Casco de ultrasonido podría tratar el Parkinson, la esquizofrenia y la recuperación de ACV de forma no invasiva
Ha sido diseñado con la colaboración de pacientes, y su integración con tecnología de resonancia magnética es fundamental para su funcionamiento

El nuevo casco cabe en un escáner de resonancia magnética, indican los autores del estudio. Crédito: Bradley Treeby | Cortesía
Recientemente, investigadores presentaron un innovador casco de ultrasonido que tiene el potencial de revolucionar el tratamiento de diversas afecciones neurológicas, incluyendo el Parkinson, la depresión y el Alzheimer. Este dispositivo puede alcanzar regiones del cerebro más pequeñas que los métodos actuales.
Tales detalles fueron dados a conocer en un estudio publicado en Nature Communications, donde mostró este “casco” de ultrasonido que ofrece nuevas formas potenciales de tratar afecciones neurológicas con la particularidad de hacerlo sin cirugía u otros procedimientos invasivos.
El dispositivo puede actuar sobre regiones cerebrales veces más pequeñas que el ultrasonido y podría reemplazar métodos existentes en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. También tiene potencial para afecciones como la depresión, el síndrome de Tourette, el dolor crónico, el Alzheimer y las adicciones.
El trabajo se llevó a cabo durante una década, con equipos interdisciplinarios del University College London (UCL) y la Universidad de Oxford trabajando juntos para crear el casco e integrarlo con el escáner de resonancia magnética.
Comparativa con métodos existentes
A diferencia de la estimulación cerebral profunda (ECP), que implica un procedimiento quirúrgico altamente invasivo, implantando electrodos profundamente en el cerebro para enviar pulsos eléctricos, el nuevo casco utiliza pulsos mecánicos para estimular el cerebro. La tecnología permite una modulación precisa, con capacidades únicas para tratar áreas específicas del cerebro sin necesidad de cirugía.
Los investigadores realizaron pruebas en siete voluntarios, logrando dirigir ondas ultrasónicas con una precisión notable hacia una región del tamaño de un grano de arroz en el núcleo geniculado lateral (LGN). Esta precisión es clave para el desarrollo de tratamientos efectivos y duraderos.
En particular, el tamaño focal es aproximadamente 1000 veces menor que el logrado por los transductores de ultrasonido de pequeña apertura convencionales, 30 veces más pequeño que los dispositivos diseñados previamente para la focalización cerebral profunda en humanos sanos.
“Es un casco con 256 fuentes que cabe en un escáner de resonancia magnética”, dijo la autora y participante Ioana Grigoras, de la Universidad de Oxford. “Al principio es voluminoso y claustrofóbico ponérselo, pero luego te acostumbras”, acotó.
Implicaciones clínicas
Las posibilidades de aplicación del casco son amplias, con planes para investigar su uso en Parkinson, esquizofrenia, y más. Los expertos resaltan que este avance marca un hito en neurociencia y podría traducirse en tratamientos clínicos en el futuro cercano.
El casco ha sido diseñado con la colaboración de pacientes para asegurar su comodidad, y su integración con tecnología de resonancia magnética es fundamental para su funcionamiento. Además, se prevé el uso de inteligencia artificial para permitir que el dispositivo opere de forma autónoma en el hogar.
Definitivamente, este estudio abre un camino prometedor hacia la innovación en tratamientos neurológicos, representando un avance significativo hacia alternativas menos invasivas. Los investigadores instan a realizar más estudios para validar y perfeccionar el dispositivo en un entorno clínico.
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