Artista angelino hace realidad sueños especiales en México
Rompe fronteras con su labor inclusiva de apoyo a los artistas que conviven con alguna discapacidad

El artista plástico Miguel Dergar lleva sillas de ruedas a artistas con necesidades especiales a México. Crédito: Araceli Martinez | Impremedia
Por quinto año consecutivo, el artista plástico mexicoamericano Michael Dergar hizo realidad los sueños de jóvenes y adultos mayores mexicanos con necesidades especiales al entregarles becas y sillas de ruedas.
Al mismo tiempo cumplió su propio sueño de dotar de un elevador al histórico Teatro Ángela Peralta de la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, el cual permitirá que las personas con capacidades especiales puedan subir al segundo piso y disfrutar de las exhibiciones artísticas.
“En los últimos cinco años, entre Oaxaca y Mazatlán, hemos entregado 120 sillas de ruedas, y becas para impulsar los micronegocios de los artistas especiales”, dijo el pintor.

Emocionado, relató cómo hace 27 años dejó el puerto mazatleco donde nació y creció en una colonia popular para emigrar a Estados Unidos.
“La creación de la Fundación de la Academia para los Sueños Especiales obedece a la necesidad de regresar un poquito a mi país, y eso me llena de orgullo”, comentó.
Y añadió que la donación de las sillas de ruedas lleva la intención de crear un mundo más inclusivo para las personas con alguna necesidad especial.

Muchas de las personas que recibieron las nuevas sillas de ruedas, se movilizaban en sillas ya muy desgastadas por el uso y ante la falta de recursos para adquirir una en mejor estado.
En la ceremonia de entrega de sillas de ruedas y becas, se puso en marcha el elevador, el cual fue posible gracias a los donativos de artistas locales e internacionales, quienes donaron obras de arte de su autoría para recaudar fondos. También hubo donadores locales y patrocinadores.

“Parte de nuestra misión es apoyar a los artistas mexicanos con necesidades especiales para que se les reconozca a nivel internacional”, dijo el artista.
Raul Rico, director del Instituto de Cultura de Mazatlán, dijo que hace cuatro años conoció el trabajo que Michael Dergar realiza por la comunidad artística con necesidades especiales.
Particularmente se sintió atraído por su proyecto para construir un elevador en el Teatro Ángela Peralta, de manera que los artistas especiales no tuvieran impedimento alguno para ascender al segundo piso.

“¿Por qué lo haces? le pregunté. Me platicó que se fue a Los Ángeles, triunfó y regresó a su ciudad a tratar de corresponder con algo. Con su labor, Michael nos ha dado un ejemplo a todos”.
Y más aún relató que cuando se hizo una cena para recaudar fondos para el elevador, y les hacían falta 100,000 pesos para dar vida al proyecto, el artista mazatleco-angelino, afirmó contundente, “yo los pongo, y aportó ese dinero en silencio y con discreción”.
El director de cultura de Mazatlán apreció también el esfuerzo de Dergar, por establecer un intercambio de artistas entre Mazatlán y Estados Unidos. “Lleva artistas de aquí; y trae a Mazatlán, artistas estadounidenses”.

Dory Perdomo, pintora y directora de la galería de arte Baupres, dijo que la construcción del ascensor no solo permite que las personas con discapacidad puedan subir a disfrutar las exposiciones de arte.
“Representan una significativa contribución para erradicar la desigualdad de oportunidades para las personas con necesidades especiales”.
Recordó que el proyecto Uniendo Fronteras llegó hace cinco años de la mano de Michael Dergar como el sueño de un mazatleco que ha dedicado parte de su vida al arte inclusivo.
“No solo ha logrado cruzar fronteras sino sembrar la semilla de la inclusión en nuestra sociedad, logrando visualizar a la comunidad con discapacidad”.


Pero además enfatizó que ha conseguido que instituciones privadas y públicas unan voluntades para hacer posible los sueños de los seres de luz que dan muestras de talento.
“En cada una de sus piezas, nuestros artistas especiales han plasmado la belleza de su alma pura, sin más expectativa que ser mirados con dignidad y respeto”.
Perdomo terminó diciendo que los artistas especiales no poseen una discapacidad sino una habilidad diferente.