Aumenta el uso de ciudadanos estadounidenses por cárteles mexicanos para traficar drogas

Los cárteles mexicanos nunca dejan de buscar maneras para expandirse, y pese a que Estados Unidos les declaró la guerra, ahora están usando a sus ciudadanos para traficar sustancias ilícitas, según se puede ver en investigaciones y detenciones, mostrando que están cambiando algunos de los patrones de operación que los caracteriza.

Contrario a lo que se piensa acerca de que en la mayoría de los casos los migrantes colaboran con el tráfico de drogas hacia el interior del país, autoridades de seguridad y migración han descubierto que son muchos los ciudadanos estadounidenses quienes apoyan a los narcotraficantes para el trasiego de drogas, armas y dinero.

Hasta el 80% de las personas condenadas por tráfico de fentanilo en la frontera son estadounidenses, de acuerdo con U.S. Sentencing Commission. Tan sólo el pasado 28 de agosto fue arrestada una ciudadana en Nogales, Sonora, por ingresar a México dos fusiles Barrett M82 calibre .50, los cuales estaban ocultos en el motor de su camioneta.

De acuerdo con el diario Excélsior, el tráfico ilegal en la frontera ocurre en dos vías: de México hacia Estados Unidos llevando migrantes y droga; y de Estados Unidos hacia el Sur, contrabandeando armas y dinero proveniente de ganancias ilícitas.

Para cruzar el fentanilo, los narcotraficantes utilizan como “mulas” a mujeres embarazadas, menores de edad y hasta adultos mayores. Además, trafican personas utilizando papeles falsos, o usando vehículos conducidos por ciudadanos estadounidenses para evitar ser detenidos.

Según el medio antes citado, agentes migratorios descubrieron en dos días consecutivos cargamentos de fentanilo transportados por menores de edad estadounidenses: una adolescente de 16 años que pretendía ingresar a pie de México hacia Estados Unidos, previamente reportada como desaparecida, y dos menores a bordo de un automóvil conducido por su madre, donde había 54,000 pastillas de fentanilo y cuatro kilos de cristal escondidos en las llantas del vehículo.

En otro caso ocurrido en Arizona, una mujer fue arrestada por la Patrulla fronteriza ya que trasladaba a dos menores mexicanos desde Sonora; ambos niños estaban drogados y, cuando fueron despertados con dificultad, informaron que la mujer no era su madre, aunque llevaba papeles falsos, y que ella les había dado de tomar algo. La ciudadana estadounidense está siendo enjuiciada por tráfico de infantes.

Un recurso más que el crimen organizado utiliza es reclutar personas directamente de los centros de rehabilitación mexicanos, a los que acuden ciudadanos estadounidenses a recibir tratamiento a menor costo que en su país de origen.

Así, el crimen organizado sigue extendiendo sus tentáculos, logrando operar en muchas ocasiones sin ser descubierto, llevando sus productos que envenenan por varios países y llenando de sangre los lugares que se le oponen.

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