Ciertos medicamentos podrían dificultarnos combatir el calor

Las altas temperaturas pueden afectar la eficacia de los medicamentos y aumentar el riesgo de problemas relacionados con el calor, especialmente en mayores

Ciertos medicamentos podrían dificultarnos combatir el calor

Algunos estudios han identificado que los medicamentos antipsicóticos y los fármacos cardiovasculares están asociados con un mayor riesgo de hospitalización. Crédito: Shutterstock

Durante los meses de calor intenso, el riesgo de sufrir golpes de calor y otros problemas relacionados con esto aumenta significativamente. Este riesgo no solo depende de la temperatura exterior, sino también de las condiciones médicas preexistentes y los medicamentos que se están tomando.

La interacción entre el calor y ciertos medicamentos puede tener efectos peligrosos, especialmente en personas mayores y en aquellos que tienen enfermedades crónicas.

Cuando las temperaturas externas se elevan a niveles extremos, el cuerpo humano pone en marcha mecanismos naturales para mantener una temperatura interna adecuada. La sangre se dirige hacia la superficie de la piel para facilitar la liberación de calor, y el sudor se evapora para enfriar el cuerpo.

Sin embargo, cuando estos métodos no son suficientes, pueden aparecer síntomas graves relacionados con el calor, como mareos, dolor de cabeza, confusión, e incluso insuficiencia orgánica y delirio en casos extremos.

Las personas con enfermedades crónicas son particularmente vulnerables durante las olas de calor. A medida que envejecemos, nuestra capacidad para regular la temperatura corporal disminuye, lo que agrava la situación.

Los fármacos utilizados para tratar condiciones cardiovasculares y psiquiátricas, entre otros, pueden alterar la manera en que el cuerpo maneja el calor.

La investigación sobre cómo los medicamentos afectan la capacidad del cuerpo para regular la temperatura es aún incipiente. Sin embargo, algunos estudios han identificado que los medicamentos antipsicóticos y los fármacos cardiovasculares están asociados con un mayor riesgo de hospitalización durante períodos de calor extremo.

Enfriamiento del cuerpo

La clorpromazina, un antipsicótico utilizado para tratar enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia, es un ejemplo de un medicamento que puede interferir con la capacidad del cuerpo para enfriarse. Este fármaco puede suprimir la sudoración y desviar el flujo sanguíneo de la piel, aumentando así la temperatura corporal.

En un estudio reciente, los investigadores analizaron registros de casi 10.000 pacientes mayores de 65 años y encontraron que los antipsicóticos y los fármacos cardiovasculares estaban entre los más relacionados con la hospitalización durante olas de calor. Además, ciertos diuréticos, que se utilizan para tratar la insuficiencia cardíaca y otros problemas de salud, pueden aumentar el riesgo de deshidratación en condiciones de calor extremo, lo que puede reducir aún más la capacidad del cuerpo para regular la temperatura.

La investigación también ha mostrado que algunos medicamentos pueden afectar los niveles de líquidos en el cuerpo, lo que es crucial para mantener la producción de sudor y el flujo sanguíneo adecuado. Por ejemplo, los betabloqueantes y los medicamentos antiplaquetarios pueden reducir la cantidad de sangre que llega a la piel para liberar calor. La deshidratación, por su parte, puede disminuir la cantidad de sudor producido y, por lo tanto, dificultar aún más la regulación de la temperatura.

El cambio climático y el aumento de las temperaturas globales han intensificado la urgencia de comprender mejor cómo los medicamentos interactúan con el calor.

Anque algunos estudios están empezando a revelar cómo ciertos medicamentos afectan la regulación de la temperatura, hay muchos medicamentos cuyos efectos aún son desconocidos. Los tratamientos para la diabetes y el cáncer, por ejemplo, podrían tener impactos que aún no se comprenden completamente.

Los investigadores se enfrentan a desafíos éticos y prácticos para obtener datos más claros, como el hecho de que no se pueden aleatorizar olas de calor y que interrumpir el tratamiento de pacientes con enfermedades crónicas no es ético.

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