Iglesia Valley Park entrega víveres a familias del Valle de San Fernando
Las redadas causan que cientos de latinos busquen opciones para obtener comida

La Iglesia Valley Park entrega comida cada miércoles a las tres de la tarde. Crédito: Fotos: Isaac Ceja | Impremedia
Marvin Díaz se fue a casa con su asiento del pasajero lleno de postres, carnes y verduras gracias a la despensa de alimentos de la Iglesia Valley Park.
Además de llevarse la comida, se fue con una sensación de tranquilidad ya que no tuvo que arriesgarse a visitar un supermercados, que recientemente han sido blanco de redadas migratorias por parte de agentes federales.
“Ir a las tiendas y a comprar es bastante temeroso y yo prácticamente no voy”, dijo el migrante de El Salvador. “Normalmente me ayuda una persona que sí puede ir, pero de lo contrario, aquí me siento más en confianza de venir”.
Gracias a una recomendación de un vecino, Díaz asiste a la entrega de comida de la Iglesia Valley Park en North Hills cada miércoles durante los últimos tres meses, no solo por el temor a ICE o otros agentes federales sino también por la economía, que según sus palabras cada días es más compleja para la clase trabajadora.

“Esto de la entrega de comida está muy bien y que lo sigan haciendo porque hay muchísimos así como nosotros que necesitamos de todo esto y para todos es una bendición”, dijo.
Cada miércoles, desde las tres de la tarde, la Iglesia proporciona la comida a la comunidad con el apoyo de un poco más de una decena de voluntarios que donan su tiempo.
Los víveres se entregan a personas de todas etnias y estatus económicas. Algunas de las cosas que reciben son: cebollas, pepinos, pasteles de chocolate, pollo, plátanos, pan de masa madre, tortillas y más.
Normalmente desde las 11 de la mañana las personas toman un número típicamente de uno a 50 y después se hace una rifa para ver quien entra primero.
Una vez que todas las personas con número pasen por la fila, los que quieran más comida pueden elegir más artículos que han quedado en los anaqueles.
La iglesia recibe alimentos de dos recursos gratuitos, como Satisfacer Cada Necesidad con Dignidad (MEND) y el Banco de Alimentos de West Valley, que entrega entre seis y ocho paletas de alimentos todos los miércoles.

Paula Placencia, encargada del banco de alimentos y profesora de guardería en la iglesia, ha liderado el trabajo voluntario cada miércoles por los últimos 5 años.
“Al principio yo venía a buscar comida pero empecé a ayudar con la entrega de los números y luego mi rol empezó a desarrollarse y evolucionar”, dijo la latina.
La encargada compartió que la gente se ha sentido más segura en la iglesia que ir al supermercado, porque algunas personas le han dicho que sienten que ya no pueden ir a una tienda de comestibles ni a ningún otro lugar público porque los agentes federales los están esperando.

Para Placencia le encanta hacer este servicio comunitario debido a que puede ayudar a muchas personas necesitadas en su comunidad y a la vez se siente en familia con los demás voluntarios de la Iglesia que se enfocan en crear un ambiente acogedor.
“Las personas son bienvenidas a venir y ofrecer sus servicios como voluntarios, ya sea para organizar o servir y aceptamos donaciones, como alimentos enlatados, juguetes, ropa o zapatos, porque todos necesitamos algo”, dijo la latina. “Estamos aquí para servir a la gente y ayudarla”.
Para el pastor Kevyn Jones, conocido como PK, es sumamente importante que todos los miembros se sientan bienvenidos independientemente de sus antecedentes.
De acuerdo con el sitio web de la Iglesia Valley Park, la iglesia refleja la diversidad que se encuentra en la comunidad de North Hills, abarcando diversas etnias, antecedentes educativos, estatus socioeconómicos y generaciones.
“Me siento en el fondo, asombrado por la cantidad de personas que se han tocado y, por supuesto, la asistencia a la iglesia se ha duplicado en los últimos dos años”, dijo el pastor. “Así que creo que estamos siendo muy efectivos porque la gente encuentra en este lugar un lugar donde se les ama, se les acepta y se les anima”.

Según Jones, algunas personas recogen comida no necesariamente para ellos mismos sino para llevar comida a conocidos que necesitan ayuda.
“Algunas iglesias entregan cajas a la gente que va en coche, lo cual es agradable, pero creo que nos consideramos más una comunidad”, dijo Jones. “Nos conocemos y hay gente aquí que viene desde hace una década”.