Un comandante y un policía de Michoacán fueron hallados sin vida y con huellas de tortura
Dos oficiales enviados a Michoacán para investigar actividades de los cárteles, fueron secuestrados y posteriormente se encontraron sus cuerpos

Los oficiales fueron interceptados por un grupo de sicarios cuando llegaron a Apatzingán. Crédito: AP
El estado de Michoacán es una región con la presencia de varios cárteles, cuyas batallas se han tornado tan violentas que utilizan tácticas de guerra como minas antipersona y explosivos que arrojan usando morteros o drones.
En este contexto, un policía y un comandante que estaban comisionados para realizar una investigación especial en el municipio de Apatzingán, fueron hallados sin vida en una zona rural.
Se trata del comandante Sergio Esquivel Zavala y el policía ministerial Omar Maldonado Susunaga, quienes fueron privados de la libertad luego de ser interceptados por un grupo de sicarios cuando llegaron a Apatzingán en una camioneta de la Fiscalía General de la República.
El vehículo no ha sido localizado, pero los cuerpos de Sergio Esquivel y Omar Maldonado fueron hallados severamente torturados y asesinados a tiros con arma de fuego.
El cadáver de Esquivel fue abandonado sobre la carretera Apatzingán-Buenavista, mientras que el cuerpo de Maldonado fue dejado horas más tarde sobre la misma carretera pero en otra comunidad.
Hasta el momento, la fiscalía no ha informado sobre la investigación que llevaban a cabo Esquivel y Maldonado, quienes apenas habían sido asignados a la sede de la FGR en el municipio, aunque, de acuerdo con Latín Us, eran tareas contra líderes de los diversos cárteles que operan en la región.
Esquivel y Maldonado fueron interceptados por el grupo criminal que está al servicio de la alianza Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG), integrado por “Los Viagras” y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Varias conversaciones por medio de radios de comunicación entre este grupo criminal y su jefe directo, Gerardo Valencia Barajas, alias “El Astilla”, fueron interceptadas, gracias a lo cual las autoridades se enteraron que traían amarrados y golpeados a los investigadores.
César Arellano Sepúlveda, alias “El Botox”, habría pedido bloquear carreteras, colocar ponchallantas y asesinar a elementos de seguridad estatales y federales como reacción a los operativos en su contra en agosto del año pasado.
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