Caídas y cambios de personalidad podrían ser señales tempranas de demencia

La demencia se manifiesta en signos tempranos como cambios en el comportamiento, dificultad para caminar, caídas y pérdida de juicio financiero

Vivir en barrios más pobres aumenta el riesgo de demencia: estudio

La demencia es un trastorno neurológico que afecta la memoria y las habilidades cognitivas. (Shutterstock) Crédito: Bencemor | Shutterstock

La demencia, frecuentemente asociada con la pérdida de memoria, esconde una diversidad de síntomas que se manifiestan gradualmente y que son fáciles de ignorar. La falta de agudeza en las decisiones, confusión al expresarse o la incapacidad de gestionar asuntos financieros son algunos de los indicadores que pueden pasar desapercibidos hasta que el deterioro cognitivo es evidente.

La psicoterapeuta estadounidense Amy Bloom describe en su libro “In Love” cómo su esposo comenzó a mostrar señales casi imperceptibles de demencia temprana, como la confusión respecto a la organización de un club de lectura.

Este tipo de incidentes, que al principio parecen despistes, van sumándose hasta revelar un trastorno mayor. Bloom relata cómo su esposo acudía en días incorrectos a reuniones o se quejaba de mensajes inexistentes, lo que generaba perplejidad en quienes lo rodeaban.

No solo la pérdida de memoria caracteriza la demencia; los cambios de personalidad y alteraciones en el comportamiento pueden ser indicadores precoces de que algo no anda bien. La madre de la autora fue un claro ejemplo, pues comenzó a expresar comentarios poco corteses, una conducta fuera de su carácter amable y reservado.

Según el Dr. Antonio Terracciano, profesor en la Universidad Estatal de Florida en entrevista para SCMP, estos cambios de personalidad tienden a notarse más con la progresión del deterioro cognitivo. Su investigación reciente ha explorado cinco dimensiones principales de la personalidad y cómo estas varían ante la demencia, destacando un patrón donde los rasgos de responsabilidad y amabilidad disminuyen, mientras que el neuroticismo tiende a aumentar.

Uno de los efectos más sutiles de la demencia puede observarse en el ámbito financiero. Muchas veces, familiares de personas diagnosticadas con demencia se percatan retrospectivamente de decisiones económicas desfavorables o arriesgadas que tomaron sus seres queridos.

Un estudio reciente del Hospital Brigham and Women’s, en colaboración con la Facultad de Medicina de Harvard, ha planteado una hipótesis relevante: las caídas recurrentes en personas mayores podrían ser un signo de advertencia temprana de demencia.

La investigación dirigida por el Dr. Alexander Ordoobadi reveló que los adultos mayores que sufren caídas frecuentes presentan, en algunos casos, un deterioro cognitivo leve, considerado un precursor de enfermedades como el Alzheimer.

Las caídas siempre son un riesgo

Las caídas representan un riesgo importante en la población geriátrica, especialmente porque tienden a ser atribuidas al envejecimiento normal en lugar de ser evaluadas como un posible síntoma de demencia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran casi 40 millones de caídas graves que requieren atención médica en personas mayores, con consecuencias que incluyen fracturas y lesiones que pueden reducir significativamente su movilidad y calidad de vida. En casos graves, la inmovilidad prolongada puede acelerar otras complicaciones médicas, agravando el estado de salud de los afectados.

En el aspecto de la conducción, las personas con demencia temprana pueden manifestar dificultades que, aunque sutiles al inicio, representan un peligro tanto para ellas como para quienes las rodean. Ganesh Babulal, profesor de neurología en la Universidad de Washington, describe la conducción como una actividad que demanda una “perfecta sincronización cognitiva.” La incapacidad de reaccionar adecuadamente, las decisiones erráticas o la desorientación al conducir son indicativos de que el deterioro cognitivo está avanzando.

Aunque para muchos familiares y cuidadores los signos de demencia no son obvios al principio, retrospectivamente, pueden notarse pequeñas señales: cambios en la personalidad, fallos en el juicio financiero, dificultades para desplazarse o caídas.

Estudios recientes, como los de Ordoobadi y Terracciano, amplían el conocimiento sobre estos síntomas iniciales y revelan que el daño cognitivo se presenta de múltiples formas, alertando así sobre la necesidad de atención temprana y adecuada.

Sigue leyendo:

En esta nota

caidas demencia personalidad
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain