CDC instan a médicos a considerar el dolor en la insersión del DIU
Los CDC actualizan pautas de anticoncepción en 2024, enfocándose en la reducción de barreras y manejo de efectos secundarios para mejorar la salud reproductiva
Solo el 0,4% de las mujeres que comenzaron a usar anticonceptivos el mismo día presentaron un embarazo. Crédito: New Africa | Shutterstock
En un esfuerzo por mejorar la salud reproductiva y garantizar un acceso más eficaz a los métodos anticonceptivos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han publicado una serie de directrices actualizadas bajo el título
“Recomendaciones de prácticas seleccionadas de EE. UU. para el uso de anticonceptivos, 2024” (US SPR, por sus siglas en inglés). Estas recomendaciones tienen como objetivo proporcionar a los proveedores de salud herramientas claras y actualizadas para manejar de manera óptima los desafíos que puedan surgir en el uso de anticonceptivos, así como para abordar las preocupaciones comunes relacionadas con su inicio y continuidad.
Las nuevas directrices destacan la importancia del inicio inmediato del uso de anticonceptivos, un enfoque que ha demostrado ser altamente eficaz para reducir el riesgo de embarazo.
Un estudio reciente reveló que solo el 0,4% de las mujeres que comenzaron a usar anticonceptivos el mismo día presentaron un embarazo, lo que subraya la necesidad de que los médicos consideren esta práctica como parte de su criterio clínico en la atención de salud reproductiva.
El documento US SPR de 2024 no solo actualiza las recomendaciones previamente establecidas en 2016, sino que también amplía la información sobre cómo los proveedores de salud pueden reducir barreras innecesarias para el acceso a anticonceptivos.
Estas barreras, que a menudo incluyen requisitos de exámenes o pruebas previas, seguimiento excesivo o mal manejo de efectos secundarios, pueden dificultar el acceso de las pacientes a métodos anticonceptivos efectivos y oportunos.
Manejo del dispositivo intrauterino
Un aspecto crítico abordado en las nuevas pautas es la colocación y el manejo del dispositivo intrauterino (DIU). Aunque la aplicación sistemática de misoprostol, un medicamento que facilita la inserción del DIU, no se recomienda de manera rutinaria, los expertos sugieren que puede ser útil en ciertos casos, como en pacientes con una colocación fallida reciente.
Además, la lidocaína, un anestésico local, se ha mencionado como una opción para reducir el dolor durante la inserción del DIU, mejorando así la experiencia general de la paciente.
Otra área clave que se ha detallado en las nuevas recomendaciones es el manejo de las irregularidades en el sangrado, un efecto secundario común asociado con el uso de implantes anticonceptivos. Si bien estos cambios en el sangrado rara vez representan un riesgo grave para la salud, pueden causar incomodidad y preocupación en las pacientes.
Por lo tanto, es esencial que los médicos discutan de antemano estas posibles irregularidades con las pacientes, proporcionando orientación y apoyo continuo durante el uso del implante. En casos donde el sangrado sea más severo o prolongado, los médicos deben considerar la posibilidad de una afección subyacente y discutir las opciones de tratamiento, que pueden incluir terapias hormonales, agentes antifibrinolíticos, medicamentos antiinflamatorios no esteroides o moduladores selectivos del receptor de estrógeno.
Para aquellas pacientes que experimentan amenorrea, la falta de menstruación, las recomendaciones son claras: aunque este síntoma no requiere tratamiento médico, es importante tranquilizar a las pacientes sobre su condición y ofrecer la opción de retirar el implante si lo desean. Además, se debe brindar asesoramiento sobre otros métodos anticonceptivos disponibles.
Una actualización notable en estas directrices es la inclusión de recomendaciones sobre el uso de testosterona en pacientes transgénero, de género diverso y no binarios. Los CDC han señalado que la testosterona, aunque es un tratamiento hormonal importante, no es eficaz por sí sola como método anticonceptivo.
Por lo tanto, es crucial que los proveedores de salud ofrezcan asesoramiento sobre opciones adicionales de anticoncepción a estos pacientes si no desean quedar embarazados. Entre las opciones recomendadas se encuentra el acetato de medroxiprogesterona de depósito subcutáneo, un anticonceptivo inyectable que las pacientes pueden autoadministrar, siguiendo las recomendaciones publicadas en 2021.
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