“El tiempo es dinero”, nueva política contra tarifas basura y cancelación de servicios
La Administración Biden da nuevos pasos contra las llamadas tarifas basura y el mal servicio de las empresas de diversos productos

La Administración Biden busca empujar a empresas a mejorar servicio de atención a clientes. Crédito: Aijaz Rahi | AP
El gobierno del presidente Joe Biden lanza la nueva política “El tiempo es dinero” con la cual busca evitar tarifas basura y engorrosos procesos de cancelación de servicios y membresías.
“La una nueva iniciativa gubernamental [busca] acabar con todas las formas en que las corporaciones (a través del papeleo excesivo, los tiempos de espera y las molestias generales) añaden dolores de cabeza y molestias innecesarias a los días de las personas y degradan su calidad de vida”, defiende la Administración Biden-Harris.
Neera Tanden, asesora de Política Interna de la Casa Blanca, adelantó a medios de comunicación la nueva política que sigue a otras acciones que contemplan incluso nuevas reglas para limitar cobros en bancos y aerolíneas, por ejemplo.
Con esta iniciativa los estadounidenses podrán cancelar con mayor facilidad suscripciones y membresías a distintos servicios, incluidos gimnasios, cosméticos de entrega periódica, periódicos, entre otros.
También se podrán hacer solicitudes de información a las aseguradoras u otras empresas relacionadas con temas de salud; la política busca evitar que un cliente deba navegar entre distintos empleados para atender su queja o su cobro indebido; además de abordar deficiencias en chatbots que complican la atención al cliente en lugar de mejorarla.
“Las empresas a menudo engañan a los consumidores para que paguen por suscripciones (de todo, desde membresías de gimnasios hasta periódicos y cosméticos) que ya no quieren o que no contrataron en primer lugar”, dice parte de la nueva política. “Los consumidores no deberían tener que recorrer un laberinto sólo para cancelar suscripciones no deseadas y pagos recurrentes”.
La Comisión Federal de Comercio (FTC) propone una norma que exigiría a las empresas facilitar la cancelación de suscripciones.
También el Departamento de Transporte busca que las aerolíneas retornen el pago de sus clientes con celeridad, una vez que un vuelo ha sido retrasado o cancelado.
Por otro lado, la nueva política reconoce que diversos planes y compañías de seguros dificultan innecesariamente el acceso a la información o el envío de reclamaciones, incluso hablar con un agente de seguros para resolver un problema simple.
Otra parte de la política es evitar que las empresas coloquen a los clientes en un laberinto de grabaciones cuando requieren atención sobre un problema con un producto o servicio.
Esa decisión también busca mejorar la atención a través de chatbots, los cuales no siempre responden adecuadamente a las necesidades de los clientes.
“Si bien los chatbots pueden ser útiles para responder preguntas básicas, suelen tener una capacidad limitada para resolver problemas y disputas más complejas”, indica la Casa Blanca.
La nueva política de la Administración Biden pretende que las empresas se hagan responsables por el mal servicio que ofrecen.
“Las personas que compran productos o servicios deben poder confiar en las reseñas de los clientes para evaluar qué empresas brindarán un servicio optimizado y no perderán su tiempo”, se advierte.
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