Un control de colesterol de cinco minutos podría detectar si padeceremos demencia
Un estudio en Australia revela que el control del colesterol podría ayudar a predecir la demencia años antes del diagnóstico, promoviendo medidas preventivas

Crédito: Jarun Ontakrai | Shutterstock
Un estudio reciente en Australia sugiere que un simple análisis de colesterol podría ofrecer una herramienta valiosa para predecir el desarrollo de la demencia hasta seis años antes de que se manifiesten los síntomas clínicos.
Este hallazgo fue el resultado de una investigación que involucró a casi 10.000 adultos mayores de 70 años, cuyos niveles de colesterol fueron monitoreados durante seis años. Los resultados ofrecen esperanzas en el campo de la medicina preventiva, especialmente para quienes podrían estar en riesgo de sufrir problemas cognitivos con el envejecimiento.

La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad Monash de Melbourne, observó que aquellos con niveles estables de colesterol tenían significativamente menos probabilidades de recibir un diagnóstico de demencia o presentar deterioro cognitivo en comparación con aquellos con niveles de colesterol fluctuantes.
Los hallazgos fueron descritos por los investigadores como “importantes” al subrayar que las fluctuaciones en los niveles de colesterol parecen tener una correlación directa con el riesgo de padecer problemas cognitivos en edades avanzadas.
El Dr. Zhen Zhou, especialista en enfermedades crónicas y envejecimiento y autor principal del estudio, explicó la posible utilidad de estos hallazgos para la detección y el seguimiento preventivo de personas mayores.

“Las personas de edad avanzada con niveles de colesterol inestables, incluso cuando no han iniciado o suspendido medicamentos para reducir los lípidos, podrían beneficiarse de un monitoreo más cercano y de estrategias preventivas”, explicó Zhou.
Los expertos creen que estos estudios pueden ser una herramienta para identificar, mediante controles rutinarios, a quienes están en mayor riesgo, facilitando así intervenciones tempranas que podrían mitigar el avance de la demencia.
Durante el seguimiento, 509 participantes fueron diagnosticados con demencia, mientras que 1.760 desarrollaron deterioro cognitivo sin llegar a la demencia. El análisis reveló que aquellos con las mayores variaciones en sus niveles de colesterol total, especialmente los que se ubicaban en el 25% superior, tenían hasta un 60% más de probabilidades de desarrollar demencia. Asimismo, un 23% tenía mayor probabilidad de sufrir deterioro cognitivo, incluso si sus valores de colesterol no eran extremadamente altos. Entre los factores que contribuyeron al deterioro cognitivo se encontró el colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad), comúnmente conocido como “colesterol malo”.
Las personas con niveles elevados de LDL mostraron un descenso más acelerado en pruebas de memoria, velocidad de reacción y otras evaluaciones cognitivas. A diferencia del colesterol HDL (lipoproteína de alta densidad), el cual elimina colesterol de las arterias y se asocia con una reducción en el riesgo de enfermedades cardíacas, los valores altos de LDL son conocidos por su relación con bloqueos en los vasos sanguíneos, problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, los investigadores indicaron que las fluctuaciones en los niveles de HDL no parecían asociarse con mayor riesgo de demencia o deterioro cognitivo, lo que sugiere que los efectos nocivos son específicos del colesterol LDL.
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