Los Choneros y Los Lobos se volvieron más peligrosos por alianzas con cárteles mexicanos
EE.UU. anunció la designación de Los Choneros y Los Lobos como Organizaciones Terroristas Extranjeras, y ambas están ligadas a cárteles mexicanos

La influencia de ambos grupos criminales creció en Ecuador gracias a su relación directa con el Cártel de Sinaloa y el CJNG. Crédito: Dolores Ochoa | AP
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió durante una visita oficial a México que los cárteles de la droga no continuarán operando con impunidad en la región. En su mensaje, subrayó que las principales organizaciones criminales mexicanas, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se encuentran “en la mira” del gobierno estadounidense por su expansión hacia otros países de América Latina, incluyendo Ecuador, donde operan grupos aliados considerados ya como amenazas transnacionales.
El Departamento de Estado de EE.UU. anunció este jueves la designación de Los Choneros y Los Lobos, dos organizaciones criminales ecuatorianas, como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO) y Terroristas Globales Especialmente Designados (SDGT). Las autoridades estadounidenses señalaron que ambos grupos mantienen vínculos estrechos con los principales cárteles mexicanos y han extendido sus operaciones ilícitas a lo largo del continente, particularmente en las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos y Europa.
La declaración de Washington ocurre en medio de una escalada de violencia en Ecuador, donde la disputa territorial entre bandas locales vinculadas a los cárteles mexicanos ha provocado un aumento sostenido en los homicidios. El actual presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, solicitó apoyo internacional para contener la expansión de estas redes criminales que han logrado infiltrarse en las estructuras penitenciarias, económicas y políticas del país.
Los Choneros
Según el Departamento del Tesoro estadounidense, Los Choneros han operado desde la década de 1990 y han proporcionado seguridad y logística al Cártel de Sinaloa a cambio de acceso a rutas clave para el tráfico de cocaína. Esta organización se consolidó bajo el liderazgo de Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, y posteriormente de su sucesor, José Adolfo Macías, conocido como “Fito”. Desde su fundación, el grupo ha evolucionado desde el sicariato hasta convertirse en una red criminal con control sobre puertos estratégicos como Guayaquil, Esmeraldas y Manta.
La influencia de Los Choneros creció gracias a su relación directa con el Cártel de Sinaloa, entonces dirigido por Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada. Esta alianza les permitió acceder a rutas más seguras y rentables, a la vez que fortalecieron su capacidad operativa tanto dentro como fuera del sistema penitenciario.
Tras la captura de “Fito” en junio de 2025 y su extradición a Estados Unidos en julio, las autoridades estadounidenses destacaron que se trató del primer ciudadano ecuatoriano extraditado bajo cargos de narcotráfico, conspiración y tráfico de armas.
Los Lobos
Por su parte, Los Lobos emergieron como uno de los grupos criminales más violentos tras la muerte de “Rasquiña” en 2020. Liderados inicialmente por Wilmer Geovanny Chavarría Barre, alias “Pipo”, establecieron vínculos directos con el CJNG, consolidándose como la principal estructura criminal rival de Los Choneros. Su crecimiento se dio principalmente en provincias de la costa y la sierra ecuatoriana, donde operan con células autónomas que controlan territorios, extorsionan comercios, trafican drogas y participan en minería ilegal.
Según documentos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), Los Lobos actúan como brazo logístico del CJNG, replicando incluso prácticas y estructuras similares a las del cártel liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”. Esta relación ha permitido al grupo ecuatoriano acceder a armas, entrenamiento y respaldo financiero, al tiempo que extendieron su influencia en centros penitenciarios y zonas de producción y salida de drogas.
Además del narcotráfico, Los Lobos han diversificado sus operaciones hacia actividades como la minería ilegal en regiones como Imbabura, fortaleciendo así su independencia financiera. Su poder de fuego, junto a su relación con el CJNG, los ha convertido en actores clave en la desestabilización de la seguridad en Ecuador. Algunas fuentes incluso los han vinculado con hechos de alto perfil, como el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, aunque hasta ahora no existen acusaciones formales que los responsabilicen directamente.
Ambos grupos han sido objeto de sanciones previas por parte del gobierno de Estados Unidos. En 2024, la OFAC impuso sanciones a Los Choneros por su papel en el incremento de la violencia en Ecuador. Ese mismo año, tras la fuga de “Fito” de una prisión de máxima seguridad, el gobierno ecuatoriano declaró un estado de emergencia por 60 días. La cooperación binacional permitió su recaptura y posterior extradición.
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