FTC lleva a Meta a juicio por caso antimonopolio que involucra a WhatsApp e Instagram

La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC) ha avanzado en un caso antimonopolio contra Meta, previamente conocida como Facebook, alegando que las adquisiciones de Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014 constituyen estrategias monopólicas. 

Este caso, originalmente presentado en 2020 bajo la administración de Donald Trump, busca desmantelar lo que la FTC califica como el “poder monolítico” de Meta en el mercado de redes sociales. El objetivo principal es reducir la influencia de la empresa liderada por Mark Zuckerberg, a la que se acusa de eliminar competidores potenciales en lugar de innovar o competir directamente.

Detalles de la demanda

La FTC argumenta que las compras de Instagram y WhatsApp no fueron simples inversiones estratégicas, sino movimientos diseñados para anular amenazas competitivas. Según el organismo regulador, esto ha limitado la innovación, restringido opciones para los consumidores y consolidado un monopolio perjudicial para el mercado tecnológico. 

La demanda señala que Meta utiliza prácticas como restringir el acceso de desarrolladores a sus plataformas para mantener su control y evitar la competencia directa con sus servicios principales.

Meta sostiene que la acusación de la FTC carece de fundamentos sólidos al ignorar la creciente competencia de plataformas como TikTok, YouTube y X (antes Twitter). Además, recalca que las adquisiciones se realizaron hace más de una década y fueron aprobadas por las autoridades en su momento. En este contexto, la empresa defiende que el mercado de redes sociales es dinámico y que su posición no es un monopolio, sino el resultado de estrategias legítimas y legales.

Implicaciones del caso

Este juicio es uno de los más destacados en la lucha antimonopolio en Estados Unidos, donde grandes tecnológicas como Alphabet (Google), Amazon y Apple también enfrentan demandas similares. En caso de que la FTC logre demostrar sus alegaciones, Meta podría enfrentarse a la posibilidad de vender Instagram y WhatsApp, marcando un precedente significativo para la regulación de gigantes tecnológicos. Además, este caso podría influir en la forma en que las empresas tecnológicas planean adquisiciones futuras, impulsando una supervisión más estricta por parte de los reguladores.

Este enfrentamiento legal entre la FTC y Meta refleja un cambio en la actitud de los gobiernos hacia las grandes empresas tecnológicas, buscando limitar su poder en pro de la competencia y los derechos de los consumidores. Aunque el caso aún no tiene una fecha de juicio definida, su resolución podría remodelar el panorama tecnológico global, estableciendo nuevos estándares para las relaciones entre corporaciones y reguladores.

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