CDC investigan hospitalizaciones de cinco personas que recibieron vacuna contra el chikungunya

Los CDC investigan cinco hospitalizaciones tras la vacuna contra el chikungunya, observando posibles efectos adversos graves, mientras se asegura su monitoreo

CDC investigan hospitalizaciones de cinco personas que recibieron vacuna contra el chikungunya

Crédito: Kitsawet Saethao | Shutterstock

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos están llevando a cabo una investigación sobre cinco hospitalizaciones que ocurrieron en personas de 65 años o más después de recibir la vacuna contra el chikungunya. Este análisis se centra en posibles efectos adversos cardíacos o neurológicos, que podrían haberse producido tras la administración de IXCHIQ, la única vacuna autorizada en el país para prevenir esta enfermedad viral.

El chikungunya es un virus transmitido por la picadura de mosquitos infectados. En general, la mayoría de los adultos no reciben la vacuna, que se recomienda solo para ciertos viajeros que corren un mayor riesgo de exposición, como aquellos que visitan países con brotes activos. Aunque la vacuna ha mostrado eficacia en la prevención de la enfermedad, su introducción ha generado preocupación por la aparición de eventos adversos raros, lo que ha llevado a los CDC a estudiar los posibles riesgos.

La vacuna IXCHIQ, desarrollada por la empresa Valneva, fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en noviembre de 2023, específicamente para personas mayores de 18 años con alto riesgo de exposición al chikungunya. El medicamento contiene una versión atenuada del virus, administrada en una sola dosis intramuscular. La indicación principal es para viajeros que se dirigen a áreas donde el virus está presente, así como para profesionales de laboratorio que manejan el virus. Sin embargo, en una actualización reciente, los CDC informaron que las personas afectadas por los eventos adversos tenían antecedentes médicos significativos y habían recibido otras vacunas en conjunto, lo que ha dificultado establecer una relación directa entre la vacuna y los eventos cardíacos o neurológicos.

Un portavoz de Valneva ha declarado que la compañía está al tanto de la revisión de los CDC y aseguró que, hasta el momento, no se ha identificado ningún problema de seguridad en el seguimiento post-comercialización de la vacuna. De acuerdo con la compañía, los informes de seguridad siguen siendo consistentes con los datos obtenidos durante los ensayos clínicos, que no han mostrado cambios significativos en el perfil de seguridad del producto. Sin embargo, los expertos siguen observando cuidadosamente estos eventos.

El Dr. William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas, destacó la importancia del sistema de vigilancia de las vacunas de los CDC, que permite detectar efectos raros o nuevos tras la comercialización de un medicamento. Aunque no se debe apresurar a sacar conclusiones, el hecho de que los CDC estén investigando estos eventos demuestra cómo el sistema de vigilancia está diseñado para garantizar la seguridad de las vacunas, un proceso que sigue siendo esencial para identificar posibles efectos adversos.

IXCHIQ fue objeto de ensayos clínicos rigurosos antes de su aprobación, con más de 3.500 participantes que recibieron la vacuna en América del Norte. Durante estos estudios, se identificaron reacciones adversas comunes como dolor muscular, fiebre, dolor en las articulaciones y fatiga, que fueron reportadas en más del 10% de los pacientes vacunados. No obstante, los expertos enfatizan que las reacciones graves, como las observadas en algunos de los casos hospitalizados, fueron excepcionales. De hecho, en los ensayos clínicos se reportó que solo un pequeño porcentaje de los receptores de la vacuna experimentaron efectos adversos graves, todos ellos relacionados con síntomas similares a los del chikungunya.

Mientras tanto, la investigación de los CDC sigue su curso para determinar si existe una relación causal entre la vacunación y los eventos adversos o si estos ocurrieron por coincidencia. A medida que el análisis avanza, los proveedores de atención médica han sido instados a informar cualquier evento adverso al Sistema de Notificación de Eventos Adversos de Vacunas (VAERS), lo que permitirá a las autoridades sanitarias contar con datos más precisos para evaluar la seguridad de la vacuna.

Aunque la vacuna contra el chikungunya se utiliza de manera restringida, su desarrollo representa un avance significativo en la lucha contra una enfermedad que afecta principalmente a las regiones tropicales y subtropicales. En los Estados Unidos, el virus no ha provocado infecciones locales desde 2019, pero el riesgo sigue siendo relevante para los viajeros a zonas endémicas. Con la vigilancia continua de los CDC y las autoridades sanitarias, se espera que se pueda aclarar la seguridad de la vacuna y su relación con los eventos adversos reportados, garantizando así la protección de quienes se vacunaron y la salud pública en general.

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