Viajar con “advance parole” sería beneficioso para el futuro de personas con TPS y DACA
La salida del país y el regreso con permiso del gobierno, crea una entrada LEGAL y corrige la previa entrada ILEGAL, permitiendo un futuro ajuste migratorio. Pero hay excepciones y riesgos. Entérese aquí de los detalles.
José era un niño cuando cruzó la frontera ilegalmente con sus padres y ha vivido en Estados Unidos desde entonces. En 2014 recibió DACA y posteriormente se casó con una ciudadana estadounidense, pero por tener una entrada ilegal, era muy difícil lograr su green card por medio de su esposa.
Pero según varios abogados y expertos consultados, hay una solución para José que puede facilitar la obtención de su residencia permanente: pedir permiso a las autoridades estadounidenses para salir del país para visitar a algún familiar, o por razones de trabajo o educativas.
Si el gobierno le otorga el permiso, llamado “advance parole” y el resto de su pasado está limpio de deportaciones y delitos, José podrá, eventualmente, obtener la residencia por medio de su esposa.
¿Por qué ocurre esto?
Consultamos a varios expertos y abogados migratorios al respecto, y ellos nos explicaron que el regreso al país bajo las condiciones del permiso o “advanced parole”, crea una entrada LEGAL que esencialmente cura la anterior entrada ILEGAL.
En otras palabras, la forma en que la persona entró al país originalmente ya no le impiden obtener una residencia permanente si, por ejemplo, tiene un cónyuge ciudadano o residente que puede patrocinarlo o un hijo ciudadano que ha cumplido o está por cumplir 21 años y pueden “pedirlo” para la residencia.
Es por eso que hoy en día hay abogados migratorios que están aconsejando a sus clientes con DACA o TPS que consideren la posibilidad de pedir permiso para hacer un viaje fuera de Estados Unidos.
La salida con “advanced parole” es posible para residentes temporales con DACA, TPS y algunos otros casos en los cuales una persona está esperando algún otro beneficio migratorio. Y aunque conlleva algunos riesgos, que explicamos más abajo, a veces el beneficio es superior a los peligros.
“En muchos casos vale la pena el riesgo”, dijo la abogada y activista Angela Sanbrano, presidenta de la Alianza Nacional de Comunidades Latinas y Caribeñas.
La abogada Meredith Brown, que asesora a diversos grupos comunitarios y tiene su práctica privada en Glendale, California, explica que ahora es un buen momento para que receptores de TPS busquen “advanced parole” y viajen fuera del país por un tiempo corto.
“Si usted tiene TPS y tiene una forma de ajuste legal, como hijos ciudadanos que se acercan a los 21 años o si se va a casar con un ciudadano o ciudadana, es bueno pensar en esta opción”, dijo Brown.
Brown aconseja a sus clientes que tienen casos favorables -no tienen deportaciones previas o delitos en su haber, por ejemplo- y que tengan DACA o TPS vigente, “que traten de viajar mientras tengan el estatus”.
“No solo un abogado privado puede asesorarle, hay organizaciones comunitarias que tienen supervisión de excelentes abogados y pueden hacer un análisis de su caso”, dijo Brown.
No obstante, el viajar con advanced parole no es una buena idea para todo el mundo que tiene TPS o DACA. A continuación explicamos los riesgos, tal y como fueron descritos en un “aviso para abogados” del Immigrant Legal Resource Center (ILRC)
El aviso completo puede leerse aquí
Hay que valorar el riesgo
Hay muchas personas que, como José, tienen algún estatus temporal protegido, como DACA, o el Estatus Temporal de Protección (TPS), del que gozan cientos de miles de salvadoreños, hondureños y nicaragüenses. Aunque no se trata de una residencia permanente, DACA y TPS permiten vivir y trabajar en este país por diversos períodos de tiempo, dependiendo del caso.
Dependiendo del caso, es bueno aprovechar el estatus legal y el permiso correspondiente para hacer un viaje y regresar al país con más ventajas de ajustar situación en el futuro.
Daniel Sharp, director legal del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), indicó que su organización ha tenido muchas consultas de este tema últimamente y que todo va a depender de las circunstancias de cada caso y del tipo de programa del que gozan actualmente.
Las personas con DACA o programa de acción diferida para jóvenes arribados en la infancia que cumplieron con ciertos requisitos, tienen la posibilidad de viajar al exterior con permiso del gobierno en circunstancias limitadas: por razón o urgencia familiar, por trabajo o por estudio.
Las personas con TPS, o Estatus Temporal de Protección tienen menos limitaciones y no deben tener una razón específica para viaje, incluso les dan “advanced parole” por vacaciones -cosa que no ocurre por DACA- pero Sharp recomienda viajar antes de que expire el actual estatus de TPS, porque “no sabemos si habrá otra extensión”.
Ambos grupos pueden beneficiarse de viajar y regresar LEGALMENTE o con “advanced parole”, pero solo podrán obtener residencia de un familiar directo, como hijo mayor de 21 años, padre o cónyugue (no de un hermano), aclaró Sharp.
¿Quiénes están en mayor riesgo de no poder volver al país?
Hay varios grupos que tienen que tener mucho cuidado al viajar fuera del país, aún teniendo “advanced parole”: los que tienen una orden de deportación pendiente, los que tuvieron una deportación expedita en la frontera y los que han cometido un delito en el pasado.
Por ejemplo, James vino a Estados Unidos a los 15 años y la patrulla fronteriza lo arrestó cruzando la frontera, le sacó las huellas y lo deportó de inmediato. James regresó y logró entrar sin inspección unos días después y hoy en día tiene DACA.
A James le gustaría obtener permiso para visitar a su abuelo, que está gravemente enfermo, pero podría ser un riesgo grave el viajar, ya que a su regreso podrían impedirle el paso por su anterior deportación expedita de la que quizá no se acuerda.
Sharp indicó que en algunos casos, el gobierno de Estados Unidos ha permitido la entrada de personas que tienen una deportación pendiente y un “advanced parole” pero que no es necesariamente algo seguro, por lo que “debemos analizar caso por caso”.
Diversas organizaciones comunitarias ofrecen consultas legales en las que se puede determinar cuál es el beneficio y el riesgo para cada caso, apuntó Sharp.
Hasta 2012 también había riesgo de recibir una exclusión de 10 años al salir del país, pero a partir de ese años las cortes de Estados Unidos sentaron un precedente diferente y este peligro ya no existe, dijo el abogado.