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Exlíderes Zetas no librarían la pena de muerte como lo hicieron “El Mayo” y Caro Quintero

Óscar Hagelsieb, exsubdirector de crimen organizado de HSI señaló que “Z-40” y “Z-42” sí podrían recibir la pena de muerte debido a su perfil criminal

Hermanos Treviño Morales

Miguel Ángel y Omar fueron arrestados en México en 2013 y 2015. Crédito: Secretaría de Marina | AP

Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, conocidos como “Z-40” y “Z-42”, exlíderes del cártel de Los Zetas, enfrentan una posibilidad real de recibir la pena de muerte en Estados Unidos, una consecuencia que evitaron otros capos de alto perfil como Ismael “El Mayo” Zambada y Rafael Caro Quintero.

Ambos fueron recientemente excluidos de esa sanción por el Departamento de Justicia, lo mismo que Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”.

La decisión de no solicitar la pena capital en esos casos fue comunicada por el fiscal federal Joseph Nocella Jr. ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, lo que marcó un giro relevante en la política penal estadounidense hacia los llamados capos históricos del narcotráfico mexicano. No obstante, esa excepción no se extendería a todos los líderes criminales.

De acuerdo con Óscar Hagelsieb, exsubdirector de crimen organizado de Homeland Security Investigations (HSI), los hermanos Treviño Morales enfrentan un panorama completamente distinto: sin acuerdos previos, sin salvaguardas diplomáticas y con pruebas contundentes en su contra.

En entrevista para el podcast Pie de Nota, del periodista Luis Chaparro, Hagelsieb explicó que el Gobierno mexicano entregó al grupo de 29 capos bajo el compromiso de que no serían sentenciados con la pena de muerte, de lo contrario, sería un “enorme” problema diplomático para México.

Sin embargo, la entrega fue producto de un acuerdo bilateral extraordinario, es decir, no se realizó bajo el esquema tradicional de extradición, lo que eliminó la cláusula que usualmente impide la aplicación de la pena de muerte a ciudadanos mexicanos.

Esta diferencia jurídica deja a los exlíderes de Los Zetas en una situación de vulnerabilidad procesal única.

“Los Treviño Morales representan un perfil criminal que Estados Unidos está dispuesto a castigar con la pena máxima”, afirmó Hagelsieb. “No tienen acuerdos, no tienen salvoconductos diplomáticos y tienen evidencia en su contra de crímenes cometidos en territorio estadounidense”.

Defensa millonaria

Desde su llegada a Estados Unidos, los hermanos han desplegado una defensa legal de alto perfil, contratando hasta siete firmas especializadas en procesos criminales complejos. Entre sus abogados figuran Eduardo Balarezo, quien representó a Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como Frank Pérez, defensor de “El Mayo” Zambada.

La fiscalía ha presentado un volumen inédito de evidencias: más de cinco millones de archivos, incluyendo 490,000 llamadas interceptadas, transcripciones, informes de inteligencia y documentos recabados durante más de una década, según señala el diario Milenio.

El caso, radicado en la Corte del Distrito de Columbia, incluye cargos por narcotráfico, lavado de dinero, homicidio, uso ilícito de armas y empresa criminal continua. La próxima audiencia, presidida por el juez Trevor McFadden, está programada para mediados de octubre, fecha en la que la fiscalía podría anunciar si solicitará formalmente la pena de muerte.

Según Hagelsieb, la diferencia clave radica en el tipo de liderazgo y la violencia ejercida por Los Zetas. A diferencia de cárteles tradicionales como el de Sinaloa o el de Juárez, los Zetas nunca mantuvieron acuerdos con autoridades federales mexicanas o estadounidenses. Por el contrario, son considerados como un grupo disruptivo, marcado por la brutalidad extrema, decapitaciones y masacres masivas.

Entre los crímenes que se les atribuyen están la masacre de Allende, Coahuila, ocurrido en 2011 y los asesinatos masivos en San Fernando, Tamaulipas.

La fiscalía estadounidense cuenta con evidencia que vincula directamente a Miguel Treviño Morales con órdenes de asesinato dentro del territorio de Estados Unidos. De acuerdo con los informes, envió pandilleros para ejecutar crímenes específicos, y varios de los perpetradores están bajo custodia, dispuestos a testificar en su contra.

Ambos hermanos se encuentran en régimen de aislamiento extremo. Omar Treviño, “Z-42”, está recluido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) en Brooklyn, Nueva York, donde también permanece “El Mayo” Zambada. Miguel Ángel Treviño, “Z-40”, fue asignado a una cárcel local en Virginia, fuera del sistema federal regular.

Ambos están clasificados como internos de alto riesgo, bajo vigilancia constante y con severas limitaciones de comunicación, incluso con sus propios defensores.

A diferencia de la “vieja escuela” del narco mexicano, Los Zetas nunca formaron parte del círculo de poder tradicional, ni ofrecieron canales de negociación con las autoridades. Su legado está marcado por el terror, el caos y la fragmentación criminal que desató una nueva era de violencia en México.

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