Precio de la gasolina obliga a cambiar el modo de transporte
Los conductores del Sur de California, que ayer desembolsaron alrededor de 4.40 dólares por galón de gasolina, un precio que recién ha empezado a bajar después de varios golpes en el bolsillo, han vuelto a modificar sus hábitos de transporte para ahorrar unos dólares
En la sexta cuadra, poco antes de llegar a la escuela de su hijo, Irma Cervantes se fatigó. Hacía mucho tiempo que no caminaba esa distancia, por eso las piernas y el corazón le cobraron la factura.
“De verdad que uno se desacostumbra a esto”, dijo la mujer de 40 años, agotada por las prisas.
“En Guadalajara caminaba a todos lados, pero uno llega a Estados Unidos y solo usa el carro”, comentó.
Al llegar a la primaria de su pequeño, en el Este de Los Ángeles, se topó con una sorpresa: no era la única persona que había dejado el auto en la cochera. “Es de locos pagar tanto dinero por un galón de gasolina”, expresó otra madre antes de emprender el viaje de regreso a casa.
Los conductores del Sur de California, que ayer desembolsaron alrededor de 4.40 dólares por galón de gasolina, un precio que recién ha empezado a bajar después de varios golpes en el bolsillo, han vuelto a modificar sus hábitos de transporte para ahorrar unos dólares.
Un sondeo publicado ayer por la Asociación Americana de Automovilistas (AAA) expone que el 88% de los encuestados respondió que ha eliminado traslados en coche “innecesarios”, y que también han reducido sus gastos en salidas a comer (55%) y entretenimiento (48%). “Han dicho que han optado por caminar un par de cuadras o usar su bicicleta en lugar de manejar”, indicó Marie Montgomery, portavoz de AAA.
Y para realizar los viajes más largos han recurrido al transporte colectivo, un fenómeno común cada vez que se dispara el precio del barril de petróleo y por ende la gasolina.
Ha sido la Línea Dorada, que presta servicio en el Este de Los Ángeles, la que ha experimentado un incremento de pasajeros del 21%, el salto más grande registrado en los primeros dos meses del año.”Poco a poco se convencen de la conveniencia de usar la línea”, comentó José Ubaldo, vocero de la Agencia Metropolitana de Transporte de este condado (Metro). “El tren es más rápido que el autobús y, en las horas de mayor tráfico, que un coche”, añadió.
Pero los pasajeros se han volcado a los vagones del tren ligero para evitar la bomba de gasolina. “No es tan rápido, pero sí te ahorras unos cuantos dólares en el metro”, mencionó José Luis Mendoza, quien ha notado que últimamente más personas viajan junto a él.
También la Línea Naranja del metrobús, que recorre el Valle de San Fernando, ha sido más popular. En enero y febrero los abordajes subieron un 18%, comparado con el mismo período de 2011.
Los expertos han pronosticado que el costo del combustible podría bajar en las próximas semanas, pero el futuro es tan oscuro como el color del petróleo. “También podría subir, porque ello depende de varias razones; el precio de la gasolina es impredecible”, explicó Montgomery.