Crean el primer exoesqueleto blando pediátrico para ayudar a niños con dificultades motoras
MyoStep, un exoesqueleto blando, ofrece movilidad e independencia a niños con parálisis cerebral gracias a sensores, tejidos inteligentes y diseño ligero

Una de las características principales de MyoStep es su estructura discreta, que evita estigmas sociales y facilita su uso cotidiano. Crédito: Unai Huizi Photography | Shutterstock
La innovación tecnológica vuelve a dar un paso hacia adelante en la mejora de la calidad de vida infantil con el desarrollo de MyoStep, un exoesqueleto blando y liviano diseñado específicamente para niños con parálisis cerebral.
A simple vista, este dispositivo portátil puede parecer un conjunto de textiles tecnológicos, pero en realidad encierra un complejo sistema de ingeniería biomédica que representa una esperanza concreta para muchas familias.
MyoStep surge como una alternativa real a los exoesqueletos convencionales, que suelen ser voluminosos, poco cómodos, difíciles de ajustar al crecimiento de los niños y poco prácticos para el uso diario.

Desarrollado por un equipo interdisciplinario de expertos en ingeniería, medicina, biomecánica, diseño y rehabilitación, este traje inteligente busca compensar las limitaciones motoras provocadas por la parálisis cerebral, una afección neurológica que afecta entre 1 y 4 de cada 1000 nacimientos en el mundo y que compromete el control muscular, incluida la capacidad de caminar.
Diseñado desde el Centro BRAIN (Centro de Desarrollo de Avances Confiables e Innovación en Neurotecnología), una iniciativa conjunta de la Universidad de Houston (UH), la National Science Foundation (NSF) y TIRR Memorial Hermann, MyoStep se convierte en un nuevo paradigma dentro de las ayudas de movilidad pediátrica.
El proyecto está liderado por José Luis Contreras-Vidal, experto en neuroingeniería y director del centro, quien destaca que la clave del desarrollo fue concebir un dispositivo que creciera con el niño y se integrara sin fricción a su vida diaria.
Una de las características principales de MyoStep es su estructura discreta, que evita estigmas sociales y facilita su uso cotidiano. Gracias a una red de sensores inalámbricos incorporados en tejidos flexibles, el exoesqueleto puede recopilar datos en tiempo real sobre los movimientos del niño y actuar con precisión cuando se requiere asistencia en brazos o piernas.
Esta red está diseñada para ser sensible a los cambios musculares y al movimiento, permitiendo una intervención dinámica y natural, alineada con las necesidades reales del usuario.
Además, el equipo ha incorporado funcionalidades de seguridad clave, como sensores de temperatura que apagan automáticamente el sistema si detectan sobrecalentamiento. Los componentes electrónicos están completamente aislados para evitar cualquier contacto con la piel y prevenir irritaciones o lesiones. La comunicación entre sensores se realiza por medio de tecnología Bluetooth, lo que permite un diseño sin cables visibles, cómodo y funcional.
Músculos artificiales
Detrás del desarrollo técnico hay una motivación humana igualmente poderosa. “No se trata solo de tecnología, sino de restaurar confianza, funcionalidad y esperanza”, expresó Gerard Francisco, director médico de TIRR Memorial Hermann y socio clínico del proyecto.
Él subraya el impacto emocional y social que puede tener esta herramienta en niños que, debido a sus limitaciones físicas, enfrentan aislamiento, baja autoestima y dificultades en su desarrollo educativo y social.

El prototipo también ha sido diseñado teniendo en cuenta la importancia del movimiento articular coordinado. El equipo está concentrado en perfeccionar el control del tobillo, área crucial para optimizar la marcha y reducir el esfuerzo necesario al caminar.
Para ello, se están implementando músculos artificiales fabricados con materiales avanzados como aleaciones con memoria de forma y elastómeros dieléctricos, que se contraen en respuesta al calor o a estímulos eléctricos.
Estos materiales inteligentes, combinados con sensores de electromiografía (EMG) y unidades de medición inercial, permiten un nivel de personalización y precisión sin precedentes.
Aunque los músculos artificiales han sido estudiados por décadas, replicar su comportamiento con dispositivos ligeros y funcionales sigue siendo un reto. MyoStep es un paso firme hacia ese objetivo, demostrando que el futuro de la movilidad asistida puede ser más humano, accesible y adaptable.
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