Francisco Palomares, un artista que inició como vendedor ambulante, pero ofrecindo arte

El pintor utilizó un carrito de alimentos para mostrar, vender y pintar sus obras al olio; hoy ya es artista de tiempo completo

Francisco Palomares posa para un retrato en su estudio de arte en Boyle Heights en Los Angeles.

Francisco Palomares posa para un retrato en su estudio de arte en Boyle Heights en Los Angeles. Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

Cada fin de semana en el 2021, Francisco Palomares trabajó como vendedor ambulante en el Distrito de Arte en Los Ángeles, lugar donde vivía y siempre quiso sobresalir como artista.

Pero su carrito ambulante no vendía los típicos antojitos que se consumen a diario en las calles de Los Ángeles, como paletas, elotes o frutas. Su carrito ambulante vendía obras de arte.

Si, a través de su carrito “Francisco’s Fresh Paintings”, el artista mostraba y vendía sus obras de arte recién pintadas, mientras seguía trabajando al aire libre en diferentes cuadros de alimentos como frutas, postres, perros calientes y más.

La idea del carrito viene de la necesidad de presentar su arte en una forma muy latina y original, explica Palomares.

A pesar de que no vendía comida, el trabajo era como cualquier vendedor ambulante. Tenía que prepararse para un día largo de trabajo que en este caso incluía pintar, interactuar con la comunidad y ofrecer sus obras.

Francisco Palomares ofrece sus obras a la comunidad.
Crédito: Francisco Palomares | Cortesía

La idea le nació hace años cuando trabajaba como acomodador en una galería del Museo de Arte Contemporáneo en Los Ángeles (MOCA). Explicó que en su viaje diario al trabajo veía vendedores de fruta por las calles y cerca de las salidas de las autopistas, y eso lo inspiró.

No fue hasta años después cuando buscó un carro de fruta en línea y encontró uno que había sido chocado de la parte lateral, pero sin importar decidió comprarlo.

Luego de arreglar el carrito, poco a poco Palomares lo convirtió en su propia creación con luces, música y con espacios para guardar sus materiales de pintura y sus obras.

“No estoy reinventando la rueda”, dijo el artista “Tomé este carro destartalado y lo arreglé como lo hace un chicano con un lowrider”.

Palomares creció en el lado este de Los Ángeles y algunas de sus inspiraciones incluyen: Rembrandt, Wayne Thiebuad y sus experiencias en la cultura diversa de Los Ángeles.

Francisco pintó una obra en honor a su madre, quien trabaja en la industria de la limpieza.
Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

El artista dice que también valora la experiencia y educación que recibió con su título de dibujar y pintar en la universidad estatal de California, en Long Beach, misma que también le dio la oportunidad de estudiar en China.

Su estudio en Boyle Heights está lleno de una gran variedad de arte. Sus obras incluyen piñatas en diferentes paisajes, carros que ve en diferentes áreas de la ciudad y un homenaje que hizo a su madre, trabajadora de la limpieza, donde pinta flores con escobas entre otros productos de limpieza.

La obra de arte de Palomares ha sido bienvenida y exhibida en galerías y museos como el Centro Cheech Marin de Arte y Cultura Chicana en el Sur de California, Museo Internacional Mingei, el Consulado de México en Los Ángeles y el Centro de Armería para las Artes, entre otros.

Palomares indicó que su vida cambió después de una entrevista con el diario LA Times, en uno de esos fines de semana que trabajaba como vendedor ambulante de arte.

Las tradiciones son parte de la obra de Francisco
Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

“Me destacó en su publicación y eso me ayudó a presentarle a la gente mis otras obras de arte”, dijo Palomares. “Había estado pintando y trabajando tanto que me permitió pasar de la venta ambulante a trabajar en obras por encargo y más grandes”.

Cuando Palomares tenía la idea de empezar como vendedor ambulante, pensaba que iba ganar más de $100 dólares al día que fue lo que ganaba en su trabajo con MOCA.

Aunque realmente no tuvo la misma suerte, el artista está feliz de haber ejecutado su propia idea ya que le ha brindado mucho reconocimiento y éxito en su carrera. 

Recientemente Palomares y su carrito de obras de arte recorrieron las áreas de Boyle Heights, el centro de Los Ángeles y Echo Park en un video para Walmart como parte de una serie donde destacan artistas; él fue uno de los directores.

Hoy en día usa su carro de pinturas de frutas solo en ocasiones especiales. Recientemente logró su sueño de trabajar como artista a tiempo completo, pero dice que ser un vendedor de arte en las calles siempre será parte de su historia.

“El carrito de frutas es como Steve Jobs cuando creó el iPhone”, dijo Palomares. “Creo que el carrito de frutas es mi iPhone porque solidifica mi práctica como artista y mi intención”.

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