Senadores republicanos presentan controvertida medida para anular “Obamacare”

Los demócratas y grupos cívicos de inmediato condenaron el proyecto de ley, al advertir que el remedio será más caro que la enfermedad

Los demócratas están en contra del proyecto.

Los demócratas están en contra del proyecto. Crédito: Chip Somodevilla/Getty Images

WASHINGTON.- Líderes republicanos del Senado develaron este jueves su muy esperado proyecto de ley para anular “Obamacare” que, en medio de pugnas partidistas, desde ya fue condenado por demócratas y activistas, porque fue negociado en secreto, recorta con hacha los fondos a “Medicaid”, perjudica a los pobres y  favorece a los ricos.

“Es hora de actuar porque Obamacare es un ataque frontal a la clase media y las familias estadounidenses merecen algo mejor que su falllido statu quo (misma situación). Merecen un mejor cuidado (médico) y es por lo que seguiremos trabajando para ofrecerles”, afirmó el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien cantó las virtudes del plan en una serie de mensajes en Twitter.

El borrador del proyecto de ley,  de 142 páginas, será sometido a voto en el pleno del Senado la próxima semana y reformaría profundamente el sistema de salud nacional, que representa una sexta parte dela economía pero, según expertos, lo haría a un alto precio para la gente pobre.

El presidente Donald Trump, que hoy quiso “vender” esta versión como algo “muy bueno”,  hizo olas al comentar en una reciente reunión privada que la medida que aprobó la Cámara Baja, y que en su momento él festejó desde la Rosaleda de la Casa Blanca, era “infame”.

Trump ha dicho que, efectivamente, quieren un proyecto de ley “con corazón”, más generoso.

Pero los demócratas replican que, lejos de defender al ciudadano de a pie, como prometió Trump en la contienda de 2016, su apoyo a la anulación de “Obamacare” afectará severamente a quienes más necesitan ayuda para costear un plan de salud.

La medida es “despiadada”, dijo el líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer.

Botín para conservadores

Desde que el entonces presidente Barack Obama promulgó “Obamacare” en 2010 –piedra angular de su legado-, los republicanos han intentado numerosas veces anular esa reforma sanitaria, puesta en marcha en 2014 y que dio cobertura médica a unos 20 millones de personas.

La cifra incluyendo a poco más de cuatro  millones de hispanos, que lograron cobertura principalmente a través de la expansión de “Medicaid”, y los “mercados de intercambio” estatales.

Gracias a “Obamacare”,  por ejemplo, un tercio de la población de California está inscrita en el “Medicaid” estatal, y cerca de 1,4 millones compró seguro a través de los mercados privados.

Ahora, con un republicano en la Casa Blanca y sin la amenaza de un veto, los republicanos del Senado se acercan más que nunca a cumplir su sueño, con la legislación titulada en inglés “Better Care Reconciliation Act” de 2017.

La medida anula la exigencia de que todo adulto compre seguro, recorta fondos federales para “Medicaid” a partir de 2025, y elimina de forma escalonada, entre 2020 y 2024, los fondos para la expansión de “Medicaid” en 31 estados.

Además, borra los miles de millones de dólares en impuestos para las aseguradoras y para gente rica, que financiaban la expansión de cobertura médica.

También retira por un año los fondos para la organización de planificación familiar “Planned Parenthood”, un grupo que además de servicios de aborto también es la principal fuente de servicios de salud básicos para gente pobre, pero siempre ha estado en la mira de conservadores y grupos antiabortistas.

No obstante, la medida deja en pie, aunque con menos fondos, los subsidios públicos para ayudar a personas de escasos recursos en la compra de un seguro privado.

Camino empedrado

Pero hay fuertes divisiones tanto entre demócratas y republicanos, como entre los mismos conservadores, que no la consideran lo suficientemente dura.

Para que el proyecto sea aprobado, los republicanos, que suman 52 escaños en el Senado, contra 48 demócratas, no pueden darse el lujo de deserciones y, como máximo, sólo podrían prescindir de dos votos.

No está claro, por ahora, que tengan un frente unido, ya que los senadores Ted Cruz, Ron Johnson, Mike Lee y Rand Paul dijeron hoy que no están “listos” para respaldar la medida porque quieren una anulación completa de “Obamacare” y una mayor reducción en los costos del cuidado de salud.

De hecho, McConnell baraja como una posibilidad el someter a voto la medida recurriendo a una táctica presupuestaria para obviar cualquier bloqueo de la oposición.

McConnell está consciente, sin embargo, de que está “contra la espada y la pared”, porque, al final, tendrá que ingeniárselas para contentar, mediante concesiones, a conservadores y a moderados en su partido.

En todo caso, la medida que salga del Senado tendrá que ser reconciliada con la que aprobó la Cámara de Representantes, en un segundo intento, el mes pasado.

Copiosas condenas

 Líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso y grupos cívicos afines acudieron a los micrófonos para condenar el proyecto de ley, al asegurar que dejará sin cobertura médica a unos 23 millones de personas y realizará “cortes devastadores” en programas de cuidado materno-infantil, servicios de emergencia y de salud mental.

Los demócratas no olvidan ni perdonan que, a su juicio, Trump y los republicanos han estado martillando la errónea idea de que “Obamacare” está colapsando y que las aseguradoras están abandonando el barco, todo con el objetivo de sabotear la ley sanitaria.

El senador demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez, dijo en un comunicado que la versión de la Cámara Baja y la del Senado son tan mezquina como cruel y, al final, el pueblo “sale perdiendo”. En su estado, más de medio millón perderían cobertura sin la expansión de “Medicaid”.

En declaraciones a este diario, Steven López, analista de política sanitaria del Concejo Nacional de La Raza (NCLR), dijo que la medida republicana será “devastadora para millones de familias” porque en particular para los 18 millones de latinos que dependen de Medicaid, incluyendo más de la mitad de los niños hispanos.

“Hay mucho en juego y necesitamos que todo estadounidense tome acción y le pida a su senador que rechace una legislación que los privará de cuidado de salud”, enfatizó.

Otros grupos cívicos han advertido de que anular “Obamacare” perjudicaría a los niños, los pobres, los ancianos y jubilados, y personas con discapacidades, y afectaría la estabilidad financiera de las familias trabajadoras.

Anthony Galace, director de política sanitaria del “Greenlining Institute”, dijo que antes de “Obamacare”, las comunidades afroamericana, latina y asiática tenían enormes tasas de personas sin seguro médico, pero ahora los recortes propuestos “eliminarán los logros obtenidos, sólo para financiar un enorme recorte de impuestos para los ricos”.

Lo curioso, señaló, es que los peores recortes a “Medicaid” entrarán en vigor hasta después de las elecciones de 2018, cuando muchos senadores buscarán la reelecció, “porque saben lo grave que son”.

El índice de personas sin seguro médico se redujo por la mitad entre los asiáticos, por 8,4 puntos percentuales entre los afroamericanos y por 11,3 puntos entre los hispanos, y las minorías lo recordarán en las urnas, advirtió Galace.

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