Más de 140 trabajadores de Facebook en Kenia fueron diagnosticados con TEPT
Moderadores de contenido en Kenia demandan a Meta tras sufrir TEPT severo por trabajo traumático. Acusan a la empresa de negligencia en su bienestar
Meta tendrá que pagar más de $100 millones de dólares de multa por no proteger correctamente las claves de millones de usuarios de Facebook Crédito: Shutterstock
La salud mental de los moderadores de contenido que trabajan en plataformas de redes sociales ha sido nuevamente el centro de atención, esta vez en Kenia, donde más de 140 trabajadores han sido diagnosticados con trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros problemas de salud mental.
Estos diagnósticos, realizados por el Dr. Ian Kanyanya, jefe de los servicios de salud mental del Hospital Nacional Kenyatta en Nairobi, han sido presentados como prueba en una demanda contra Meta, la empresa matriz de Facebook, y su socio de subcontratación, Samasource Kenya, ahora conocida como Sama.
La demanda colectiva surge de años de quejas sobre las condiciones laborales de los moderadores, quienes diariamente deben revisar contenido extremadamente gráfico que incluye videos de asesinatos, suicidios, violencia sexual, abuso infantil y otras imágenes.
Según los informes médicos presentados ante el tribunal de empleo y relaciones laborales de Nairobi, el 81 % de los evaluados sufría de TEPT severo. Estas cifras subrayan la magnitud del impacto psicológico que este trabajo tiene sobre quienes lo realizan, especialmente en países en desarrollo donde suelen externalizarse estas funciones.
El caso actual es una extensión de una demanda presentada en 2022 por un exmoderador de Facebook que alegaba haber sido despedido ilegalmente por organizar protestas contra las injustas condiciones laborales en Samasource Kenya.
Según Foxglove, una organización sin fines de lucro con sede en el Reino Unido que apoya a los demandantes, los 260 moderadores de contenido de Samasource en Nairobi fueron despedidos el año pasado como represalia por denunciar bajos salarios y malas condiciones laborales.
Los demandantes trabajaron en la empresa entre 2019 y 2023, y muchos enfrentan ahora problemas de salud mental significativos que atribuyen directamente a su experiencia laboral.
El testimonio de los afectados ilustra vívidamente el alcance del daño. Un moderador describió cómo el contenido que revisaba le provocaba pesadillas recurrentes, recuerdos intrusivos y crisis nerviosas. Otro relató haber desarrollado tripofobia después de analizar imágenes gráficas, como gusanos saliendo de una mano en descomposición.
Paranoia y ansiedad
Estas experiencias han llevado a muchos a vivir con paranoia y ansiedad severa, un costo humano que los demandantes argumentan que Meta y Sama deberían asumir.
Meta, por su parte, ha declinado comentar sobre los informes médicos debido al litigio en curso, aunque ha defendido que sus contratos con terceros establecen expectativas claras sobre el bienestar de los moderadores, incluyendo acceso a asesoramiento psicológico, formación y condiciones laborales adecuadas.
Sin embargo, activistas como Martha Dark, codirectora ejecutiva de Foxglove, consideran insuficientes estas medidas. Según Dark, “moderar Facebook es un trabajo peligroso que inflige TEPT de por vida a casi todos los que lo realizan”. Ella argumenta que si estos diagnósticos ocurrieran en cualquier otra industria, los responsables enfrentarían consecuencias legales significativas.
En años recientes, moderadores de contenido de otras plataformas como TikTok también han presentado demandas por daños psicológicos asociados con su trabajo. En 2021, una moderadora demandó a TikTok tras desarrollar trauma psicológico, y en 2022 surgieron nuevos reclamos similares contra la misma empresa.
Estas acciones legales reflejan una creciente presión global sobre las plataformas tecnológicas para abordar las condiciones laborales de quienes desempeñan estas funciones esenciales pero invisibles.
El caso de Kenia podría sentar un precedente importante. A medida que más trabajadores afectados se organizan para exigir responsabilidad, se intensifica el escrutinio sobre cómo las grandes tecnológicas gestionan el trabajo de moderación.
Este trabajo, aunque fundamental para mantener las plataformas seguras para los usuarios, tiene un costo humano que muchas empresas han ignorado durante demasiado tiempo. La demanda en curso no solo busca compensación para los trabajadores, sino también un cambio estructural que garantice la protección de su bienestar mental en el futuro.
El fallo del tribunal, aún pendiente, podría marcar un punto de inflexión en la industria tecnológica y en la manera en que se aborda el impacto del trabajo de moderación de contenido, especialmente en regiones donde los recursos y las protecciones laborales son limitados.
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