Big:LEAP, un programa que transforma vidas en el sur de Los Ángeles
Concejales angelinos van por la segunda ronda de apoyos que beneficiaría a más de 3,000 familias con $1,000 mensuales durante un año
El programa piloto conocido como BIG-LEAP (un gran salto) o Renta Básica Garantizada de Asistencia Económica de Los Ángeles, que ideó el concejal del Distrito 9, Currren Price Jr., podría ampliarse para ayudar a unas 3,200 familias con $1,000 mensuales, en efectivo y gratis durante un año.
La ayuda económica garantizada estaría orientada para ayudar preferiblemente a mujeres y hombres que son víctimas de violencia doméstica y a jóvenes que están a punto de salir del sistema de hogares de crianza.
Al concejal Price Jr., se le han unido sus homólogos Marqueece Harris-Dawson (Distrito 10 ) y Hugo Soto-Martínez (Distrito 13).
Los funcionarios del gobierno municipal pretenden reunir entre $4 y $5 millones para la ampliación del programa.
De hecho, tanto Price Jr. como Martinez-Soto y Harris-Dawson anunciaron su intención de asignar $1 millón cada uno para apoyar un posible programa futuro.
Para las familias más vulnerables
“La idea visionaria de BIG-LEAP nació en nuestra ciudad y echó raíces”, dijo el concejal Curren Price Jr. “En 2021` nos preguntamos qué sucedería sin proporcionamos $1,000 directamente a las familias, sin ninguna restricción”.
En concreto, Price Jr. dedicó el esfuerzo hacia las familias más vulnerables, específicamente mujeres con hijos o que estuvieran embarazadas en aquel momento, o que se hubieran visto afectadas financiera o médicamente por Covid-19.
La inversión inicial en el programa fue poco más de $6 millones para residentes del Distrito 9.
Ese programa aumentó a $40 millones en toda la ciudad, con el respaldo del concejal Harris-Dawson y el exalcalde Eric Garcetti.
A partir de 2022, más de 3,200 familias recibieron cuotas mensuales de $1,000 , lo que convirtió al programa, en la iniciativa de alivio a la pobreza más grande del país.
Investigaciones de la Universidad de Pensilvania sobre el programa BIG-LEAP indican que hay una tendencia positiva cuando se ayuda a la comunidad, bienestar y seguridad alimentaria, a las personas les brinda un sentido de comunidad e incide en la reducción de la violencia en las parejas.
“Los datos de BIG-LEAP muestran que el programa no sólo les ayudó a abordar problemas de salud, gastos escolares, cuidado de niños o necesidades de emergencia, sino que también empoderaron a los participantes para iniciar negocios”, dijo el concejal Price Jr.
“Las familias recuperaron la esperanza entre la desesperación, tienen el poder de reescribir sus destinos y es vital para un futuro mejor”, afirmó el concejal.
Programa de efecto multiplicador
Dicho programa fue puesto en marcha por la oficina de Inversión Comunitaria del Departamento de Familias de la ciudad.
“Nuestra oficina regresará con recomendaciones y propuestas al cabildo en dos meses”, dijo la titular de esa oficina, Abigail Márquez.
La segunda etapa de BIG-LEAP sería considerada para el año fiscal 2024-2025, de modo que las reglas de solicitud de ayuda se darían a conocer después del 30 de junio de 2025.
“Por el efecto multiplicador de la ayuda, consideramos que el beneficio alcanzaría a unas 10,000 personas”, declaró Abigail Márquez, a La Opinión.
Además de la ciudad de Los Ángeles, las autoridades locales se unirán a las del condado, que también tiene un programa de ingresos garantizados para jóvenes de 18 a 24 años que están saliendo del sistema de crianza.
“Queremos ayudar a las víctimas de violencia doméstica y a los jóvenes a salir de ese ciclo violencia”, expresó Márquez. “Queremos empoderar a las personas para que salgan adelante”.
Amy Castro, profesora asociada de la Escuela de Política y Práctica Social en la Universidad de Pensilvania, valoró que los ingresos garantizados tuvieron un impacto positivo en el bienestar financiero de las personas que recibieron ingresos garantizados durante 12 meses.
“Las familias con niños la pasaban realmente mal, pero al cubrir sus gastos de emergencia, vimos que las personas tenían más probabilidades de cubrir los costos, y vimos mejoras en la salud, en términos de que pudieron poner comida en la mesa”, añadió. ”Hubo una reducción significativa en la inseguridad alimentaria”.
Castro subrayó que las familias que recibían el ingreso garantizado adoptaban más conductas que promovían la salud.
“Hubo una reducción significativa de la violencia de pareja en términos de gravedad y frecuencia durante todo el período de estudio”, agregó. “También vimos que las personas se estaban volviendo mejores padres, pudieron pasar más tiempo con sus hijos y brindarles más atención de calidad a los niños”.
Reinventarse
La señora Martha López, madre de dos hijas, huyó de la violencia de las maras en su natal Honduras, después de que dos de sus hermanos fueron acribillados.
Llegó a Estados Unidos con su pareja, Freddy Fuentes, padre de las pequeñas Lizzy, de nueve años, y Sofia, de seis.
“Cuando emigré las cosas se pusieron difíciles”, cuenta la mujer nacida en Choloma, departamento de Cortés. “Yo traía mucha depresión”.
Sus dos hermanos, Francisco Javier López Dubón y Juan Ramón Dubón, que eran dueños de una flota de autobuses y eran directivos de una empresa transportista, fueron asesinados. Un tercer hermano, Manuel murió en un accidente de motocicleta.
Martha dijo a La Opinion que, a veces se siente bien, y a veces muy mal.
Agobiada por el dolor y una enfermedad seria de una de sus hijas, decidió aventurarse a viajar a Estados Unidos.
“Mi niña Sofia requiere de atenciones médicas urgentes y cuidados muy delicados”, explica. “Por esa razón yo no puedo trabajar para alguien más. Y por esa misma razón no me decido regresar a Honduras porque yo sé cómo es la carencia y la atención médica en mi país, es por eso que decidí no exponer a mi hija a un riesgo”.
Debido al hecho de que no trabajaba y debía cuidar a su pequeña, la señora Martha solicitó ayuda del programa BIG-LEAP, que ideo el concejal Curren Price Jr., y fue una de las más de 3,000 personas elegidas para recibir $1,000 mensuales entre 2022 y 2023.
Con la ayuda económica y con una inversión de apenas $100, la señora Martha comenzó a vender ropa desde febrero de 2023.
Primero lo hizo al frente de su casa, y ahora ya tiene un pequeño local sobre la calle Manchester, en el sur centro de Los Ángeles, donde no solamente vende ropa, sino artículos para el hogar.
“Yo vi la credibilidad del programa que estaba lanzando la ciudad”, agrega. “Y cuando me dijeron que fui seleccionada, dije ¡wow!; honestamente sentí que era un enorme privilegio y una bendición grande de parte de Dios, porque el dinero nos sirvió de mucho”.
Las necesidades de la familia de Martha López eran muchas. A causa de la pandemia se habían retrasado varios meses en el pago del alquiler.
“Esa era la preocupación más grande de nosotros”, recordó. “El hecho de no poder completar el dinero para pagar el lugar donde vivíamos”.
Su situación era agobiante, explicó. Además, su pareja, Freddy Fuentes no tenía un trabajo permanente.
“Nos ahogaban las penas, pero cuando nos enteramos del programa [BIG-LEAP] y fuimos seleccionados fue un gran alivio. Supimos que tendríamos el respaldo que necesitábamos para cubrir nuestras necesidades”.
La ayuda por un año fue suficiente para levantarse y reinventarse. Ya debían casi $3,000 de renta y Freddy Fuentes no ganaba ni siquiera $1,000 mensuales.
Pero decidieron seguir adelante, en lugar de gastarse el dinero.
“Uno tiene el poder de hacer cambiar una situación y yo lo hice”, dijo Martha López. “Mi expectativa era abrir un negocio, así que instalé una carpa para vender ropa y no descuidar a mis niñas”.
El negocio funcionó y ahora ya tienen su propio local, gracias a la ayuda que recibieron del programa BIG-LEAP.