eólica en días consecutivos.
Una diferencia que no es menor sobre las plantas de gas, es que estas pueden llevar días para ponerse en marcha (durante un corte de energía), mientras que el almacenamiento de baterías se puede implementar inmediatamente en la red.
Del mismo modo, la energía solar en los techos, las baterías domésticas y otras tecnologías, como los termostatos inteligentes que pueden reducir el consumo de energía durante horas pico, a menudo se denominan plantas de energía virtuales o VPP.
Las VPP combinan la energía de cientos o miles de sistemas solares y de baterías a pequeña escala para imitar las plantas de energía tradicionales. Un nuevo informe estima que los VPP podrían generar ahorros para los consumidores de $550 millones por año en California, y el potencial de VPP del estado superará el 15% de la demanda máxima (5 veces la capacidad existente) para el 2035.
Con el crecimiento de la energía limpia y las soluciones de almacenamiento de baterías, los defensores del medio ambiente piden un cambio en el gasto de plantas contaminantes (OTC) a programas que beneficien a las comunidades con justicia ambiental. Entre las organizaciones que piden ese cambio se encuentran: la Construcción Equitativa de Descarbonización, las Comunidades Climáticas Transformadoras, los Centros Comunitarios de Resiliencia y el Almacenamiento y Energía Renovable Comunitario.
(*) Gabriel Lerner es editor Emérito del diario La Opinión en Los Ángeles.