Ronda Política: Premios y castigos en el Concejo de Los Ángeles
El nuevo presidente compensa a sus aliados políticos y hace un lado a quienes no lo apoyan y cuestionan
La concejal Mónica Rodríguez parece estar pagando el precio de ser una voz crítica en el Cabildo y oponerse a algunos de los proyectos y programas del presidente del Concejo de Los Ángeles, Marqueece Harris-Dawson y de la alcaldesa Karen Bass.
Rodriguez, quien es concejal del Valle de San Fernando, se ha distinguido por cuestionar el acercamiento de la alcaldesa Bass en el tema de las personas sin hogar, concretamente el programa Inside Safe, señalando que debía recibir un mayor escrutinio del Concejo.
También criticó acremente a Harris-Dawson por su propuesta para aumentar el salario mínimo de los trabajadores hoteleros en 48% en un periodo de tres años, hasta llegar a $30 para el 2028.
El resultado fue que Harris-Dawson eliminó a Rodríguez del Comité de Desamparo del Cabildo.
No contento con sacarla del Comité del Desamparo, le infligió un mayor castigo al quitarla del Comité del Presupuesto y del Comité de Seguridad Pública. Rodríguez había sido la presidenta de dicho comité en los últimos seis años.
En cambio, Harris-Dawson premió a quienes presentaron la moción para que fuera presidente del Concejo, las concejales Katy Yaroslavsky, Eunisses Hernández y Heather Huttt.
La excusa del nuevo presidente para darles más poder a sus aliadas políticas, es que quiere perspectivas frescas, mientras que Rodríguez se preguntó si acaso Harris-Dawson aprecia un proceso de decisiones que respete a los contribuyentes.
El problema con el nuevo líder del Concejo es que está poniendo al frente de importantes comités a concejales novatos que podrán tener mucha pasión, compromiso y talento según él dice, pero no poseen la experiencia que se necesita para problemas graves como el desamparo y la indigencia.
A lo mejor, lo que Harris-Dawson quiere en el fondo, es gente a la que pueda manejar, y que no cuestione sus decisiones, pero cuando se trata del dinero público, debe darse prioridad a la gente con la preparación que dan los años de trabajo, aunque no siempre haya coincidencias.
Sin menospreciar a las personas que la van a reemplazar, Rodríguez es la más capacitada.
Pero veamos algunas otras de sus decisiones de Harris-Dawson: Al concejal John Lee lo colocó como presidente del Comité de Seguridad Pública, sin importar que enfrenta una queja de diez violaciones éticas por presuntamente recibir regalos y se encuentra bajo investigación; y al concejal Curren Price, con diez cargos por delitos graves en una corte criminal, le aseguró un lugar en el Comité de Desamparo.
Tales nombramientos no fueron bien vistos por las organizaciones ciudadanas que vigilan el buen funcionamiento del Cabildo.
A la concejal Yaroslavsky, la primera en darle su respaldo para que fuera presidente del Concejo, la puso como titular del Comité de Presupuesto. Para ello, quitó al concejal Bob Blumenfield del cargo, quien por cierto fue su oponente en la lucha por la presidencia.
A la concejal Hernández, quien también fue de las primeras en favorecer que fuera presidente del Concejo, la designó presidenta del Comité de Asuntos Públicos y la hizo parte del Comité del Presupuesto. Y vaya que fue dadivoso con Hernández, ya que la nombró copresidenta del nuevo comité especializado en la prevención, intervención y servicios comunitarios de las crisis que no requieren la intervención de oficiales armados del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
Qué escándalo
Brian K. Williams, quien fue nombrado en 2023 por la alcaldesa Karen Bass como vicealcalde a cargo de las iniciativas de seguridad pública, fue puesto bajo licencia administrativa, después de que el FBI cateara su casa como parte de una investigación sobre una amenaza de bomba contra el Ayuntamiento realizada entre septiembre y octubre.
De acuerdo al Departamento de Policía de Los Ángeles, Williams es probablemente la persona que hizo la amenaza, si bien, al final no se encontró ninguna bomba. Williams, por supuesto, se dice inocente. Pero si resulta culpable, qué grave haberlo tenido en una posición tan importante. Nada menos que era el hombre de confianza de la alcaldesa encargado de supervisar los diferentes cuerpos policiacos del municipio, incluidos los bomberos, la policía del puerto de Los Ángeles y del LAX.