Canta y encanta Jencarlos Canela habla de su admiración por Julio Iglesias
El actor y cantante Jencarlos Canela, pareja de Gaby Espino, sigue disfrutando de su Premio Lo Nuestro al Artista Pop Revelación de 2011
MIAMI, Florida. El cantante cubanoestadoundiense Jencarlos Canela, ganador en 2011 del Premio Lo Nuestro como Artista Pop Revelación, confesó recientemente en Miami su admiración por el español Julio Iglesias, del que aprendió que lo esencial para un artista “no es cantar, sino encantar”.
El también actor de telenovelas dijo en una entrevista que su capacidad de trabajo y disciplina provienen de su admiración por una “escuela”, la de Julio Iglesias, para quien “no había mercado que no fuera importante, ni ciudad pequeña” que no visitara.
Una escuela que ha dejado su impronta también, continuó Canela, en su hijo Enrique Iglesias, quien posee un “encanto, carisma y perseverancia” ejemplares. “Él [Enrique Iglesias] sabía dónde quería ir y nunca se dio por vencido”, apostilló.
En ese sentido, recuerda una anécdota de Julio Iglesias que le marcó profundamente. En una ocasión, el cantante español más universal le preguntó a un joven con ambiciones en la música si creía que cantaba bien. El chico respondió que sí, a lo que Iglesias le replicó: “Entonces no sirves. No es cantar, es encantar”.
“Nunca había escuchado a un persona en una frase resumir así lo que es el éxito en esta carrera”, subrayó Canela, que está volcado en un nuevo trabajo discográfico, el tercero de su carrera.
En esa valoración de la “ética de trabajo” como herramienta esencial para progresar como artista, Canela, de 23 años, comentó que se prepara “todos los días en alemán, italiano y francés” y que se considera músico y cantante por encima de cualquier otra faceta profesional.
“Soy y siempre seré más un músico y cantante que cualquier otra cosa”, resaltó Jencarlos Canela, que a los seis años ya expresó a su padre y actual representante su determinación en decantarse por esta profesión, si bien su debut musical le llegó a los doce años en la banda Boom Boom Pop.
Pero, tras esa fugaz etapa, su verdadero impacto llegó en 2009 con el disco Búscame, con el que consiguió ganar el citado Premio Lo Nuestro y una candidatura a los Premios Latin Billboard por Artista Revelación del Año.
Canela se encuentra en la promoción de una campaña de lanzamiento entre los consumidores hispanos de Estados Unidos de un nuevo producto, al que presta su imagen.
Pese a su dedicación y pasión por todo tipo de música (le gusta escuchar música asiática, europea y de Oriente Medio), reconoce que las telenovelas le “han ayudado inmensamente para poder promocionar” sus canciones, que él mismo compone.
“Las novelas son una plataforma y herramienta de promoción muy útil para la música, porque canto mis canciones en ellas”, precisó Canela, quien se graduó en el Conservatorio de Música de la Escuela de Artes de Miami.
Durante cuatro años, explicó, “canté ópera, estudié solfeo, teoría musical. Mi entrenamiento fue clásico, con teatro musical, baile, actuación, percusión y guitarra, desde los ocho años”.
Entre sus pasatiempos favoritos está “observar las cosas, ir a un café a sentarme solo y oír a la gente, me alimento de lo que me rodea, de una conversación”, algo que le sirve e inspira a la hora de componer sus canciones.
“Me fascina observar y todo lo que es el autodescubrimiento, tratar de descubrir quién soy”, además de “convivir con mis amistades e ir al cine o a cenar con ellos”.
Padre de un bebé de apenas un mes de edad, Nickolas, fruto de su relación con su pareja, la actriz venezolana Gaby Espino, Canela confiesa que a una mujer le exige que sea “real y auténtica, sincera con ella misma y se sienta cómoda con su piel, que se sienta segura”. “Eso es sexy”, comentó.
Otra cualidad que busca en una mujer es que “tenga cerebro”, que pueda sentarse con ella y “tener una conversación, hablar de la vida”.
Canela se encuentra en un gran momento en su carrera artística y personal, con tiempo para también valorar críticamente la actual industria discográfica, un sector que, con tantos cambios experimentados, “ha perdido un poco el interés y el amor al arte y se ha convertido en un negocio al cien por ciento”.