La cantidad de agua que debes tomar según la actividad que realices, de acuerdo con estudios
El consumo de agua puede ayudar a mantener la temperatura del cuerpo, eliminar desechos, lubricar articulaciones, entre otros beneficios

Beber agua purificada ayudará a evitar enfermedades y posteriores padecimeintos. Crédito: Shutterstock
Todos, o al menos la mayoría, hemos escuchado o leído ese viejo y popular refrán en donde se dice que la cantidad exacta de agua que una persona debe beber es de 1.9 litros al día o, lo que es igual, 64 onzas.
Sin embargo, y a pesar de concordar en la necesidad de tomar suficiente agua durante el día, lo cierto es que este refrán está sumamente alejado de la verdad. Y es que de acuerdo con un estudio llevado a cabo por diversos especialistas de organismos de salud en Washington, como el Instituto de Medicina, el Consejo de Alimentación y Nutrición, el Comité Permanente sobre la Evaluación Científica de las Ingestas Dietéticas de Referencia, entre otros, la ingesta adecuada de agua, en promedio, debe ser de:
- 15.5 tazas (3.7 litros o 125 onzas) para hombres adultos
- 11.5 tazas (2.7 litros o 91 onzas) para mujeres adultas
En la misma investigación se menciona que estas cifras pueden variar de acuerdo a diversos factores como el estado de salud de la persona, edad, peso y, principalmente, la actividad que se esté realizando.

Cuánta agua tomar de acuerdo a la acción que se esté llevando a cabo
Según lo mencionado por otra investigación, llevada a cabo por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, se recomienda beber 1 taza de agua cada 15 a 20 minutos cuando se está trabajando al aire libre y en climas calurosos.
Aunado a lo anterior, también se puede recurrir a otro tipo de bebidas rehidratantes como complemento al agua ingerida.
En el caso de las personas que llevan a cabo ejercicio de manera frecuente, la recomendación es similar a la de las personas que trabajan al aire libre: beber una taza de agua cada 15 a 20 minutos. Esta sugerencia también se aplica en actividades físicas en climas cálidos o fríos.

El mismo estudio señala que las mujeres embarazadas o que se encuentra amamantando también deben consumir una importante ingesta de agua para estimular una mejor circulación, beneficiar otros procesos fisiológicos, así como favorecer la producción de leche materna. Lo anterior también se aplica en personas que habitan zonas cálidas o con altas temperaturas.
Al igual que los primeros grupos de personas, tanto las mujeres embarazadas como aquellos que habitan zonas calurosas, pueden ayudarse de bebidas rehidratantes bajas en azúcar o electrolitos.

Aunado a todo lo anterior, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades también recomienda diversos procesos para hacer más sencilla la ingesta de agua:
- Bebe agua cuando tengas sed, no esperes.
- Bebe un vaso de agua antes de la comida y entre ellas.
- Bebe la mitad de tu peso en litros de agua.
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