Joël Le Scouarnec, el cirujano acusado de abusar sexualmente de 299 pacientes menores de edad en Francia
Francia se prepara para el juicio de pederastia más grande que haya visto el país, y el acusado es el cirujano Joël Le Scouarnec, de 74 años
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El cirujano retirado enfrentará un juicio sin precedentes en Vannes, Francia. Crédito: AFP/Getty Images
Una fecha, un nombre, un apellido y detalles minuciosos de las violaciones y abusos sexuales que cometía contra sus pacientes. La mayoría, niños y niñas, casi siempre cuando estaban sedados, en el pabellón o recuperándose de algún procedimiento médico.
De eso iban los diarios que acumuló por años el retirado cirujano francés Joël Le Scouarnec, de 74 años.
Según la fiscalía, el médico nacido en París cometió delitos sexuales al alero del sistema de salud francés por casi 30 años. El próximo 24 de febrero, se convertirá en el protagonista del juicio de pederastia más grande que haya visto Francia.
El proceso tendrá lugar en el tribunal penal de Morbihan, en Vannes, al noroeste del país. Ahí Le Scouarnec será juzgado por los delitos de violación y agresión sexual agravadas en contra de 299 víctimas.
Francia se prepara así para un nuevo juicio de violencia sexual sin precedentes, que se iniciará a sólo dos meses de la condena contra Dominique Pelicot, quien fue sentenciado en diciembre pasado por violar y drogar a su mujer para que otros 50 hombres la abusaran mientras dormía.
Fue un caso que impactó a los franceses y al mundo entero luego de que la víctima, Gisèle Pelicot, renunciara a su derecho al anonimato e hiciera públicas las atrocidades que vivió.
“Un verdadero perverso”
Le Scouarnec, quien hoy se encuentra detenido por otros cuatro casos juzgados en 2020, se enfrenta a 20 años de prisión, la pena máxima para el delito de violación en Francia.
El promedio de edad de sus presuntas víctimas al sufrir los abusos es de 11 años, según confirmó el fiscal del caso, Stéphane Kellenberger. Del total, 158 son hombres y 141 son mujeres. Sólo 14 de ellas tenían más de 20 años cuando fueron agredidas, mientras que 256 eran menores de 15.
Las presuntas agresiones las habría cometido en su paso por distintos hospitales y centros de salud franceses, principalmente en la región de Bretaña, al noroeste del país. Los hechos más antiguos datan de enero de 1989 y los más recientes de enero de 2014.
La abogada Francesca Satta representará a una decena de víctimas y familiares que se constituyeron como parte civil, entre ellos a los padres y abuelos de dos hombres que, tras enterarse por la policía que aparecían en las entradas de los diarios del cirujano, se suicidaron.
También representará al hijo de un expaciente que se quitó la vida al conocer las anotaciones que narraban los abusos que había sufrido en su infancia.
En conversación con BBC Mundo, la jurista señala que “este es el mayor proceso contra un pedófilo a nivel mundial. Este caso será un hito no sólo por el número de víctimas, sino también por la impunidad de la que disfrutó Le Scouarnec durante más de 30 años, tanto en su vida profesional como personal”.
“Le Scouarnec era un verdadero perverso en cuanto su aspecto psicológico; consideraba a los menores que tenía delante de él como objetos. Nunca llegó a mostrar empatía por lo ocurrido, los veía como muñecos que usaba para sus necesidades sexuales. Sólo vivía para eso. Muchas de estas personas han sufrido un daño inmenso, tanto sexual como personal y profesional, incluyendo depresión severa, disfunciones sexuales, divorcios y separaciones”, agrega.
“Nuestra hija de seis años derribó al mayor pedófilo de la historia”
Una denuncia de sus vecinos fue lo que —en 2017— terminó por destapar el sofisticado esquema del presunto pederasta. Los padres de una niña de 6 años acusaron al cirujano de haber abusado sexualmente de su hija a través de una especie de valla que separaba ambas propiedades.
Esa acusación abrió un proceso judicial en el tribunal de Saintes, en Charente-Maritime, sumándose a dos casos por violación en contra de sus sobrinas, una de entre 4 y 5 años, ocurrida a finales de los 80, y otra de entre 4 y 9 años, que tuvo lugar en los 90. Un cuarto caso que entró en ese primer juicio fue el de una de sus pacientes, a quien abusó en 1993 cuando tenía 4 años, según estableció la justicia francesa.
Durante esa investigación, se incautaron 300,000 fotos y videos de pornografía infantil. Satta, quien representó a los vecinos de Le Scouarnec en esa oportunidad, asegura que también se encontraron muñecas que habría utilizado como juguetes sexuales.
“Nuestra hija de seis años derribó al mayor pedófilo de la historia”, dijeron tras el veredicto a la prensa local los padres de la pequeña.
En 2020, después de tres años de investigación y un juicio, Le Scouarnec fue condenado a 15 años.
Destapado el caso, llamó la atención de los investigadores que una condena previa de cuatro meses de prisión suspendida, que había recibido en 2005 por la descarga de imágenes de pornografía infantil, no hubiese levantado las alertas de los servicios hospitalarios que lo emplearon después.
Ninguno de ellos tomó medidas para evitar su contacto con menores de edad. Eso llevó al Ministerio Público a abrir una investigación paralela por el delito de omisión voluntaria de impedir crímenes o delitos contra la integridad física de las personas.
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Una de las sobrinas del médico dijo en 2021 a los medios que su tío era un “monstruo” y que su esposa era plenamente consciente de las atrocidades que cometía. “No era un tabú en la familia”, aseguró.
Fue en el marco de ese primer juicio que las autoridades encontraron sus anotaciones e identificaron a más de 314 potenciales víctimas. Con las décadas, Le Scouarnec había acumulado decenas de diarios que terminarían por incriminarlo.
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“Estos escritos transcribían numerosos actos de tocamientos y penetraciones sexuales cometidos casi a diario, durante consultas pre o postoperatorias o durante intervenciones en el quirófano, a veces presentados como actos médicos o exámenes clínicos, especialmente cuando se realizaban en presencia de terceros: ya fuera personal clínico o los padres del paciente”, explicó el juez de instrucción en octubre de 2024, según publicó Le Monde.
Quienes en su época habían sido pacientes de Le Scouarnec y aparecían en sus anotaciones, fueron contactados, uno a uno, por la policía.
La mayoría de ellos, según ha transmitido la fiscalía, se enteraron así de que habían sufrido abusos. Según Satta, a muchos de ellos se les leyeron fragmentos de los diarios de Le Scouarnec en que se detallaban lo ocurrido.
“Siempre sentí algo sin poder explicarlo”
Por el estado de sedación en el que se encontraban, algunos no tenían recuerdos, otros se acordaban de algunos hechos, pero no habían identificado sus agresiones como tal. Pensaban que eran parte normal del procedimiento médico.
La especialización de Le Scouarnec era la cirugía digestiva y visceral.
Amélie Lévêque, una de las expacientes de Le Scouarnec cuyo caso será juzgado en este segundo proceso, contó a la prensa local que tenía 9 años cuando fue operada de apendicitis y que tras esa hospitalización sufrió trastornos alimentarios y depresión durante su adolescencia y adultez.
“Siempre sentí algo sin poder explicarlo”, dijo en entrevista con TF1, red de televisión francesa.
Juliette, otra de las presuntas víctimas, declaró -sin ser identificada con sus apellidos- que cuando tenía 7 años el cirujano la operó de peritonitis, pero que no fue hasta que la contactaron los gendarmes que se enteró de sus abusos. “Me explican que mi nombre aparece en sus cuadernos, que escribió sobre mí”.
“A partir de ahí comencé a leer las tres primeras líneas. Y de repente, todo vuelve a mi mente, veo a alguien entrando a mi habitación, que se acerca a mí, que me pregunta cómo estuvo la noche, que me levanta la sábana, que me abre de piernas y que me dice que va a ir a ver si todo va bien. Me violó, abusó de mí”, relató.
Según el juez de instrucción, en los diversos interrogatorios a los que fue sometido, el excirujano admitió haber sido “completamente invadido, durante 30 años de su vida, por la pedofilia”.
De hospital en hospital
El cirujano nació en París en 1950 y, según medios locales, es hijo de un padre ebanista y de una madre ama de casa. Se graduó de la carrera de medicina en la Universidad de Nantes, en 1985.
Por esos años, junto a su esposa, con quien tuvo 3 hijos, radicó en una casa en la comuna de Loches, en la región de Touraine. Según pudo establecer la justicia, en esa misma época es que Le Scouarnec abusó sexualmente de sus dos sobrinas y de una de sus pacientes de 4 años en un hospital de la zona.
En 1994 comenzó a trabajar en el policlínico de Sacré-Cœur de Vannes, donde ejerció como cirujano hasta 2004. Según medios locales, la investigación de la fiscalía estableció que ese fue uno de los centros asistenciales donde Le Scouarnec estuvo más activo en sus esquemas de abusos sexuales y violaciones.
En los años posteriores habría hecho lo mismo en otros cuatro hospitales . Pese a su condena de 2005, el médico fue contratado en 2008 en el hospital de Jonzac, donde trabajó hasta 2017.
Por el largo periodo en que Le Scouarnec operó en estos centros de salud, algunos de sus presuntos delitos ya no pueden ser juzgados. De las 314 víctimas incluidas inicialmente en la investigación, 15 fueron declaradas prescritas, tras una apelación de la defensa.
Un juicio extraordinario
Mientras Joël Le Scouarnec espera su segundo juicio en prisión, el tribunal penal de Morbihan, en Vannes, se prepara con medidas extraordinarias. Desde el 24 de febrero recibirá a cientos de víctimas, representantes legales, familiares y periodistas.
El secretario general de la fiscalía general del Tribunal de Apelación de Rennes, Ronan Le Clerc, quien ha tenido a cargo la coordinación del proceso, explica en entrevista con BBC Mundo que la organización del juicio les ha tomado más de dos años.
La misión más difícil —dice— fue la de encontrar un lugar donde poder albergar a las cerca de 750 personas que proyectan participarán del proceso. En su momento, incluso se pensó en hacerlo en un estadio.
Finalmente, se optó por la antigua Facultad de Derecho de Vannes, ubicada a unos 300 metros del tribunal, donde ya se han habilitado tres salas. Una con una capacidad total de 456 sillas para las víctimas y sus familiares, otra para la prensa y una para el público general.
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El juicio fue calificado como extraordinario, lo que ha permitido que se le asignen mayores recursos que a un procedimiento tradicional. Se estima que podría llegar a costar hasta 3.2 millones de euros (3.3 millones de dólares).
Si bien el juicio será público, algunas víctimas han solicitado resguardar su derecho a la anonimidad. Para respetar su decisión, se les concederán, por ahora, 8 días de procedimiento cerrado.
Según la abogada Satta, no se descarta que durante este segundo proceso judicial surjan nuevas denuncias contra Le Scouarnec. “Es importante señalar que hubo un periodo de dos años sobre el que no se encontraron diarios, lo que sugiere que hay más víctimas que podrían aparecer en cualquier momento”, sostiene.
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La jurista dice que está por verse si Le Scouarnec, mostrará esta vez algo de arrepentimiento, lo que no hizo al menos públicamente en el primer juicio.
“Explicó que tiene muchos remordimientos… sin necesariamente pedir disculpas. Sabe que lo que hizo es imperdonable”, dijo en esa oportunidad su abogado, Thibaut Kurzawa, según consignó AFP.
“No pido perdón ni compasión… sólo el derecho a volver a ser un hombre mejor”, se citó diciendo al cirujano en el juicio de 2020.
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