Una gran amiga: tu tarjeta de débito
A diferencia de lo que sucede con la tarjeta de crédito, con una debit card o tarjeta de débito -que deduce el dinero directamente de tu cuenta corriente- no tienes el peligro de irte más allá del límite de lo que tienes en el banco. Es como si nos dijera, “¡Se acabó, ya no te doy más dinero porque estás gastando más de la cuenta!”. Hay un arte en la manera en que usas tu tarjeta de débito. Si sigues los siguientes cuatro consejos podrás aprovechar mejor tu dinero y estar prevenido contra posibles desventajas:
1. Opta por el PIN. Las transacciones de débito que requieren que tú marques un número de identificación personal o PIN son más seguras que las que sólo exigen tu firma. Las compras en Internet son especialmente vulnerables a esto, donde no se pueden verificar las firmas. Por suerte, ya hay bancos cuyas tarjetas de crédito sólo pueden usarse por medio de un PIN.
2. Busca la que te conviene. No todos los bancos o compañías de tarjetas de débito te dan la misma protección de las tarjetas de crédito en cuanto a transacciones fraudulentas. Por ejemplo, si se te pierde una tarjeta de débito de Visa o MasterCard y alguien hace gastos indebidos con ella, tú no eres responsable de pagar esos gastos (que es una de las grandes ventajas de las tarjetas de crédito). Otras tarjetas de débito te exigen en esos casos un pago mínimo, y si no les informas de tus pérdidas dentro de los primeros dos meses después de recibir tu estado de cuenta, ¡tendrás que pagarlo tú todo! Eso sí, si la compañía considera que tu descuido fue lo que provocó el fraude, si estás pasado en tu pago o si ya te ha sucedido lo mismo dos veces el año anterior, acabarás siendo responsable de pagarlo todo.
3. Conveniencia y ahorro. Una de las grandes ventajas de las tarjetas de crédito es que en muchísimos sitios puedes usarlas en una compra para obtener dinero en efectivo de tu cuenta. ¡Qué maravilla cuando nos hacen falta 10, 20 o más dólares (casi siempre hasta 75 ó 100) y no tenemos tiempo de ir a una ATM, lo que en ciertas horas del día y en ciertos lugares es un riesgo! Además, te ahorras el cargo que a veces te cobra el cajero automático.
4. Paga sólo lo necesario. Cuando te encuentres un comerciante que quiere cobrarte de más por “procesar” tu pago con tarjeta de débito, quéjate, cancela tu compra si no te complacen y vete con tu negocio a otra parte. Aunque no es común, hay tiendas que hacen esto; si te encuentras con una, quéjate con la administración y con la compañía que maneja tu tarjeta (Visa, MasterCard o la que sea).
Optimiza tu dinero
Para tener el óptimo control de tu dinero, sigue estos sencillos pasos:
1. Revisa tus ingresos y tus gastos. Desde ahora, para cumplirle al Tío Sam de la forma más ordenada y menos dolorosa cuando llegue el momento de preparar tus impuestos el año que viene (o este año, si te has atrasado con el informe de 2011), ve recolectando y preparando tus documentos para realizar tu declaración de impuestos.
2. Determina como han cambiado tus metas y necesidades. Si no la tienes, crea una estrategia de ahorros, revisa tus inversiones y pólizas de seguro para ajustarlas a, quizás, el nacimiento de un nuevo miembro en tu familia, un aumento salarial, o la ida de uno de tus hijos a la universidad.
3. Escribe tus planes y establece al menos dos metas concretas. Trata de ser específico en lo anterior y revisa tu progreso con frecuencia para asegurarte de que vas por buen camino.
4. Prepara un plan de gastos. Si bien la palabra “presupuesto” le da miedo a muchas personas, en realidad es una útil herramienta para evaluar como van tus finanzas.
5. Determina cuanto dinero ganas cada mes. Luego de facturar tus gastos fijos (hipoteca, comida, ropa, etc.) y de sacar el dinero que destinas para tus deudas y tus ahorros o retiro, recompénsate con algunos “lujos” como cenar fuera o ir al cine.
6. Solicita tu informe de crédito. Como consumidor, tienes derecho a obtener una copia gratuita de tu reporte de crédito. Puedes conseguirlo llamando al 1-877-322-8228 o acudiendo al sitio de Internet AnnualCreditReport.com. Y ahora, ya uno de los tres burós nacionales de crédito, Equifax, te ofrece ese servicio en español (además de numerosas instrucciones y consejos). Recuerda que el crédito es determinante en todas tus decisiones financieras; asegúrate de que el tuyo tenga buena salud.
7. Revisa tus pólizas de seguro, tanto de vida como de propiedad. Con frecuencia, al llenar los formularios del seguro la gente se olvida de revisarlos o actualizarlos. Revisa tus pólizas de seguro y mira quienes heredarán tus beneficios. Determinar si la cantidad por la cual estás asegurado será suficiente para tus herederos, pues tal vez quieras aumentar tu cobertura o cambiar de beneficiarios. También -y esto es importante- asegúrate de que los nombres de tus beneficiarios estén bien escritos y de que tengas una versión de tu testamento actualizada para evitarle dolores de cabeza a tus familiares.
8. Preocúpate por la cobertura de tu propiedad. Determina cuanto vale tu casa y cuanto costaría reconstruirla. Luego precisa -tras realizar un inventario de todas tus pertenencias- cuanto costaría reemplazar todo lo que tienes. Asegúrate de que tengas una póliza de seguro que cubra el 100% tu hogar y, si es necesario, compra un seguro adicional para proteger tus joyas, prendas de valor, objetos de colección y antigüedades.