La atención plena enfocada en tu tipo de ansiedad puede ayudarte a mejorar
Un nuevo estudio propone adaptar prácticas de atención plena según el tipo de ansiedad para mejorar el bienestar y el control cognitivo de cada persona

Se trata de ofrecer herramientas más efectivas y adaptadas a las necesidades individuales de quienes lidian con ansiedad. Crédito: voronaman | Shutterstock
La ansiedad es una experiencia común, pero su manifestación varía ampliamente de una persona a otra. Puede surgir como una inquietud pasajera o convertirse en un trastorno persistente que interfiere con la vida diaria.
En medio de este espectro, una práctica ancestral se ha ganado la atención de la ciencia moderna, la atención plena, o mindfulness, por su capacidad para aliviar el estrés y mejorar la concentración.
Ahora, un grupo de investigadores plantea que no todas las formas de atención plena funcionan igual para todos los tipos de ansiedad, y que personalizar estas prácticas podría marcar una diferencia significativa.

Resh Gupta, investigador postdoctoral del grupo de Ciencia y Práctica de Mindfulness en la Universidad de Washington en St. Louis (WashU), lidera un nuevo enfoque que busca comprender mejor esta relación.
Junto a sus colegas Todd Braver, profesor de ciencias psicológicas y neurológicas, y Wendy Heller, profesora de psicología de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Gupta publicó un artículo en Neuroscience and Biobehavioral Reviews donde se propone un marco para alinear tipos específicos de meditación con diferentes formas de ansiedad.
El objetivo del equipo es claro, ofrecer herramientas más efectivas y adaptadas a las necesidades individuales de quienes lidian con ansiedad, algo que, según Gupta, no se logra con enfoques únicos para todos. “Todos experimentamos ansiedad, pero puede manifestarse de muchas maneras diferentes. Es un problema difícil de identificar y, por tanto, de tratar”, explicó.
Control cognitivo
La clave de este nuevo planteamiento radica en el control cognitivo, un proceso mental que permite regular pensamientos y comportamientos para alcanzar metas. La ansiedad interfiere con este proceso al sobrecargar la memoria de trabajo con preocupaciones, lo que entorpece la capacidad de concentración y de tomar decisiones.
En contraste, la práctica de la atención plena parece fortalecer esta función mental, según han demostrado estudios de neuroimagen que revelan cambios en regiones cerebrales asociadas al control cognitivo tras sesiones de meditación.
En ese sentido, Gupta señala que no todas las prácticas de mindfulness producen los mismos efectos. Por ejemplo, las personas que tienden a preocuparse constantemente podrían beneficiarse especialmente de la meditación de “atención enfocada”, que consiste en centrar la mente en un único estímulo, como la respiración, y regresar a él cada vez que surgen distracciones.
Esta técnica ayuda a romper el ciclo repetitivo de pensamientos negativos, devolviendo al practicante al momento presente.

Por otro lado, para quienes presentan síntomas físicos intensos de ansiedad como palpitaciones, sudoración o tensión en el pecho, una técnica distinta podría ser más útil, la meditación de “monitoreo abierto”.
En esta práctica, se observa sin juicio cada pensamiento, emoción o sensación que aparece, sin aferrarse a ninguno en particular. Este tipo de entrenamiento puede fomentar una actitud más flexible y menos reactiva frente a los estímulos internos y externos, permitiendo a las personas convivir mejor con su ansiedad.
Aunque la efectividad del mindfulness ya es reconocida en el ámbito del bienestar psicológico, los investigadores coinciden en que aún queda mucho por descubrir. “Sabemos que estas prácticas pueden ser increíblemente útiles, pero todavía estamos intentando entender exactamente cómo funcionan y qué las hace efectivas”, afirmó Braver.
Este enfoque más matizado del mindfulness no solo abre nuevas puertas para quienes buscan alivio frente a la ansiedad, sino que también representa un paso adelante en la forma en que la ciencia puede respaldar el bienestar mental con intervenciones más personalizadas y efectivas.
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