Investigación descifra el gen de riesgo del trastorno bipolar
Investigadores confirman que la variante del gen adenilato ciclasa 2 causa síntomas de trastorno bipolar en ratones, abriendo puertas a nuevas terapias.

Cómo el estrés y otros factores ambientales interactúan con la genética para influir en el curso del trastorno bipolar. Crédito: Igor Link | Shutterstock
El Instituto Max Planck de Psiquiatría ha proporcionado la primera evidencia experimental de que una variante del gen adenilato ciclasa 2 está directamente asociada con el trastorno bipolar, un hallazgo que podría revolucionar la forma en que se abordan las terapias para esta enfermedad mental.
Aunque estudios previos habían señalado una correlación entre este gen y el trastorno bipolar, no se había establecido una relación causal, hasta ahora.

La investigación, dirigida por el Dr. Jan Deussing, se centró en modelos de ratón genéticamente modificados para portar una variante de riesgo del gen adenilato ciclasa 2. Estos ratones exhibieron comportamientos que reflejan los síntomas maníacos observados en pacientes humanos con trastorno bipolar, lo que sugiere que la mutación genética podría desempeñar un papel clave en la manifestación de la enfermedad.
En particular, los ratones mostraron una mayor actividad física, un comportamiento exploratorio intensificado y una actitud más activa ante nuevos estímulos, todo lo cual es característico de los episodios maníacos en humanos.
El equipo de investigación también observó que estos ratones experimentaron un deterioro en sus capacidades cognitivas, un efecto secundario común en el trastorno bipolar. Este hallazgo subraya la complejidad del trastorno y la necesidad de enfoques terapéuticos que no solo aborden los síntomas maníacos, sino también las deficiencias cognitivas asociadas.
El estudio se adentra en los mecanismos moleculares que subyacen a estos cambios de comportamiento. En experimentos con cultivos celulares, los científicos demostraron que la variante de riesgo del gen adenilato ciclasa 2 reduce la capacidad de las células para producir cAMP, una molécula de señalización crucial para la transmisión de información dentro de la célula.
Esta deficiencia en la producción de cAMP podría ser un factor determinante en la alteración de las redes neuronales que conducen a los síntomas del trastorno bipolar.
Liberación de dopamina
Otro aspecto significativo de la investigación fue la reacción de los ratones a la anfetamina, una sustancia que, al igual que en humanos, provocó una hiperactividad exacerbada. Este resultado sugiere que los mecanismos que regulan la liberación de dopamina, un neurotransmisor involucrado en la regulación del estado de ánimo, están alterados en los ratones portadores de la mutación.
El aumento de la liberación de dopamina observado en estos ratones es consistente con una de las teorías principales sobre la manía en humanos, que propone que un exceso de dopamina podría ser responsable de los síntomas maníacos.
Además de los hallazgos sobre la dopamina, el estudio reveló un fortalecimiento de las redes neuronales activadoras en los ratones, un desequilibrio que también se ha observado en pacientes con trastorno bipolar. Este desequilibrio entre las redes neuronales activadoras e inhibidoras podría ser un factor clave en la aparición de los síntomas maníacos.
Uno de los aspectos más prometedores del estudio fue la respuesta de los ratones al tratamiento con litio, un fármaco ampliamente utilizado en el tratamiento del trastorno bipolar. El litio redujo significativamente los síntomas maníacos en los ratones, lo que sugiere que este modelo animal podría ser útil para el desarrollo de nuevas terapias.
Además, los investigadores observaron que los ratones con la variante de riesgo del gen adenilato ciclasa 2 reaccionaron de manera diferente al estrés, pasando más rápidamente de una fase maníaca a una depresiva. Este hallazgo podría proporcionar nuevas pistas sobre cómo el estrés y otros factores ambientales interactúan con la genética para influir en el curso del trastorno bipolar.
Los resultados de este estudio podrían abrir nuevas vías para el desarrollo de tratamientos más efectivos e individualizados para el trastorno bipolar. Al comprender mejor cómo la mutación en el gen adenilato ciclasa 2 afecta a las vías de señalización en el cerebro, los científicos esperan identificar nuevos objetivos terapéuticos que podrían conducir a medicamentos que no solo controlen los síntomas del trastorno, sino que también aborden las causas subyacentes.
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