“No es la primera vez que aprendo desde cero”
La chilena Yael Berstein quiere traducir al inglés y traer clásicos de la literatura infantil al mercado estadounidense
“Las matemáticas piden que uno tenga mucha imaginación porque exigen modelos y proyecciones que no caben en un papel”.
Desde ese punto de vista, no es totalmente extraño que la chilena Yael Berstein haya decidido pasar de las matemáticas a la literatura infantil para dar sus primeros pasos como empresaria.
Berstein está dando los primeros pasos con su empresa, Tapioca Stories. Se trata de una editorial cuya propuesta es presentar en inglés libros infantiles que son clásicos o relevantes en países como Chile, Argentina, Uruguay. “Quiero que sean conocidos aquí en EEUU, quiero darles una proyección que no tienen”.
La idea surgió de las lecturas que hacía con sus propios hijos y del hecho que le gusta regalar libros a los amigos de sus hijos pero no encontraba con los que ella estaba más familiarizada. “Los libros de los que hablo son historias universales y resulta que muchas de las cosas que quería regalar no estaban”. Le llamó la atención que clásicos en Latinoamérica no estuvieran en EEUU. “El mercado acá es grande, tiene mucha producción pero falta una cierta diversidad en la narrativa que tenga un tono distinto debido a su origen, que venga de otro lugar”, explica.
Quiere introducir diversidad que falta dada la escasez de traducciones en literatura y lectura infantil. “Hay libros traducidos con una narrativa diferente pero la mayoría son de Europa y falta el tipo de narrativa, las historias y humor latinoamericano, la cosa absurda Argentina no es lo mismo que el absurdo francés o americano. Es sutil pero diferente”, explica.
La empresa está en sus inicios y ella está en la necesaria fase de aprender lo que necesita saber no solo como empresaria sino como protagonista del sector editorial. Es algo nuevo para ella porque hasta ahora Berstein se ha dedicado a otras cosas.
Creció en Brasil pero cursó sus estudios superiores en Israel donde se recibió en ingeniería industrial. Hace 10 años llegó a EEUU, a Nueva York, y se centró en biología. Se enfocó en la psiquiatría genética por su conocimiento matemático. Ella habla de matemática teórica pero también de literatura, algo que la apasiona.
Dejó los números, las proyecciones, los vectores y las incógnitas que encierran las cifras por la que encierra los libros. “Llevaba tiempo pensando en ello y hace un par de meses decidí empezar con la empresa. Es ahora o nunca”, explica esta mujer que durante la entrevista mantiene su cuaderno de notas abierto para usarlo de vez en cuando.
Reconoce que podía haber intentado traer estos libros al inglés con una editorial ya existente pero explica que quería tener la libertad de elegir los libros. Pero también admite que quiere aprender de la industria editorial “y creo que lo haré solo si paso por todas las etapas sola porque es así como aprendí todo antes, las matemáticas, la genética… Aprendí haciéndolo”.
Admite los retos y señala los que presenta la distribución, la necesidad de encontrar buenos traductores, por ejemplo, pero también reconoce el valor de estar acompañada en el viaje en el que lleva pensando varios años y que hace cuatro meses empezó a recorrer.
En este sentido tiene un socio, Uriel Kon, con una editorial en Israel que publica libros latinoamericanos traducidos al hebreo. “Me guía con sus experiencia”, afirma.
Además se apoya en una red de mentores, Score, que es una organización nacional de personas que ya han abierto empresas y ayudan con las cuestiones básicas sobre cómo abrir un negocio.
“No he podido encontrar a gente con experiencia específica en publicaciones pero son personas que tiene experiencia en negocios en general y ayuda a poner las ideas en el lugar que les corresponde”, dice.
Berstein dice que tiene la confianza de que está eligiendo libros buenos para este mercado aunque dice que es demasiado pronto para dar a conocer títulos. Es una confianza afirmada en el hecho de que con constancia y estudio ha sido capaz de redirigir su carrera varias veces. “No es la primera vez que aprendo desde cero”.
Es un espíritu de aprendizaje que le lleva a afirmar que le gusta la aventura de meterse en algo nuevo sobre todo manteniendo su perspectiva distinta cultural y profesional.
Aunque le gustaría en el futuro publicar libros infantiles inéditos, de momento su proyecto está en traer al inglés los clásicos. “Libros que también disfrutan los mayores”.
Apuesta por el papel.
“Ahora mismo muchos niños están consumiendo pantallas y justamente quiero hacerlo solo en papel. La propuesta es esa. Busco que los chicos salgan de la pantalla un poco y creo que los padres pueden preferir el libro en papel. Creo que la calidad que ofrece el papel, las ilustraciones tener el ritmo del pasar las hojas es algo de valor para quien se inicia en la lectura”.