Por qué bostezar es contagioso, según la ciencia
Si ves a alguien bostezar y tú también lo haces, no es casualidad. Según expertos, la empatía y tu cerebro están detrás de este curioso reflejo

Así como hay teorías científicas, también "normas sociales", por lo que dicen que bostezar sin taparte la boca es sinónimo de mala educación. Crédito: MAYA LAB | Shutterstock
¿Te ha pasado que ves a alguien bostezar y, sin darte cuenta, tú también lo haces? No estás solo. Este reflejo contagioso ha sido observado no solo en humanos, sino también en animales como perros, chimpancés o lobos. Y aunque parezca un gesto inofensivo, en realidad esconde más de lo que imaginas sobre tu cerebro, tus emociones y tu conexión con los demás.
Un bostezo es una respuesta involuntaria de tu cuerpo: abres la boca ampliamente, inhalas aire profundamente, y a veces hasta sueltas un pequeño sonido. Este gesto provoca un estiramiento en la mandíbula, un cambio en tu respiración y una breve sensación de activación. Es algo que haces varias veces al día, especialmente cuando estás cansado, aburrido o con sueño.
Lo curioso es que no solo sirve para indicar que necesitas dormir. En realidad, también puede ayudarte a regular la temperatura del cerebro, a oxigenar mejor tu cuerpo o a mantenerte alerta en momentos de baja energía.
¿Por qué un bostezo es contagioso?
La ciencia apunta a una razón emocional: la empatía. Sí, tu cerebro tiene un sistema llamado “neuronas espejo”, que se activa cuando ves a alguien haciendo algo… y lo imita. Así, al ver un bostezo, tu cuerpo “siente” la necesidad de hacer lo mismo.
Estudios revelan que más del 50% de las personas reaccionan de forma automática al ver un bostezo ajeno. Es como si tu cuerpo quisiera sincronizarse con el otro, una especie de reflejo social y emocional. Incluso los bebés muestran este tipo de reacciones desde sus primeros días de vida.
Teorías científicas sobre los bostezos
Aunque no hay una explicación definitiva, los científicos han desarrollado varias teorías para entender por qué bostezamos. Algunas de ellas incluso se complementan entre sí. Estas son las más destacadas:
- Teoría de la hiperventilación inversa
Propuesta por el doctor Andrew C. Gallup, esta teoría sugiere que bostezar ayuda a oxigenar mejor tus músculos y mejorar el rendimiento físico. Cuando estás cansado, tu cuerpo podría estar necesitando más oxígeno, y ese bostezo lo proporciona rápidamente.
Este acto involucra una inhalación profunda que llena los pulmones y, como consecuencia, alimenta tus músculos. Por eso, puede estar relacionado con momentos en los que necesitas energía o recuperación rápida.
- Teoría energética
Aquí se plantea que bostezas cuando tu energía se está agotando. Si dormiste mal o llevas muchas horas concentrado, tu cuerpo podría pedir una pausa y el bostezo sería una forma de reiniciar tu estado de alerta. Sería como un mini descanso biológico que tu organismo activa automáticamente.
- Teoría térmica
¿Sabías que podrías bostezar para enfriar tu cerebro? Según esta hipótesis, cuando hay cambios bruscos de temperatura en tu cuerpo, tu cerebro intenta estabilizarse. Y para lograrlo, te hace bostezar. El aire fresco que inhalas ayuda a regular esa temperatura y a mejorar la circulación sanguínea en el cerebro.
- Teoría de alerta
Esta teoría plantea que el bostezo es un gesto de vigilancia. Cuando estás en un estado de monotonía o distracción, el bostezo funcionaría como un recordatorio para que tu cuerpo se active y esté preparado ante cualquier amenaza o situación de estrés. Es como si tu sistema nervioso encendiera una alarma silenciosa para prepararse para lo que viene.
Además, está ligado a emociones como la ansiedad o el nerviosismo. Bostezar podría ayudarte a relajar la tensión acumulada, como una especie de reseteo emocional.
