Madre e hija unidas por un doctorado en Cal State Long Beach
Durante sus estudios de doctorado, la hija se convirtió en la guía en cuestiones tecnológicas y la madre, en una compañera para analizar temas de estudio y en una niñera siempre disponible
Verónica Pérez siempre supo que predicaba con el ejemplo llevando a sus cuatro hijos a sus clases en la universidad, pero jamás anticipó que un día ella y su hija mayor, Lakyshia, recibirían un doctorado de manera simultánea. Eso ocurre este martes en la universidad Cal State Long Beach (CSULB).
“Esta jornada ha sido familiar desde el principio y creo que por eso es más emotiva”, dice Verónica, de 50 años, quien la tarde de este martes obtiene un doctorado en Liderazgo Educativo, al igual que su hija.
Con materias similares, aunque en grados distintos, ambas estudiaron juntas para ganarse el título.
Pero esa complicidad académica inició desde que Lakyshia, ahora de 31 años, y sus tres hermanos eran niños y se sentaban junto a su madre en sus clases universitarias.
“Les decía ‘más vale que el profesor no me corra’”, recuerda Verónica la advertencia que les hacía antes de entrar al aula. “Ahí se ponían a hacer su tarea mientras yo estudiaba”, cuenta.
Para esta madre soltera que emigró de Querétaro a la edad de dos años, la ardua tarea de criar a cuatro hijos se compaginó con diversos empleos y sus estudios profesionales, que avanzaron a paso lento e incluso se truncaron por falta de niñera y porque una de sus hijas enfermó de cáncer.
Antes de recibir un diploma de la Universidad de California en Irvine, doce años después de graduarse de la secundaria, ella vendió recipientes de plástico por catálogo, trabajó en un banco y fue traductora.
“Pero seguí yendo a la escuela, poco a poco, dilató mucho para poder acabar la universidad”, dijo.
Tres años después de ese logro, Verónica obtuvo una maestría de Cal State Dominguez Hills, el mismo año en que su hija Lakyshia concluyó la secundaria, y luego empezó a impartir clases para adultos en el Colegio Comunitario de Santa Ana, que ahora combina con labores de consejería en una preparatoria.
Cuando Lakyshia logró alcanzar el grado de maestra de su madre y se matriculó en el programa de doctorado de CSULB, Verónica supo que era momento de continuar su sueño. “Dije ‘no me puedo morir sin acabar esto’ y quería demostrarle a mi nieta que puede hacer lo que quiera”, señaló Verónica.
Para su hija, que durante sus estudios de doctorado se convirtió en madre y se embarazó nuevamente, estudiar junto a la mujer que le dio la vida ha sido una experiencia especial.
“Siempre he visto a mi madre como una inspiración”, comentó quien actualmente trabaja asistiendo a alumnos en el Colegio Santiago Canyon.
En ese período de coincidencias académicas, la hija se convirtió en la guía en cuestiones tecnológicas y la madre, en una compañera para analizar temas de estudio y en una niñera siempre disponible.
Este martes, cuando ambas sean parte del selecto grupo de veinte estudiantes que reciben un doctorado en Cal State Long Beach, esperan que su historia inspire a otras mujeres.
“Mi mensaje es que nada puede detenerte, ni siquiera si tienes hijos, tienes que demostrarles que no te das por vencido por muy difícil que parezca algo”, expresó Lakyshia, quien sueña con ser presidenta de una universidad y guiar a jóvenes para obtener un título profesional.
Verónica, cuya meta es abrir una escuela chárter que ayude a estudiantes con diversas necesidades, su consejo es que todo se puede lograr, aún si se deben poner varias pausas en el camino.
“La oportunidad es para todos, solo hay que enfocarse, tener dedicación y hacerlo”, subrayó.