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No estudió medicina, trabaja en un hospital y gana más de $300,000 al año: “Quiero hacer más dinero”

Para la anestesióloga es importante seguir haciendo dinero para viajar por el mundo y tener una buena estabilidad

Medicare está disponible para personas mayores de 65 años, así como para quienes padecen enfermedades graves como insuficiencia renal crónica o tienen alguna discapacidad.

Su carrera le permite ejercer sin necesidad de haber estudiado medicina. Crédito: Boy Anthony | Shutterstock

Chabely Rodríguez, de 30 años, tomó desde temprano decisiones estratégicas sobre su educación y carrera. Eligió una universidad asequible y una profesión lucrativa que le permitió evitar la carrera de medicina, pero alcanzar ingresos que superan los $300,000 anuales.

Rodríguez es asistente de anestesiología certificada, con una maestría en anestesiología que le dio las credenciales necesarias para ejercer sin pasar por la escuela de medicina. En 2024 decidió dejar un puesto asalariado para convertirse en contratista itinerante, lo que disparó sus ingresos y transformó su estilo de vida.

En su trabajo anterior ya ganaba alrededor de $200,000 al año, aunque debía cubrir largas jornadas e incluso turnos de 24 horas. Ella misma admitió que lo hacía impulsada por una “mentalidad de escasez” que arrastraba desde la infancia. Ahora, en su nueva modalidad, trabaja en promedio 40 horas semanales y toma turnos adicionales solo de forma ocasional.

Si decidiera volver a un ritmo de horas extra como antes, sus ganancias podrían acercarse al medio millón de dólares, pero Rodríguez asegura que ya no siente la misma presión. “Quiero ganar más dinero, pero no quiero agotarme en el camino”, explicó.

Su enfoque: seguir reuniendo dinero y viajar por el mundo

Su cambio profesional también vino acompañado de una transformación personal. Tras mudarse de Florida a Georgia en 2023 y posteriormente a Nuevo México, comprendió que sus prioridades iban más allá de adquirir una vivienda: ahora busca flexibilidad y la posibilidad de viajar. Su meta es dedicar al menos un par de meses al año a recorrer otros países, sin quedar atada a un solo lugar.

El manejo financiero ha sido clave en su progreso. En 2023 liquidó cerca de $124,000 en préstamos estudiantiles, lo que le permitió enfocarse en la inversión. Hoy destina aproximadamente el 40 % de sus ingresos antes de impuestos a cuentas de corretaje y de jubilación. Para enero de 2025 ya había acumulado medio millón de dólares invertidos, lo que le da un respaldo sólido para planear el futuro.

Si bien alguna vez soñó con alcanzar los 2 millones de dólares para retirarse anticipadamente, su visión ha cambiado: ahora prioriza la estabilidad y la posibilidad de reducir la velocidad laboral cuando llegue a los 50 años.

“Diría que superé mis expectativas a lo largo del camino. Eso ha sido positivo, y siento que me ha convertido en una persona más feliz, más tranquila, más segura y más confiada”, señaló.

Rodríguez aún vive con sencillez: comparte el alquiler con su pareja y conduce un Toyota Corolla, aunque se permite lujos como viajar y disfrutar de experiencias. Afirma que lo más valioso de su situación actual es haber dejado atrás la necesidad de aceptar cada turno extra y sentirse libre para decidir cómo quiere gastar su tiempo.

“Oye, gano suficiente. No necesito pasarme del límite para pagar esto. Ahora puedo respirar hondo”, reflexionó.

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