La vaginosis bacteriana debería considerarse una ETS: por qué
Un estudio sugiere que la vaginosis bacteriana es una ITS y tratar a ambos miembros de la pareja reduce su recurrencia, cambiando el enfoque médico actual

Las bacterias responsables de la vaginosis bacteriana (VB) pueden colonizar la piel del pene y la uretra masculina. Crédito: R Photography Background | Shutterstock
Un reciente estudio publicado en el New England Journal of Medicine ha generado un importante debate en la comunidad médica al proponer que la vaginosis bacteriana (VB), una infección vaginal común que afecta a casi un tercio de las mujeres en el mundo, debería ser considerada una enfermedad de transmisión sexual (ITS).
Este hallazgo podría transformar la forma en que se trata la afección, ya que actualmente solo la mujer recibe tratamiento, mientras que su pareja no es atendida, lo que favorecería la reinfección.
La vaginosis bacteriana es una infección provocada por un desequilibrio en la microbiota vaginal que puede causar síntomas como picazón, ardor al orinar, flujo anormal y mal olor.

Sin embargo, muchas mujeres pueden tenerla sin presentar síntomas visibles, lo que dificulta su detección y tratamiento oportuno. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la VB no solo afecta la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también puede aumentar el riesgo de contraer VIH y otras infecciones de transmisión sexual, así como provocar complicaciones en el embarazo, incluyendo partos prematuros y bajo peso en el bebé.
El estudio fue realizado en Australia con la participación de 164 parejas heterosexuales monógamas, donde los investigadores compararon dos enfoques de tratamiento. En un grupo, solo las mujeres recibieron antibióticos orales, siguiendo el protocolo estándar.
En el otro, tanto la mujer como su pareja masculina fueron tratados con antibióticos orales, y los hombres usaron además una crema antibiótica tópica en el pene. Los resultados fueron contundentes: el tratamiento conjunto redujo la tasa de recurrencia de la infección en más del 60%, lo que indica que la reinfección por parte de la pareja masculina es un factor clave en la persistencia de la VB.
Las bacterias pueden afectar al hombre
Lenka Vodstrcil, investigadora principal del Centro de Salud Sexual de Melbourne en la Universidad de Monash y autora del estudio, explicó que las bacterias responsables de la VB pueden colonizar la piel del pene y la uretra masculina. Esto sugiere que la infección puede transmitirse entre parejas sexuales, lo que refuerza la necesidad de tratar a ambos miembros para evitar la reaparición de la enfermedad.
El impacto de este hallazgo ya ha comenzado a materializarse en la práctica médica. El Centro de Salud Sexual de Melbourne ha modificado sus protocolos y ahora recomienda tratar a ambas personas en la pareja cuando se diagnostica VB. Sin embargo, los cambios a nivel global podrían tardar en implementarse, ya que modificar las guías médicas requiere consenso dentro de la comunidad científica.
El equipo de investigación está desarrollando un sitio web con información detallada para profesionales de la salud y parejas interesadas en tratar la VB de manera conjunta. Mientras tanto, se espera que más estudios refuercen esta hipótesis y conduzcan a un cambio en las recomendaciones médicas para reducir la alta tasa de recurrencia de la infección.
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