La estimulación cerebral puede ayudar a algunas personas a volver a caminar

Estimulación cerebral profunda en el hipotálamo mejora la movilidad en pacientes con lesiones medulares, marcando un avance prometedor para su rehabilitación

La estimulación cerebral puede ayudar a algunas personas a volver a caminar

La técnica, destinada a pacientes cuya conexión entre el cerebro y la médula espinal no está completamente interrumpida, se basa en amplificar las señales cerebrales hacia las extremidades. Crédito: Steve Buissinne | Pixabay

Un avance revolucionario en la rehabilitación de lesiones medulares está ofreciendo nueva esperanza a quienes buscan recuperar la movilidad. Investigadores suizos han desarrollado una técnica que combina estimulación cerebral profunda y meses de entrenamiento, permitiendo a pacientes con lesiones incompletas en la médula espinal superar barreras físicas antes impensables. El estudio, publicado en Nature Medicine, muestra cómo este enfoque transforma las vidas de personas con capacidad limitada para caminar, marcando un hito en la investigación médica.

Wolfgang Jaeger, de 54 años, es uno de los dos pacientes involucrados en los primeros ensayos humanos. Antes de recibir el tratamiento, su miedo a las escaleras era constante, ya que incluso unos pocos peldaños representaban un desafío insuperable. Tras someterse al procedimiento, Jaeger describió cómo experimentó una mejoría inmediata en su movilidad. “Ahora, cuando veo una escalera con pocos escalones, sé que puedo subirla yo solo”, compartió en un video que acompaña al estudio. Su testimonio ilustra la profunda transformación que el procedimiento puede generar en quienes lo reciben.

La técnica, destinada a pacientes cuya conexión entre el cerebro y la médula espinal no está completamente interrumpida, se basa en amplificar las señales cerebrales hacia las extremidades. Esto se logra mediante la estimulación cerebral profunda, un procedimiento que ya se utiliza en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson. Los investigadores identificaron una región específica del cerebro, el hipotálamo lateral, como clave para la recuperación de la movilidad en lesiones medulares. Esta área, conocida por regular la motivación y la excitación, alberga neuronas que parecen jugar un papel esencial en la capacidad de caminar tras una lesión.

Para mapear esta actividad, los científicos utilizaron imágenes 3D de cerebros de ratones con lesiones similares. Este enfoque les permitió construir un “atlas de todo el cerebro”, identificando las neuronas responsables de estimular la marcha. A través de la estimulación cerebral profunda, lograron potenciar estas señales. En el procedimiento, se implantan electrodos en el cerebro conectados a un dispositivo en el pecho del paciente, que envía impulsos eléctricos cuando se activa.

Uno de los momentos más significativos del estudio ocurrió cuando una paciente humana, también participante del ensayo, experimentó el dispositivo por primera vez. Según la neurocirujana Jocelyne Bloch, la paciente manifestó: “Siento mis piernas” al activarse el dispositivo. Al aumentar la intensidad de la corriente, declaró sentir “la necesidad de caminar”, lo que marcó un punto de inflexión en su proceso de rehabilitación.

Ambos pacientes en el ensayo tuvieron metas claras. Mientras que Jaeger quería subir escaleras de forma independiente, la otra participante buscaba caminar sin necesidad de un andador. A través de meses de rehabilitación y entrenamiento de fuerza, lograron alcanzar sus objetivos, destacando la importancia de combinar tecnología avanzada con esfuerzo personal.

Los resultados no solo se limitan a las mejoras inmediatas, sino que también indican un impacto a largo plazo. Jaeger relató cómo, durante unas vacaciones, logró subir y bajar escaleras sin dificultad, describiéndolo como “una sensación maravillosa de independencia”. Además, con el tiempo, incluso cuando el dispositivo estaba apagado, notó una mayor rapidez y resistencia al caminar.

Aunque este enfoque representa un avance significativo, los investigadores enfatizan que no será adecuado para todos los pacientes. La técnica depende de la cantidad de señales que aún fluyen entre el cerebro y la médula espinal. Además, la idea de someterse a una intervención quirúrgica en el cerebro puede generar reticencias en algunos pacientes, a pesar de la seguridad cada vez mayor de este procedimiento.

El equipo liderado por Gregoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, ve en este avance un camino hacia un tratamiento combinado. La estimulación simultánea de la médula espinal y el hipotálamo lateral podría representar una solución más efectiva para abordar diferentes tipos de lesiones en el futuro. Por ahora, el estudio abre nuevas posibilidades y un rayo de esperanza para quienes enfrentan limitaciones motoras debido a lesiones medulares.

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