El Domo Dorado: el ambicioso escudo antimisiles que protegerá a todo EE. UU.
Se especula que el despligue del escudo antimisiles tenga un costo cercano a los $175,000 millones de dólares

El Domo Dorado será capaz de eliminar cualquier misil dirigido a territorio estadounidense Crédito: Shutterstock
En un anuncio que ya está generando debates a nivel internacional, el expresidente Donald Trump ha presentado su nuevo y colosal proyecto de defensa: el “Domo Dorado”, una iniciativa que apunta a crear un escudo antimisiles capaz de cubrir cada rincón del territorio de Estados Unidos.
La idea no es nueva, pero la escala, la tecnología y el presupuesto sí lo son: se estima que el despliegue completo podría costar hasta $175,000 millones de dólares aunque algunos analistas creen que la cifra real podría superar los $500,000 millones a largo plazo.
Inspirado en Israel, pero con visión espacial
El nombre evoca inevitablemente a la “Cúpula de Hierro” israelí, un sistema probado en combate y altamente eficaz contra misiles de corto alcance. Pero el Domo Dorado promete ir mucho más allá. Este no será un escudo regional ni limitado: su ambición es interceptar cualquier amenaza balística, hipersónica o de crucero sin importar desde dónde se dispare, incluso si proviene del espacio.
Trump presentó el plan en un evento transmitido por televisión nacional, asegurando que el proyecto transformará a EE. UU. en un país “virtualmente impenetrable”. Según sus palabras, el sistema usará tecnología de última generación, sensores basados en órbita terrestre y capacidades de respuesta automatizada impulsadas por inteligencia artificial.
Además de proteger a los 50 estados, también se espera que el sistema ofrezca una “cobertura extendida” para aliados clave en Europa, el Pacífico y América Latina.
¿Qué armas incluye el Domo Dorado?
Aquí es donde el proyecto empieza a sonar a ciencia ficción… aunque sus desarrolladores juran que no lo es. El Domo Dorado incluiría:
- Satélites armados que podrían interceptar misiles incluso antes de que abandonen la atmósfera terrestre.
- Interceptores terrestres avanzados, más rápidos y precisos que los actuales sistemas THAAD o Patriot.
- Drones autónomos y sensores distribuidos globalmente, capaces de rastrear lanzamientos desde cualquier punto del planeta.
- Integración con plataformas privadas como los sistemas satelitales de SpaceX, lo que ya está generando ciertas preocupaciones éticas y geopolíticas.
A cargo del desarrollo estará el general Michael Guetlein, una figura clave del Comando Espacial de EE. UU., conocido por su experiencia en defensa satelital. El Pentágono también ha confirmado que empresas privadas como Palantir y Northrop Grumman ya están involucradas en la planificación inicial, lo que acelera tanto la parte tecnológica como los contratos multimillonarios.
Controversias: ¿escudo o provocación?
Como era de esperarse, el anuncio del Domo Dorado no pasó desapercibido. Para algunos, este proyecto es una necesidad urgente en un contexto global donde países como Rusia, China e Irán ya han probado armas hipersónicas. Para otros, es una provocación innecesaria que puede generar una nueva carrera armamentística, pero ahora… espacial.
Y luego está la crítica económica: el presupuesto inicial es astronómico, y muchos legisladores ya advierten que puede convertirse en un “pozo sin fondo” de gasto público. La Oficina de Presupuesto del Congreso ha proyectado que el costo real, con mantenimiento y actualizaciones, podría superar los $500,000 millones de dólares en 20 años.
Además, hay preocupaciones sobre el rol de Elon Musk y SpaceX, especialmente porque el empresario ha sido un aliado visible del expresidente Trump. El hecho de que los contratos se estén negociando directamente con empresas privadas también ha despertado alarmas sobre la falta de transparencia y posibles conflictos de interés.
Un proyecto que marcará época
Más allá de las polémicas, lo cierto es que el Domo Dorado representa un cambio radical en la forma en que Estados Unidos concibe su defensa nacional. Si se concreta, podría establecer un nuevo estándar de seguridad para el siglo XXI. Si fracasa, quedará como otro ejemplo de exceso tecnológico impulsado por ambición política.
En cualquier caso, el proyecto ya está en marcha. El Congreso ha aprobado una primera partida de $25,000 millones de dólares para arrancar el desarrollo del sistema, y se espera que los primeros prototipos estén en funcionamiento hacia 2028.
Mientras tanto, el mundo observa con atención: lo que hoy parece una fantasía futurista, mañana podría ser la nueva norma militar global.
Sigue leyendo:
? Iron Dome: Estados Unidos quiere crear su propia versión del escudo antimisiles israelí
? Trump ordena construir un escudo antimisiles “Cúpula de Hierro” para EE.UU.
? Cómo funciona el Domo de Hierro, el poderoso escudo antimisiles de Israel