Inauguran mural que representa a la clase trabajadora y la cultura de la ciudad de Santa Ana
En la esquina de la calle 5 y la calle Main en el último nivel de una estructura de estacionamiento, una obra de arte fue inaugurada

José Rodríguez, vendedor ambulante, es parte de la obra. Crédito: Isaac Ceja | Impremedia
Cuando José Rodríguez se vio como parte de un mural honrado la comunidad de Santa Ana, la emoción lo dejo sin palabras.
“Me quedé sin palabras porque es algo muy bonito y es muy difícil que te tomen en cuenta en un proyecto de esta naturaleza”, dijo el vendedor ambulante con 35 años de servir en la comunidad de Santa Ana. “Me sentí como el Kobe Bryant cuando le hicieron su mural”.
En la esquina de la calle 5 y la calle Main en el último nivel de una estructura de estacionamiento, una obra de arte fue inaugurada el pasado lunes, gracias a “Bridging the G.A.P. Programa de Artes del Grafiti”.
De acuerdo con el líder del proyecto, el artista y emprendedor Alex “Sincero” Sánchez, el mural tiene como meta representar a la clase trabajadora y la cultura de Santa Ana.
Además, el proyecto fue diseñado para enseñar a los estudiantes otra perspectiva de cómo utilizar la lata de pintura en aerosol como herramienta de trabajo.
“Les dimos la oportunidad y la nueva perspectiva de usar pintura en aerosol como medio para crear arte”, dijo Sincero, líder del programa patrocinado por el Distrito Escolar de Santa Ana (SAUSD) y la ciudad del mismo nombre. “También los exponemos [a los estudiantes] a la idea de que pueden convertirse en empresarios y convertir su pasión por el arte en una carrera o un negocio”.
La oficina de arte y cultura de la ciudad, en asociación con SAUSD, proporcionó una serie de talleres de cinco partes para estudiantes de Lorin Griset Academy and Cesar E. Chavez High School.
“Este programa introdujo a los estudiantes a las habilidades profesionales del arte mural y a las prácticas empresariales, fomentando la expresión creativa y valiosas habilidades que los preparará para el futuro profesional”, escribió la oficina del distrito 5 de la ciudad en una hoja informativa. “El nuevo y vibrante mural, ubicado en el último piso del estacionamiento municipal en 420 N. Main St., es un testimonio del talento y el esfuerzo de estos dedicados estudiantes”.
Sincero creció en Santa Ana, en un tiempo en el que la cultura pandilleril florecía. En ese entonces, el joven latino no quiso ser parte de ella o hacer drogas, solo quería expresarse, así que comenzó a pintar grafiti.
En 2017, hizo su primer mural para honrar a Vanessa Guillén, una joven militar que fue brutalmente asesinada en Fort Hood, Texas, por un compañero soldado.
Sánchez quería animar a las mujeres víctimas de agresión sexual y violencia, a denunciar el delito. Simplemente quería evitar que algo como el destino de Guillén se repita en su comunidad.
Desde entonces, el latino ha utilizado su talento para hacer murales y ahora quiere que los jóvenes tengan la experiencia de reconocer la importancia de evitar el grafiti que dice, le cuesta a la ciudad de Santa Ana un millón de dólares en limpiar cada año.
Durante la primera vez que el muralista se involucró en el programa, Sincero dijo que la asistencia escolar y las calificaciones de los jóvenes mejoraron.
“Muchos de estos estudiantes se presentaron porque realmente querían participar en esto”, dijo Sincero sobre la asistencia de los jóvenes.
Desde que el artista tenía cinco años, recuerda haber ido a comprar fruta con el vendedor ambulante Rodríguez.
“Recuerdo comprarle fruta cada vez que íbamos a La Cuatro antes de que se gentrificara”, dijo Sincero. “Es sorprendente verlo todavía en marcha, a pesar de todos los problemas políticos y a pesar de la gentrificación que está ocurriendo…”.
Cuando el muralista le presentó a José Rodríguez su idea de hacer un mural sobre la historia de Santa Ana y la gente trabajadora, el vendedor ambulante no lo pensó dos veces.
Pero dos semanas después, el muralista trajo con alrededor de 20 estudiantes para entrevistar a Rodríguez acerca de su historia y el trabajo que empeña cada día.
El vendedor ambulante subraya que se siente bonito ser honrado de esa forma, especialmente porque a él también le encanta el arte y crea sus propias obras en casa.
Además, ser honrado de esa forma le recordó su juventud cuando tuvo el honor de portar la bandera de México a la plaza como parte de un grupo en la escuela.
Rodríguez recuerda que solo los estudiantes con buenas calificaciones tenían el honor de participar en las ceremonias con las banderas, es por eso por lo que se esforzó en la escuela para poder hacer lo mismo.
Hoy en día, siente que el esfuerzo que ha hecho día tras día sirviendo a la comunidad fue lo que resultó en ser honrado de forma única.
“Cuando trabajas duro en algo, las cosas llegan solitas”, dijo Rodríguez.