Buscan acabar con la ‘esclavitud y la servidumbre involuntaria de los presos’
Partidarios de la Proposición 6 buscan que los votantes aprueben que los reclusos tengan acceso a programas de rehabilitación
En Los Ángeles y Sacramento, decenas de personas se unen para respaldar el “Sí a la Proposición 6”, considerada como una iniciativa electoral para mejorar la seguridad y “poner fin a la esclavitud y la servidumbre involuntaria en las prisiones de California”.
Defensores de los reos, líderes sindicales y personas que alguna vez en su vida estuvieron encarceladas hablaron sobre sus experiencias de haberse visto obligadas a trabajar y, a menudo, privadas de no contar con programas de rehabilitación que los habrían preparado mejor para tener éxito tras su liberación.
“Tenemos que eliminar todos los vestigios de esclavitud en todas partes y este noviembre tenemos la oportunidad de hacerlo aquí, en California”, dijo Stanley Thermidor, estratega de políticas y defensa de A New Way of Life (Una nueva forma de vida).
Thermidor argumentó que con la Proposición 6, en lugar de que los reclusos sean obligados a trabajar “y ser esclavos” en las prisiones, las personas encarceladas tendrían acceso a programas de rehabilitación y educación para reintegrarse eficazmente a la sociedad.
Trabajo de manera involuntaria
La campaña de la Proposición 6 vuelve a centrar la atención hacia el Departamento Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR), y, de ser aprobada por los votantes, modificaría la Constitución de California para prohibir al estado castigar a personas encarceladas con asignaciones de trabajo involuntarias y disciplinar a quienes se niegan a trabajar.
“Desde la plantación [en los tiempos de la esclavitud en Estados Unidos] hasta el encarcelamiento masivo, el patrón es la explotación”, dijo Paul Briley, director ejecutivo de Legal Services for Prisoners with Children (LSPC/Servicios Legales para Prisioneros con Niños (LSPC).
Briley señaló que la evolución de laesclavitud recibe muchos nombres: trata de personas, servidumbre involuntaria y trabajo forzoso.
“Los principios rectores siguen siendo los mismos: servidumbre y sacar provecho del trabajo forzoso”, añadió Briley. “California es uno de los 16 estados que quedan [y sacan provecho de dicha servidumbre] y lideraremos la lucha para, en última instancia, poner fin a la esclavitud carcelaria a nivel federal”.
Cifras oficiales del CDCR muestran que, al 29 de mayo de 2024, había 91,556 personas bajo custodia en las 32 prisiones y campos de bomberos de California, aun cuando la capacidad institucional era de 75,526 personas.
Además, de las más de 90,000 personas encarceladas, el sistema penitenciario del estado emplea a casi 40,000 de ellos para que realicen una variedad de tareas como construcción, jardinería, cocina, limpieza y extinción de incendios.
Según la Proposición, patrocinada por la asambleísta Lori Wilson (Distrito 11 de Contra Costa, Sacramento y Solano) las prisiones estatales podrían establecer un programa de asignación de trabajo voluntario, para tomar tiempo libre de las sentencias, en forma de créditos.
‘Es una cuestión laboral’
Si se aprueba la iniciativa, permitiría que las ordenanzas de los condados o ciudades establezcan una escala salarial para las personas encarceladas en las cárceles locales.
“Los sindicatos de la Federación de California apoyan la Proposición 6, dijo Keith Brown, representante del Consejo Laboral de Alameda. “Esta es una cuestión laboral porque la esclavitud es el máximo robo de salarios”.
Keith Brown indico que “la esclavitud socava la dignidad de los derechos y de los trabajadores; al poner fin a la servidumbre involuntaria y la esclavitud en nuestras instalaciones correccionales, afirmamos que cada persona y trabajador merece respeto y trato humano”.
“Las fuerzas de trabajo de esclavos en prisión encarcelaron a personas para trabajar en trabajos sin futuro cuando podrían estar aprendiendo habilidades y accediendo a programas de rehabilitación que ayudan a garantizar que tengan las habilidades necesarias para tener éxito en el exterior”, dijo Chasety Reynolds, ex encarcelada y becaria de All of Us or None (AOUON/Todos o ninguno).
Durante la rueda de prensa hace unos días, frente al edificio del Centro de Detención para Mujeres del condado de Los Ángeles, en la ciudad de Lynwood, la pastora Adrian Zachary, de la iglesia Crossroad United Methodist Church de Compton, dijo que no solamente es una defensora de la Proposición 6, sino también madre de un hijo encarcelado.
“Reconozco y entiendo la importancia de la desigualdad en la que los hombres y mujeres encarcelados proporcionan trabajo de esclavos, y por eso estamos dispuestos a abolir eso al aprobar la Proposición 6 y la reasignación de recursos en nuestras comunidades para el reingreso y programas que brindarán una segunda oportunidad”, indicó.
Agrego que: “Cuando reconozcamos la importancia de la oportunidad y las formas en que la comunidad puede brindarles a aquellos que han sido impactados por el encarcelamiento, sus vidas van a cambiar, sus familias sanarán y formarán parte de un sistema que nos hará avanzar”.
Los defensores de la medida legislativa aseguraron que muchas de las personas encarceladas sufren problemas de salud mental, abuso de sustancias y manejo de la ira, pero en lugar de recibir el tratamiento que necesitan, se ven obligados a trabajar.
Consideraron que, más allá del tratamiento, muchos reclusos podrían tener acceso a la educación superior, mientras están en prisión, preparándolos mejor para tener éxito tras su liberación, pero en lugar de permitirles obtener un título y romper el ciclo de encarcelamiento, “el sistema los obliga a realizar trabajos esclavos en trabajos de baja categoría que no les ofrecen ningún futuro”.
‘Fin a la esclavitud en las prisiones’
Tras abogar para que la ciudadanía respalde con su voto la Proposición, el 5 de noviembre, Susan Burton, fundadora del New Way of Life Reentry Project (Proyecto de reingreso a una nueva forma de vida, expuso que la explotación del trabajo de los reclusos se da cuando les pagan salarios tan bajo como ocho centavos por hora.
“Queremos poner fin a la esclavitud en las prisiones de California”, declaró Susan Burton. “La Proposición 6 estará en la boleta electoral en todo California y queremos poner fin a la explotación de nuestra mano de obra; estamos trabajando en prisiones y no nos dan prestaciones por desempleo… Están explotando nuestra mano de obra por ocho, 10 o 12 centavos la hora y regresamos a nuestras comunidades sin nada”.
Los reunidos ese día dieron a conocer que la Autoridad de la Industria Penitenciaria de California (CALPIA) genera $180 millones “explotando a personas encarceladas” en la elaboración de ropa, accesorios de vestir, calzado y calcetines, overoles, pantalones, shorts y ropa interior, camisas, chalecos, letreros metálicos, señales de tránsito, productos de limpia y suministros de oficina y muebles.
Al cierre de edición, la Asociación de Oficiales de Paz Correccionales de California (CCPOA) no respondieron sobre su posición a la presunta eliminación de todos los vestigios de esclavitud en todas las cárceles y prisiones de California, en noviembre.
Por su parte, Terry Hardy, portavoz del Departamento Correcciones y Rehabilitación de California, respondió que las autoridades del CDCR no comentan sobre las enmiendas constitucionales propuestas.
Sin embargo, en un comunicado externo se dice que, a partir de 2016 de este año, el CDCR aumentó los salarios de los trabajadores encarcelados como parte de su compromiso de preparar a las personas para una reintegración exitosa a sus comunidades.
“Este cambio se alinea con el modelo de California, que enfatiza la seguridad pública, el bienestar de los empleados y las oportunidades de rehabilitación”, se indica en el comunicado.
“La decisión, basada en aportes de empleados, personas encarceladas y organizaciones comunitarias, tiene como objetivo permitir que las personas encarceladas trabajen menos horas, mientras participan en programas de rehabilitación”, añade el texto, e indica que “el aumento salarial incentiva la conservación del empleo, apoya los pagos de restitución y ayuda a las personas a ahorrar para su liberación”.
Además se expuso, que se han eliminado todas las asignaciones de trabajo no remuneradas y hasta el 75 por ciento de los empleos de tiempo completo pasarán a puestos de medio tiempo. Casi 60,000 personas encarceladas tienen asignaciones laborales en prisiones de California.
¿Cuánto ganan los reclusos?
Los reclusos en las prisiones de California ganan entre 16 y 74 centavos por hora, dependiendo de su nivel de habilidad. La escala salarial es la siguiente:
Nivel 1: persona líder: Ganaentre $0.32 y $0,37 por hora, o entre $48 y $56 por mes.
Nivel 2: persona con habilidad especial. Gana entre $0.19 y $0.32 por hora, o entre $29 y $48 por mes
Nivel 3: Técnico: Ganaentre $0.15 y $0.24 por hora, o entre $23 y $36 por mes
Nivel 4: Semicualificado: Gana entre $0.11 y $0.18 por hora, o entre $17 y $27 por mes
Nivel 5: Obrero: Gana entre $0.08 y $0.13 por hora, o entre $12 y $20 por mes