Nuevas políticas migratorias de Trump ponen en riesgo 50,000 viviendas en México y a miles de familias
México podría enfrentar una crisis de desarrollo urbano sin precedentes y obligar a millones de deportados a condiciones de hacinamiento e inseguridad
Una deportación masiva obligaría a tener 3 millones de viviendas adicionales, lo que desataría una severa crisis en México. Crédito: Christian Chavez | AP
Una vez que regresó a la Casa Blanca, Donald Trump firmó órdenes ejecutivas que incluyen la declaración de una emergencia nacional en la frontera sur de Estados Unidos, además de poner en marcha su plan de deportaciones a inmigrantes que estén relacionados con delitos, pero que según distintas organizaciones, también impactó en el resto de la comunidad.
As, tras el anuncio de políticas de deportación masiva y restricciones comerciales por parte del Donald Trump, el Colegio de Urbanistas de México (ECUM) levantó la voz y aseguró que el nuevo gobierno no solo amenaza la economía mexicana sino que también podría revertir décadas de progreso en desarrollo urbano, especialmente en los sectores de vivienda.
Según una estimación dada a conocer, alrededor del 20% de las remesas se usan para la construcción o mejora de viviendas en México, particularmente en áreas rurales y urbanas marginadas.
Con las remesas representando aproximadamente el 3.4% del PIB de México en 2024, una disminución significativa debido a las deportaciones podría frenar drásticamente la autoproducción y mejoramiento de vivienda.
Según estimaciones basadas en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), si las remesas se redujeran en un 10%, podría haber una reducción de hasta 50,000 viviendas anuales construidas o mejoradas, considerando que en 2023 se construyeron cerca de 250,000 viviendas con apoyo del envío de dinero desde Estados Unidos.
Por otra parte, según el reporte, el retorno masivo de migrantes plantearía uno de los desafíos más grandes para México en términos de vivienda. Si se deportaran 12 millones de mexicanos, como algunas proyecciones sugieren, habría una necesidad urgente de más de 3 millones de viviendas adicionales en un corto período, asumiendo que cada familia repatriada necesita una casa y que el promedio de personas por hogar es de 3.6 habitantes por vivienda de acuerdo con INEGI. Además, muchos de estos regresarían a regiones con infraestructura insuficiente para acoger tal afluencia, agravando el problema.
Por lo tanto, incrementar la demanda de vivienda sin un plan adecuado podría llevar a la construcción de viviendas improvisadas o en condiciones de hacinamiento, exacerbando problemas de salud y seguridad.
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