Editorial: Hay que perder el miedo al Censo 2020

En un año exactamente comienza oficialmente el Censo 2020. Es la oportunidad para todas las personas que viven en Estados Unidos de ser tomados en cuenta a la hora de repartirse el poder político y económico nacional.

Es el momento de cada 10 años para decir: ¡Presente!

Es la ocasión para los habitantes de nuestro país de participar con el fin de que su área reciba la representación adecuada en la Cámara de Representantes y la parte correspondiente de los cerca de los 800,000 millones de dólares de fondos federales que se distribuyen para las escuelas, las carreteras y otras instituciones públicas y servicios a lo largo del país.
Esta vez se el gobierno de Donald Trump quiere intervenir para que el conteo muestre una población distinta a la que realmente vive en EEUU Está trabajando para que los estados y las ciudades con comunidades inmigrantes reciba menos de lo que merece reduciendo su números reales.

Para eso se quiere intimidar a los inmigrantes colocando una pregunta sobre la ciudadanía en el cuestionario. Desde 1950 no se está pregunta en el formulario largo. En la actualidad está incluida en el American Community Survey que periódicamente se realiza. De ahí surge la información que usa el Departamento de Justicia para hacer cumplir la Ley de Derechos del Votante.

Ahora bajo el secretario de Comercio, Wilbur Ross, propuso introducir la pregunta bajo la excusa precisamente de la Ley de Derechos del Votante. Conociendo la administración Trump es difícil creer en un desvelos por proteger honestamente a los votantes.

Lo que se busca es asustar a los inmigrantes, especialmente a los indocumentados para que no participen. Es parte de la estrategia anti inmigrante.

Si queda alguna duda basta ver que los consejeros principales de Ross en este tema son el ex asesor presidencial Steve Bannon y el ex secretario de Estado de Kansas, Kris Kobach. El primero es un nacionalista blanco, el segundo es un desprestigiado proponente de la falsa teoría del voto masivo de indocumentados.

Ross testificó en falso ante el Congreso al decir en una ocasión que fue el Departamento de Justicia el que solicitó colocar la pregunta. En realidad fue una iniciativa del propio jefe de Comercio que luego alimentada por Bannon y Kobach.

Los especialistas de la Oficina del Censo y los numerosos estudios al respecto coinciden que una pregunta de este tipo va a desalentar la participación de los inmigrantes. En consecuencia se van a contar menos latinos en California, Illinois y Nueva York y más blancos en otro estados. El subconteo de uno conduce al sobreconteo de otro.

La Suprema Corte de Justicia es la que decidirá finalmente si la pregunta de ciudadanía va a estar en todos los cuestionarios. Es importante que deje de lado la pregunta de lado. No obstante, no hay dejarse intimidar porque las respuestas son secretas por ley.