El Lamborghini que parece avión y busca nuevo dueño
El Lamborghini Pregunta, un prototipo único presentado en 1998 y con un diseño inspirado en la aviación militar, será subastado en octubre

El gran Lamborghini Pregunta. Crédito: Broad Arrow Auctions. Credit: Cortesía
En la historia del automovilismo, hay creaciones que rompen con lo establecido y que nunca llegan a producción en serie, pero dejan una huella imborrable en la memoria de los aficionados. Ese es el caso del Lamborghini Pregunta, un prototipo que parecía salido directamente de una base aérea más que de un taller de superdeportivos.
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Este modelo único, nacido a finales de los años 90, no solo representa un experimento de diseño radical, sino también un fragmento de la historia de Lamborghini en una etapa de transición crucial.
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Ahora, más de dos décadas después de su debut, este singular ejemplar regresará a los titulares al ponerse bajo el martillo en una subasta internacional.
El lugar elegido para este acontecimiento será el Zoute Concours, en Bélgica, de la mano de la prestigiosa casa Broad Arrow. Allí, coleccionistas de todo el mundo competirán por llevarse a casa un Lamborghini que jamás tuvo réplica y que, según estimaciones, podría alcanzar cifras que oscilan entre $2,900,000 y $4,200,000 dólares.
Un concepto nacido de la audacia
El Pregunta vio la luz en 1998, en el Salón del Automóvil de París. Su nacimiento no fue casualidad: fue el resultado de una colaboración entre Lamborghini y Carrosserie Heuliez-Torino, un carrocero francés con experiencia en proyectos experimentales.
La idea era clara: diseñar un automóvil que captara la atención del público con un lenguaje futurista y que representara la audacia de la marca italiana. Para ello, los creadores se inspiraron en el Dassault Rafale, un avión de combate francés reconocido por su diseño avanzado y su capacidad de maniobra.
El objetivo de Heuliez era demostrar que Lamborghini podía ir más allá de la extravagancia habitual de modelos como el Countach o el Diablo, y ofrecer algo que pareciera más bien un prototipo de aviación con ruedas. El resultado fue un vehículo que parecía adelantado a su tiempo.
De los hangares a la carretera
El chasis de este prototipo provino directamente del Lamborghini Diablo, un superdeportivo icónico de la época. Sin embargo, casi todo lo demás fue transformado. Se tomó el motor, la transmisión y algunos componentes básicos, pero la carrocería fue completamente rediseñada con fibra de carbono, un material que en 1998 todavía era considerado de vanguardia.
El acabado en gris mate, idéntico al de los aviones militares, reforzaba la sensación de estar ante un objeto más cercano a un jet que a un coche deportivo.
El parabrisas, con su forma ovalada y envolvente, recordaba al de las cabinas de combate. A esto se sumaban entradas de aire prominentes, faros circulares dispuestos en grupos y rines de estrella plateada que parecían hélices estilizadas.
En otras palabras, el Pregunta no era solo un automóvil: era un manifiesto de diseño futurista con claras referencias a la aviación.

Un interior minimalista con sabor a Fórmula 1
Si por fuera parecía un avión, por dentro no se quedaba atrás. El habitáculo del Lamborghini Pregunta se diseñó con un enfoque minimalista y casi experimental.
La cabina estaba dividida en dos secciones, reduciendo botones y elementos innecesarios al mínimo. El panel de instrumentos mostraba únicamente lo esencial, inspirado en la telemetría utilizada en la Fórmula 1 de finales de los noventa. La palanca de cambios, por su parte, imitaba los mandos de un avión, reforzando la estética de máquina militar.
Este interior, aunque austero, representaba un enfoque diferente en comparación con los deportivos recargados de la época, buscando más la funcionalidad que el lujo.
Corazón V12: potencia pura
Aunque todo en el Pregunta gritaba “experimento”, su mecánica era tan real como cualquier otro Lamborghini. Bajo el capó se encontraba el conocido motor V12 de 5.7 litros del Diablo, capaz de producir 529 caballos de fuerza y 446 lb-pie de torque.
A diferencia del Diablo convencional, el Pregunta estaba configurado únicamente con tracción trasera, lo que lo hacía más desafiante de manejar, pero también más cercano a la experiencia de un auto de carreras. La transmisión manual de cinco velocidades completaba el conjunto mecánico.
En cuanto a prestaciones, el Pregunta aceleraba de 0 a 60 mph en apenas 3.9 segundos, y alcanzaba una velocidad máxima cercana a las 207 mph. Cifras que, para finales de los noventa, lo situaban al nivel de los superdeportivos más extremos del planeta.

Una pieza de museo con dueño desconocido
Tras su presentación en París, el Lamborghini Pregunta no pasó a la línea de producción. Su destino fue diferente: permaneció un tiempo en manos de Carrosserie Heuliez y, posteriormente, se vendió a un coleccionista privado, que lo mantuvo fuera del alcance del público durante años.
Esto aumentó su mística. A diferencia de otros prototipos que se destruyen después de cumplir su función, el Pregunta sobrevivió intacto, conservando tanto su estética original como su mecánica. En el mercado actual, esa exclusividad lo convierte en una pieza de museo.
La subasta: un evento esperado
El 10 de octubre, en el marco del Zoute Concours en Bélgica, Broad Arrow pondrá bajo el martillo este Lamborghini único en su especie. Las estimaciones sitúan su valor entre $2,900,000 y $4,200,000 dólares, una cifra acorde a su rareza y estado de conservación.
No es la primera vez que un prototipo de Lamborghini sale a subasta, pero sí uno de los casos más llamativos por lo experimental de su diseño.
Para coleccionistas de automóviles y para quienes ven los superdeportivos como obras de arte, el Pregunta representa una oportunidad irrepetible.
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