Su vida migratoria le hizo una mujer fuerte y ahora esta latina apuesta por la ‘realidad virtual’

De California a Ecuador a México a Wall Street: hoy Martha Mendizábal imparte clases a jóvenes de bajos recursos

Martha Mendizábal (der.) instruye a jovencitas latinas para aprender acerca de como crear contenido para la VR y AR. (Suministrada)

Martha Mendizábal (der.) instruye a jovencitas latinas para aprender acerca de como crear contenido para la VR y AR. (Suministrada) Crédito: La Opinión

Los padres de Martha Mendizábal se conocieron en Estados Unidos, país donde nació. Cuando cumplió 2 años, a su padre lo diagnosticaron con cáncer testicular y fue desahuciado; no obstante, recibió la opción de recibir un medicamento alternativo que inmediatamente aceptó.

Esto causó que a la familia se le acabaran los ahorros y perdiera su casa en California, forzándolos a establecerse en Ecuador.

“Nos convertimos en migrantes económicos”, reconoció la hoy empresaria de 40 años. “Yo no hablaba español cuando llegamos allá”.

La dureza de vivir en un país con bajos recursos obligó a la familia a emigrar nuevamente. Esta vez a Durango, México, estado natal de la madre de Mendizábal.

“Ahí sí experimenté lo más difícil. No había agua, teníamos que ir a acarrearla con cubetas”, recordó.

Al cumplir 10 años, la familia se mudó a otro estado mexicano, Baja California. La ciudad elegida fue Tijuana. Fue en ese tiempo que su padre tuvo problemas en los riñones.

La gravedad de su enfermedad los obligó a la separación. Mientras Mendizábal y su padre se mudaban a Orlando, Florida, su madre y hermano se quedaron en México.

La, entonces niña, poco entendía de estatus migratorios y aunque ella y su padre podían entrar legalmente a EEUU—ella como ciudadana americana y su padre como residente legal—su madre y su hermano mayor eran indocumentados.

“Para mí, el emigrar era algo muy normal. Siempre se nos hacia difícil por alguna razón quedarnos en el mismo lugar”, reconoció.

Martha Mendizábal y Nadia Y. Muñoz enseñan acerca de la realidad virtual a jovencitas latinas. (Suministrada)

Conociendo un nuevo mundo

Mendizábal dijo que la primera vez que vio una computadora, sin Internet, fue mientras estudiaba la secundaria en Tijuana.

Una vez establecida en la Florida, la adolescente volvió a verlas más a menudo. En aquel momento, poco imaginaría que su futuro estaría en el rubro de la tecnología.

A dos años de vivir en la Florida, su padre falleció y la joven, quien ya se había graduado de la preparatoria —a los 16 años— se inscribió en la Universidad de California Los Angeles (UCLA).

Obtuvo una licenciatura en estudios latinoamericanos e ingresó a la escuela de Leyes en UC Hastings.

Durante este tiempo, laboró hasta en tres empleos para poder demostrar al servicio de inmigración que ella sí tenía los medios para patrocinar a su madre como residente permanente. Cuando la joven tenía 23 años logró traer a su madre legalmente.

En la bolsa de valores

En 2010 Mendizábal se mudó a Nueva York para trabajar en fianzas y como “Options Broker”, un derivado de la bolsa de valores.

Estando en ese mundo de números, se dio cuenta que la tecnología y las computadoras subían de fama y de precio y que además, se convertirían en una adquisición imprescindible para el futuro.

“Ahí me doy cuenta que hay una revolución para cambiar”, indicó.

Esto la motivó a querer aprender más para ofrecer este acceso a los jóvenes más necesitados. Ya no era algo inalcanzable como ella lo vio cuando era pequeña.

Con esta idea nació TecnoLatinx, una empresa social dedicada a instruir en la tecnología emergente como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR).
Para 2017 Mendizábal y su socia, Nadia Y. Muñoz —quien también es abogada— decidieron incursionar en Silicon Valley.

“Empezamos a demostrar que nuestro proyecto no solo era para la justicia social pero también justicia económica… El reto es ver cómo elevamos a los latinos”, aseveró.

Asistir y nunca desistir

Mendizábal y Muñoz recuerdan que cuando comenzaron a incursionar en la tecnología ellas estaban dispuesta a asistir a los seminarios sin importar el costo. No obstante al verlas, los mismos organizadores las “invitaban” a irse ofreciéndoles la devolución de su dinero.

La compañía Oculus—especializada en productos de hardware y software de realidad virtual—fue adquirida por Facebook en el 2014 y el programa [de VR] sale en el 2016 de forma comercial.

“Muy poca gente a nivel global sabía acerca de esto”, contó Mendizábal. “Para mí no tenía sentido que no quisieran admitir a un grupo de personas porque no somos expertos porque no había expertos. Entonces yo decía, ‘No. No me voy porque ni tú sabes por eso estas en esta misma clase donde yo estoy’ y no me iba”.

Así que ambas mujeres latinas abogadas y principiantes en la tecnología VR y AR se quedaban para continuar aprendiendo. Ambas aceptaron que fue muy difícil pero lo superaron.

“Para mí el haber estado en la escuela de leyes, trabajar en Wall Street me demostró a ser fuerte en sitios hostiles”, dijo Mendizábal. “El trabajo difícil de empezar de cero ya lo conocía de niña. Yo lo que le digo a mis estudiantes que a veces una desventaja puede ser una ventaja”.

La empresa social TecnoLatinx ahora imparte talleres de VR y AR, considerados tecnología emergente, a comunidades de bajos ingresos principalmente en el este y centro de Los Ángeles.

“Todo es para crear, no tanto para consumir”, explicó Mendizábal.

Por ejemplo si una persona quiere preservar algún recuerdo como una taza o un reloj que trajo de su país de hace años, la imagen se agrega a un proyecto de realidad virtual o realidad aumentada convrtiéndolo en un tipo de album de fotos del futuro.

A esto se le agrega arte que posteriormente puede ser guardado en una galería general.

Si son múltiples imágenes se puede hacer un recorrido virtual con imágenes fotográficas y arte.

“Podemos hacer como preservación cultural, preservación de la familia”, dijo Mendizábal. “Entonces es una manera de recaudar fondos porque nos contratan y las personas después pueden enseñarlo a sus amigos”.

TecnoLatinx XR Lab tiene la misión de educar e inspirar a una comunidad de exploradores y creadores que aprovechan VR y AR como un medio poderoso para contar historias.

Las co-fundadoras aseguran que tanto pueden impartir clases para jovencitos de secundaria y preparatoria para entrenarlos en esta tecnología emergente como crear trabajos originales y de preservación en la tecnología de VR y AR.

Los interesados en aprender más acerca del trabajo de TecnoLatinx pueden visitar https://tecnolatinx.com/ o mandar un correo electrónico a info@tecnolatinx.com

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