Por los suelos tiendas de quinceañeras en Huntington Park
Las redadas de migración les ha pegado duro a los pequeños negocios de la avenida Pacific
Ruben Acevedo junto con su esposa Jessi son propietarios de la tienda más reconocida de vestidos de novia y quinceañera en Huntington Park. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos junto a sus redadas militarizadas han sido un golpe demoledor para los pequeños negocios de la céntrica avenida Pacific de Huntington Park, una ciudad al sureste del condado de Los Ángeles, en especial para los que se dedican a la venta de vestidos para quinceañeras.
Muchas familias han decidido posponer las fiestas hasta el próximo año con la esperanza de que cesen los agresivos operativos de migración.
“Todo el año ha estado muy mal, pero a partir de abril, las cosas empeoraron. La gente tiene miedo a salir, y hay otros que han perdido sus trabajo y sus ahorros para la fiesta de quinceañera lo están gastando en lo básico”, dice Rubén Acevedo, propietario Alessa’s Bridal Boutique, una de las tiendas más antiguas y de más renombre, especializada en vestidos de novia y quinceañeras.
“El año pasado, por estas fechas, la tienda estaba llena. Ahorita no hay gente. Muchas familias han pospuesto sus fiestas de quinceañera para el año que entra con la esperanza de que la situación mejore”, dice.
Por toda la calle Pacific, que es la avenida principal de la ciudad de Huntington Park, se observan muchos negocios cerrados. De acuerdo al censo, aproximadamente el 97% de la población es hispana, y alrededor de 45% de sus habitantes son indocumentados.

La redada del 9 de junio en un estacionamiento de la tienda Home Depot generó una protesta masiva en el centro de Huntington Park, pero ha habido muchas más operativos de inmigración a partir de esa fecha en la ciudad, los cuales han aterrorizado a sus residentes.
“Las ventas han bajado entre un 60 y 70%. ¿Cómo no van a cerrar? Nosotros teníamos entre cuatro y cinco empleadas, además de mi esposa. Hoy solo está mi esposa y una persona más”, dice Rubén.
Considera que estuvieron mejor durante la pandemia.
“Muchos empleadores recibieron un cheque de estímulo; las rentas se congelaron; y claro muchas vidas se perdieron, pero económicamente no estuvimos tan mal como ahora”.
Dice que su tienda la abrió su hermana hace 25 años, luego la retomó su hermano, y hace tres años, se la traspasó. “Empezó llamándose Emily’s, luego Victoria’s, yo le puse Alessa’s”, dice.
Platica que él se dedica a la electricidad y a la plomería; y la tiend, la tomaron como una inversión para el futuro, después de trabajar duro durante casi cuatro décadas en la construcción, y acabar con las manos callosas.

Sin embargo, sostiene que es probable que si la economía no mejora, tengan que vender la tienda o dejarla.
“No quiero tirar la toalla y tengo la esperanza de que el año que entra esto mejore, pero ha habido ocasiones en que de mi trabajo en la construcción he tenido que sacar para los gastos de la tienda o para pagarle a las empleadas; un día, de mis ahorros, tuve que agarrar para la renta”, dice.
Algo que les ha ayudado a medio mantenerse a flote, ha sido que la gente saca a pagos sus vestidos, y ha habido un poco más de bodas que quinceañeras, cuenta Rubén.
“Todos estamos expuestos a una revisión de migración, lo que no es aceptable es que agarren a la gente por el perfil racial, y eso incluye a ciudadanos. Ellos te agarran y te llevan, si eres ciudadano con suerte te soltaran en una horas”.
Pero dice que el temor de la gente latina es a salir y hacer una fiesta, porque se imaginan que va a llegar la migración.
“Los entiendo; y yo no tengo miedo a decir se acabó el negocio de los vestidos de quinceañeras porque cuento con mi oficio, pero hay comerciantes que le apostaron todo a su tienda, y ahora la están pasando muy mal”.

La salvadoreña Isila, propietaria de Princess Dream por la avenida Pacific es una de ellas.
Comparte que apenas se estaban recuperando de la pandemia, cuando llegó Trump a la presidencia, y todo se vino abajo.
“Lo más pesado se sintió cuando comenzaron las redadas. La gente tiene miedo de salir a la calle o están cuidando su dinerito”.
Dice que apenas un 10% de la gente está comprando sus vestidos de quinceaños; y a la escasez de clientes se suma que todo está muy caro.
“Los vestidos han subido mucho, y uno ya no puede ni poner especiales para atraer clientes”.

Pero definitivamente de su negocio – dice – ya no está viviendo, y solo se ha quedado con una empleada que apenas regresó tras un descanso forzado que le dio.
“Es muy triste pero muchos negocios han cerrado. El dueño me ha bajado la renta, pero me ha dado la oportunidad de pagarle en porciones durante el mes. Eso me ayuda un poco porque de aquí dependen dos familias”.
Dice que su tienda era la culminación de su sueño americano y durante 16 años había sido su inspiración,
“Ahora no sé qué va a pasar. Uno nunca sabe”, dice.

Sebastián de la tienda Diamond Dress, especializada en vestidos de novia y quinceañeras días dice que las ventas cayeron a partir de la llegada de Trump y las redadas.
“La gente anda asustada, y a veces hemos tenido que cerrar cuando se escucha que andan haciendo una redada por aquí”.
Dice que a fin de contrarrestar la crisis, a través de su página de Instagram, están vendiendo, aunque no es suficiente para sobrevivir.
“Mandamos los vestidos por paquetería o correo, y a veces que vienen por ellos, pero no se bajan de sus carros, nosotros salimos a entregárselos a sus autos”.
Dice que han estado por 15 años en la avenida Pacific, pero nunca había estado las ventas tan mal como ahora.
Comprometidos con apoyarlos
En un comunicado, la ciudad de Huntington Park expresó que comprende las dificultades que enfrentan muchos pequeños negocios a lo largo de Pacific Boulevard.
“El flujo de clientes ha disminuido, debido en parte al aumento de la aplicación de las leyes de inmigración, el incremento de los costos y la competencia en línea”.
Señalaron que estos desafíos tienen un impacto real en los comerciantes locales, y el Ayuntamiento está comprometido a apoyarlos, no solo planificando para el futuro, sino también ayudándolos a mantenerse resilientes hoy.
“Esto incluye trabajar en medidas inmediatas como mejores opciones de estacionamiento, promociones específicas para atraer de nuevo a los compradores y apoyo directo a través de programas como la iniciativa de mejora de fachadas comerciales”.

Expusieron que al mismo tiempo, la ciudad está impulsando iniciativas más amplias para revitalizar Pacific Boulevard y el centro de la ciudad.
“Esto incluye la actualización del Plan General y la zonificación para fomentar el desarrollo de usos mixtos de alta densidad, la reactivación de la Cámara de Comercio para recuperar eventos que fortalezcan la comunidad y el avance de un plan de desarrollo económico centrado en el centro para atraer negocios de alta calidad”.
Dijeron que además se están revisando las principales intersecciones y los terrenos subutilizados para su reinversión, con el objetivo de fortalecer Pacific Boulevard como el corazón comercial y cultural de Huntington Park.